La reelecci¨®n de Petro
Menos mal el cuento de la reelecci¨®n expr¨¦s pas¨® desapercibido y las otras noticias m¨¢s dram¨¢ticas nublaron el panorama
El presidente Gustavo Petro habl¨® de que su Gobierno trabaja de d¨ªa y de noche, lo que implica duplicar el per¨ªodo presidencial y eso equivaldr¨ªa a una reelecci¨®n. Jornadas de 24 horas para los nuevos ministros y a los que aguantaron el segundo tiempo de esta administraci¨®n. Permanecer¨ªan en el despacho todo el tiempo o en las actividades que se derivan de su responsabilidad, lo cual atentar¨ªa contra los derechos humanos. M¨¢s bien se trat¨® de una broma, en todo caso de una alegor¨ªa. Imag¨ªnense un presidente incumplido y sus ministros bostezando, doblegados por el cansancio.
El original comentario de la reelecci¨®n se dio en la posesi¨®n de los siete nuevos ministros. La purga del gabinete no cay¨® bien, sin desconocer el derecho constitucional del presidente para cambiar ministros cada vez que lo considere oportuno. Editoriales y columnistas coincidieron en que, sin descalificar los m¨¦ritos de los designados, resultaban mejores los que se fueron que los que se quedaron. El agravante de los cambios se dio por cuenta de la afirmaci¨®n del presidente desde Espa?a, en el sentido de que ¡°algunas personas que convoqu¨¦ al Gobierno se dedicaron a hacer trampas¡±, sin decir quienes, por lo cual el guante les cae a todos los que salieron: Jos¨¦ Antonio Ocampo, Cecilia L¨®pez, Alfonso Prada, Carolina Corcho, Arturo Luna, Sandra Urrutia y Guillermo Reyes. ?Todos trampearon?
Se especula que la Federaci¨®n de Cafeteros fue la fruta prohibida que se comi¨® el ministro de Hacienda por defender la unidad del gremio en lugar de haber respaldado a un aspirante que no qued¨® en la terna elaborada seg¨²n los estatutos de la organizaci¨®n. Para el exministro Juan Camilo Restrepo, el presidente Petro parece tener un pleito desconocido con el principal gremio del pa¨ªs y con la dirigencia cafetera. Luego de la escogencia por unanimidad del nuevo gerente de la Federaci¨®n, el Gobierno reclam¨® del gremio mayor democracia. ¡°?Mayor democracia?¡±, se pregunt¨®. Y se contest¨®: la Federaci¨®n es el gremio m¨¢s democr¨¢tico de los que manejan recursos parafiscales, concluy¨® el exministro conservador.
De rebote, el superintendente financiero, ratificado del Gobierno de Iv¨¢n Duque por Ocampo con el visto bueno del presidente, fue reemplazado s¨²bitamente por el economista C¨¦sar Ferrari, asesor econ¨®mico de la Presidencia. Tambi¨¦n se menciona la carta de Alejandro Gaviria, Cecilia L¨®pez y Jos¨¦ Antonio Ocampo, dejando unos puntos de vista sobre la reforma a la salud que los volvi¨® ¡°conspiradores¡± como un antecedente de la desvalorizaci¨®n de los ministros reprobados, solo que la cuenta la pag¨® con intereses el exministro Gaviria.
El otro episodio que sigui¨® a la crisis ministerial fue la anulaci¨®n por el Consejo de Estado de la curul del presidente del Congreso, el senador Roy Barreras, por doble militancia. Lo primero es que el senador Barreras pas¨® de ser un oportunista voltiarepas, representante de la malhadada pol¨ªtica clientelista, a ser el h¨¦roe de la jornada. Apenas se conoci¨® la noticia en el Congreso, tirios y troyanos se levantaron para aclamarlo como el campe¨®n nacional de los consensos.
Los efectos pr¨¢cticos de la nulidad, fuera de lo que significa para el Gobierno la p¨¦rdida de su principal alfil en el Senado, es qui¨¦n asume la presidencia de la corporaci¨®n por un t¨¦rmino muy corto, m¨¢s o menos un mes y medio: ?es el vicepresidente, que pertenece a otra corriente pol¨ªtica, o quien resulte ganador en una elecci¨®n que convoque el segundo de a bordo, Miguel ?ngel Pinto? Aunque presentar¨¢ una tutela para preservar el derecho de quienes lo eligieron y restablecer su condici¨®n de parlamentario, el senador Barreras es un ganador. De todas maneras estaba previsto su retiro para atender por fin los tratamientos de su enfermedad, que ¨¦l ha manejado con una enorme dignidad.
Menos mal el cuento de la reelecci¨®n expr¨¦s pas¨® desapercibido y las otras noticias m¨¢s dram¨¢ticas nublaron el panorama.
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