¡®ELN entre fusiles y di¨¢logos¡¯: un p¨®dcast desde las entra?as de la ¨²ltima guerrilla en armas en Colombia
Los periodistas Mar¨ªa Elvira Samper y Juan David Laverde publican una exhaustiva investigaci¨®n de dos a?os sobre el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional

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¡°La gente dec¨ªa que era el fin del mundo. No sab¨ªamos que era ese atentado¡±. Luz Mery Estrada se salv¨® de morir la madrugada del 18 de octubre de 1998 en Machuca, un peque?o caser¨ªo de unos mil habitantes en el nordeste de Antioquia, a orillas del r¨ªo Pocun¨¦. Su testimonio es escalofriante. ¡°Donde el ni?o grande no se levante a llamarme, nos calcinamos todos¡±, relata. La llamarada le golpe¨® el rostro. A pesar de las quemaduras, corri¨® a refugiarse en la monta?a para proteger a sus dos hijos. Cerca de las dos de la ma?ana, guerrilleros del ELN hab¨ªan dinamitado el Oleoducto Central, muy cerca de la poblaci¨®n. M¨¢s de 22.000 barriles de petr¨®leo se vertieron al r¨ªo, los gases del petr¨®leo que arrastraron las aguas entraron en combusti¨®n y las llamas devoraron lo que encontraron a su paso. Ese d¨ªa murieron 84 personas y otras 30 quedaron heridas. Fue el infierno en la tierra.
La detallada reconstrucci¨®n de la masacre de Machuca la narran los periodistas Mar¨ªa Elvira Samper y Juan David Laverde en el p¨®dcast ELN entre fusiles y di¨¢logos, una serie documental de la productora Bumbox que presenta una juiciosa y honda investigaci¨®n de m¨¢s de dos a?os que recorre la historia de la ¨²ltima guerrilla en armas en Colombia. Va desde su nacimiento hace 60 a?os, bajo el influjo de la revoluci¨®n cubana, hasta la suspensi¨®n de los di¨¢logos de paz con el Gobierno de Gustavo Petro por la violenta arremetida guerrillera de comienzos de a?o en la regi¨®n del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, que deja m¨¢s de 50.000 desplazados.
La tragedia de Machuca hace parte del sexto cap¨ªtulo, ¡°Cronolog¨ªa de la barbarie¡±, que se detiene en diez de los cr¨ªmenes m¨¢s documentados del ELN para escuchar las voces de las v¨ªctimas. Entre ellos, el asesinato de monse?or Jes¨²s Emilio Jaramillo en Arauca (1989), el prolongado cautiverio de decenas de pasajeros secuestrados de un avi¨®n Fokker 50 de Avianca que cubr¨ªa la ruta entre Bucaramanga y Bogot¨¢ (1999) o el secuestro tambi¨¦n masivo de la iglesia La Mar¨ªa, en Cali, con 194 personas el m¨¢s grande perpetrado en la historia de Colombia (1999). Tambi¨¦n otros recordados atentados como el carrobomba en una escuela de cadetes en Bogot¨¢ que caus¨® 23 muertos (2019). M¨¢s de 450.000 personas murieron por cuenta del conflicto armado entre 1985 y 2018, de acuerdo con la Comisi¨®n de Verdad. Al ELN se le atribuyen en ese lapso m¨¢s de 17.000 homicidios y m¨¢s de 9.000 secuestros.
La ¨²ltima guerrilla en armas se volvi¨® a sentar en una mesa de conversaciones en busca de un acuerdo de paz, por primera vez con un Gobierno de izquierdas. En octubre de 2022, en los primeros meses del periodo de Petro, que se propon¨ªa sacar adelante de manera expr¨¦s la en¨¦sima negociaci¨®n con los elenos, Samper y Laverde comenzaron a sumergirse en expedientes, a escarbar archivos judiciales y recabar registros sonoros. La empresa era ambiciosa. Tanto las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia como el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional nacieron en 1964. Mientras las FARC ten¨ªan un origen campesino, el ELN naci¨® inspirado por la revoluci¨®n cubana, y despu¨¦s fue influido por la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, con protagonismo de varios curas espa?oles. El primer cap¨ªtulo del p¨®dcast incluso se remonta m¨¢s atr¨¢s, hasta el Bogotazo, los disturbios provocados por el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gait¨¢n en 1948. Busca entender qu¨¦ se estaba incubando en la sociedad colombiana antes de la efervescencia de las guerrillas, que se produjo tras el ascenso de Fidel Castro en La Habana.
¡°?Cu¨¢l es nuestra obsesi¨®n? Hacer memoria. No podemos seguir entrando a contar la guerra desde la coyuntura¡±, enfatiza Laverde, periodista investigativo de Noticias Caracol. ¡°Mar¨ªa Elvira y yo llevamos a los oyentes a que una polifon¨ªa de voces autorizadas vayan contando, reconstruyendo, esa historia, ese universo que hay alrededor de lo que ha sido el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional¡±, explica. Ese mosaico incluye excombatientes, acad¨¦micos, negociadores de paz, soci¨®logos y expertos de todo tipo en el conflicto armado colombiano. ¡°Es la ¨²ltima guerrilla que queda de las originadas en los 60, en la Guerra Fr¨ªa, entonces quer¨ªamos tomar distancia, no pod¨ªamos pegarnos a la coyuntura. El anuncio de Petro de que iba a negociar en el marco de la paz total fue el pretexto para meternos en las entra?as del ELN¡±, lo complementa Samper, una de las periodistas m¨¢s reconocidas de Colombia, en un derroche de sinton¨ªa.
El resultado es una serie documental de 13 cap¨ªtulos que exploran con lujo de detalles, entre muchas otras historias, el mito de Camilo Torres, el cura rebelde que muri¨® en uno de sus primeros combates en 1966. La operaci¨®n Anor¨ª, de 1973, que dej¨® a la guerrilla al borde de desaparecer. La manera en que volvi¨® a expandirse a partir de la extorsi¨®n al sector petrolero, con Arauca como su tabla de salvaci¨®n. Tambi¨¦n c¨®mo ha ido mutando hasta convertirse en un grupo binacional, activo a ambos lados de la porosa frontera con Venezuela, o los m¨²ltiples portazos a incontables intentos de paz. Adem¨¢s, una extensa entrevista en La Habana con Pablo Beltr¨¢n, el ¨C?otrora?¨C jefe negociador del ELN con el Gobierno Petro.
A los elenos parece haberlos dejado el tren de la historia. El dogmatismo de la comandancia, y una estructura m¨¢s confederada, dificultan cualquier negociaci¨®n de paz. El problema del ELN ahora pasa tambi¨¦n por Venezuela, coinciden los dos periodistas. ¡°Es una guerrilla muy compleja, adem¨¢s penetrada por el narcotr¨¢fico¡±, al que est¨¢ dedicado un cap¨ªtulo, apunta Samper. Laverde, su socio, destaca otro episodio, el que relata las repercusiones ambientales de atentar sistem¨¢ticamente contra el oleoducto. ¡°M¨¢s de cuatro millones de barriles se han derramado en los ¨²ltimos 40 a?os, y a nadie parece importarle lo que ha pasado con los ecosistemas protegidos de Colombia¡±, se lamenta.
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