Petro no quiere ser Uribe, el presidente que perdi¨® su batalla contra la justicia
El mandatario rebaja la tensi¨®n despu¨¦s de un enfrentamiento con el fiscal general y firma la paz con las altas cortes
La cita podr¨ªa haber sido en la Casa de Nari?o, la residencia presidencial, pero fue en el Palacio de Justicia, la sede de las cuatro altas cortes de Colombia. Gustavo Petro se desplaz¨® este martes para tratar de firmar la paz con la Justicia, que sali¨® en bloque a afear al presidente su enfrentamiento con el fiscal general. Si el choque no beneficia a nadie, a quien menos puede hacerlo es a Petro. En los pr¨®ximos meses, el presidente debe enviar una terna con los nombres de los candidatos a suceder Francisco Barbosa como fiscal general de la Naci¨®n a partir de febrero de 2024. Pero la ¨²ltima palabra la tiene la Sala Penal de la Corte, que puede simplemente devolverle su lista y no nombrar a nadie. No ser¨ªa la primera vez que ocurre. En el segundo mandato de ?lvaro Uribe, enfrentado contra la Justicia para las investigaciones que se?alaban a pol¨ªticos de su partido con el paramilitarismo, la Corte rechaz¨® la terna del presidente. Uribe se fue del poder sin nombrar fiscal general tras intentarlo durante m¨¢s de un a?o.
Llegar a ese punto, ser¨ªa demoledor para uno de los proyectos principales de Petro. La paz total, esa idea que trata de acabar por la v¨ªa de la negociaci¨®n con todos los grupos criminales del pa¨ªs, necesita el apoyo de la justicia para poder implementarse. Barbosa, ternado por el expresidente conservador Iv¨¢n Duque, no es el mejor compa?ero para esa batalla. En los ¨²ltimos meses ha mostrado p¨²blicamente su rechazo a la propuesta del presidente. Lo ha acusado de ser ben¨¦volo con los narcotraficantes, de beneficiar a los criminales e incluso lleg¨® a decir que con sus reformas, ¡°Pablo Escobar ¨Del narco colombiano m¨¢s conocido de la historia¨D estar¨ªa feliz¡±.
Ese fue solo uno de los episodios entre Barbosa y Petro, en los que siempre ha sido el presidente el que ha tratado de templar los nervios. Hace justo un mes se reuni¨® con el fiscal general para tender puentes, pero las posibilidades de que detr¨¢s de esta relaci¨®n surja algo parecido a una amistad se esfuman con el paso de los d¨ªas. La semana pasada la crisis parec¨ªa una ruptura. Petro estaba esos d¨ªas en Espa?a, en una visita de Estado en la que recibi¨® todos los honores. Dio un discurso en el Congreso, se reuni¨® con el presidente Pedro S¨¢nchez, se encontr¨® y cen¨® con los Reyes. Nada parec¨ªa que pudiera enturbiar esa cita en Europa, pero Petro siempre tiene tiempo para un tuit incendiario.
En este caso le dijo al fiscal por redes sociales que, como jefe del Estado, era tambi¨¦n su jefe. Este, iracundo, le contest¨® llam¨¢ndolo dictador. El presidente de la Corte Suprema de Justicia envi¨® un comunicado poco despu¨¦s cerrando filas con Barbosa y pidi¨¦ndole al presidente ¡°sensatez, respeto y cordura¡±. Ya desde Portugal, Petro envi¨® un comunicado conciliador. Desde ese momento, se empez¨® a trabajar desde el Ejecutivo para tratar de acordar una reuni¨®n con las altas cortes para rebajar la tensi¨®n. En la cita del martes estuvieron el presidente de la Corte Suprema de Justicia, el del Consejo de Estado, la de la Corte Constitucional y el de la Judicatura. Era la c¨²pula de la Justicia recibiendo al presidente.
Petro no hizo declaraciones a la salida, pero la Corte emiti¨® un comunicado en buen tono. No solo aseguraron coincidir con el presidente ¡°en la necesidad de mantener el firme compromiso de encauzar las diferencias a trav¨¦s de los mecanismos institucionales, dentro del respeto irrestricto a la autonom¨ªa e independencia judicial¡±, sino que invitaron ¡°a todos los actores institucionales, pol¨ªticos y sociales a acompa?ar el prop¨®sito com¨²n de avanzar dentro del estricto marco de sus competencias, en la colaboraci¨®n arm¨®nica entre las distintas ramas del poder p¨²blico para el cumplimiento efectivo de los fines esenciales del Estado, as¨ª como a preservar un di¨¢logo franco, directo y constructivo¡±. No se cit¨® en ning¨²n caso a Barbosa, pero esta ¨²ltima frase podr¨ªa interpretarse como una llamada de atenci¨®n a las constantes injerencias pol¨ªticas del fiscal general, al que muchos analistas ven ya calentando para una candidatura presidencial de la derecha en 2026.
Ahora habr¨¢ que ver si la paz es duradera. Los ejemplos anteriores de presidentes que chocaron con la Justicia no se resolvieron a favor del Ejecutivo. El caso m¨¢s sonado fue el del expresidente Uribe. La Corte Suprema investig¨® las alianzas entre paramilitares y pol¨ªticos, todos ellos de la coalici¨®n de Uribe, incluido a su primo y heredero del poder en Antioquia, Mario Uribe. El presidente se molest¨® mucho. El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), conocida como polic¨ªa pol¨ªtica, investig¨® e intercept¨® ilegalmente comunicaciones de magistrados. La ruptura entre los dos poderes fue total. Cuando lleg¨® al hora de relevar al fiscal general, Uribe choc¨® contra un muro. No aceptaron sus nombres y el cargo no se relev¨® hasta que lleg¨® Juan Manuel Santos a la Presidencia y present¨® su propia terna, lo que Uribe entendi¨® como una de las primeras traiciones de su sucesor.
Tambi¨¦n Duque se vio en problemas con la Justicia cuando objet¨® la Ley estatutaria para crear la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el tribunal que naci¨® a ra¨ªz del proceso de paz con las FARC. La Corte Constitucional no le dio la raz¨®n y, aunque las consecuencias no llegaron tan lejos como su mentor Uribe, esto limit¨® su acci¨®n pol¨ªtica. Ernesto Samper fue otro de los presidentes a los que la justicia acorral¨®, al ser investigado su entorno haber recibido dinero del cartel de Cali durante su campa?a. Samper logr¨® acabar su mandato, pero m¨¢s bien por el hecho de que en Colombia no ha dimitido desde hace m¨¢s de 50 a?os. Su Gobierno se limit¨® desde entonces a ver pasar los d¨ªas hasta las elecciones y no dejarse tumbar.
La independencia de los magistrados de la Corte Suprema respecto al poder pol¨ªtico es total. M¨¢s all¨¢ de que el presidente acota el nombramiento del fiscal general con una lista, el resto de cargos no pasan por el Ejecutivo. Son los propios magistrados los que eligen a sus sucesores por un periodo de ocho a?os. Los que estaban cuando se neg¨® la lista de Uribe (2009-2010) ya no est¨¢n, pero s¨ª los que estos seleccionaron para su continuidad. Esos son a los que Petro necesita de su lado para que el pr¨®ximo fiscal salga de su listado y no se convierta en una piedra en el camino de la paz total. El presidente sabe que en un enfrentamiento con la Justicia lleva todas las de perder.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.