Danilo Rueda: ¡°Es la primera vez que el ELN dispone un cese bilateral del fuego de seis meses; es hist¨®rico¡±
El alto comisionado de Paz de Colombia, encargado de negociar con la guerrilla, se felicita por un acuerdo que da ox¨ªgeno a Petro en un momento muy complicado de su Gobierno
Danilo Rueda tiene en sus manos cambiar el ciclo pol¨ªtico en Colombia. El presidente ha perdido la iniciativa. Sus opositores han olido sangre en las confesiones de Armando Benedetti, su exjefe de campa?a, sobre una posible financiaci¨®n irregular de su candidatura a la presidencia. Petro parece atrapado en esa narrativa que le impide avanzar. Y Rueda puede este jueves dar un golpe de mano. El comisionado de Paz ha acordado un cese del fuego con el ELN (Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional de Colombia) que puede devolver al Gobierno a la senda de los logros. No ha sido sencillo. Los guerrilleros, acostumbrados a los tiempos inescrutables de la selva, se han resistido durante meses, d¨¢ndole a entender a Petro que a ellos nadie, ni siquiera el portador de la banda presidencial, les mete prisa. Rueda, un entrevistado algo esquivo, responde desde La Habana, Cuba.
Pregunta. ?C¨®mo va a ser el alto el fuego? ?Nacional? ?Regional?
Respuesta. Ser¨¢ de orden nacional. Es la primera vez que el ELN se dispone a un cese bilateral de seis meses. Nunca antes se ha logrado esto en un proceso de paz con esta guerrilla. Avanzamos significativamente.
P. ?Implica a otros grupos armados?
R. Esta apuesta de la paz es integral y pretende ser definitiva. Esa es la paz total. Este es un proceso in¨¦dito en el mundo. Es ambicioso, pero tambi¨¦n realista. Pretende lograr simult¨¢neamente avances con los procesos de paz urbana, con la EMC [Estado Mayor Central], la Segunda Marquetalia [ambas escisiones disidentes de las FARC], con el Clan del Golfo y con las Autodefensas de Sierra Nevada ¡ªtodos ellos grupos levantados en armas¡ª. Su centro son las voces y las historias de millares de personas que siguen sufriendo diversas formas de violencias armadas. Y la deslegitimaci¨®n de las violencias por razones pol¨ªticas y de lucro.
P. Da la sensaci¨®n que usted es un apagafuegos del presidente. ?l le mete en l¨ªos con el ELN (dijo hace poco que la raz¨®n de ser de la guerrilla era el narcotr¨¢fico, lo que gener¨® una crisis profunda en la negociaci¨®n) y usted los amortigua.
R. Es una percepci¨®n errada: aqu¨ª no hay fuegos que apagar. Nuestro prop¨®sito es apagar el fuego de las m¨²ltiples violencias armadas que tantas v¨ªctimas nos han generado. Hay decisiones ¨¦ticas y pol¨ªticas que se basan en los territorios, en las exigencias de las comunidades que siguen padeciendo violencia. Todo ello se enmarca en la pol¨ªtica de paz. Ese es nuestro norte, ese es nuestro d¨ªa a d¨ªa, con pasos incomprendidos, con reveses, pero con el convencimiento de que es lo correcto en este momento.
P. ?Reza alguna vez por el proceso de paz?
R. Todos los d¨ªas me despierto con las voces de las comunidades que siguen reclamando a viva voz, en silencio, en cartas, en escritos, en v¨ªdeos, la paz con justicia social y ambiental. Eso es lo que me motiva y me da fuerza para respirar, no desfallecer, llegar al sue?o y cumplir el prop¨®sito de este gobierno: la paz definitiva.
P. ?Qui¨¦n es su interlocutor con Petro ahora que no est¨¢ Laura Sarabia?
R. Siempre, mi interlocutor ha sido el presidente Gustavo Petro.
P. ?Cu¨¢ndo se va a poner en marcha la mesa de Itag¨¹i, el proceso de paz con bandas urbanas?
R. El espacio socio-jur¨ªdico se instal¨® en la c¨¢rcel de Itag¨¹i el pasado viernes. Y luego en el ¨¢rea metropolitana, en Bello, tuvimos un acto con participaci¨®n de j¨®venes y mujeres que respaldaron su construcci¨®n. Hay signos de esperanza para lograr el cese de las violencias urbanas en Medell¨ªn y el Valle de Aburr¨¢.
P. Los negociadores con las FARC durante la etapa de Juan Manuel Santos dicen que usted cedi¨® demasiado con el ELN. ?Qu¨¦ opina?
R. Desconozco qu¨¦ han dicho sobre este proceso. Estamos dialogando y nuestra delegaci¨®n, encabezada por Otty Pati?o, demuestra con creces que la pluralidad, la inclusi¨®n y el di¨¢logo genera cambios y resultados positivos para la resoluci¨®n de la conflictividad armada que padece nuestro pa¨ªs.
P. Usted tuvo trato con el embajador Benedetti cuando el ciclo se celebr¨® en Caracas. ?C¨®mo ha visto su salida fulminante?
R. Con el doctor Benedetti tuvimos di¨¢logos muy cortos, siempre respetuosos. Ya hay un nuevo embajador y una pol¨ªtica del Gobierno que sigue su curso.
P. La reducci¨®n de la deforestaci¨®n en la selva depende de la buena voluntad del EMC, que domina esos territorios. ?Encuentra una verdadera voluntad de su parte?
R. La pol¨ªtica de Petro es lograr reconstruir el estado social y forestal de derecho. Esa es la paz. Es la atenci¨®n prioritaria para enfrentar las desigualdades con las que viven millones de colombianos. Y que quedaron manifestadas y reveladas en medio del estallido social. Los gestos del EMC con respecto a los asuntos ambientales han sido novedosos e importantes. Pero hay que se?alar que las pol¨ªticas ambientales de nuestro Gobierno son absolutamente transformadoras en la perspectiva con justicia social y ambiental.
P. ?Hay mayor presi¨®n sobre usted ahora que hay m¨¢s problemas en el Gobierno? ?Petro necesita resultados en un momento delicado?
R. Las responsabilidades ante el pa¨ªs son las mismas en materia de paz desde el 7 de agosto del a?o pasado [cuando empezaron las conversaciones con el ELN]. Aqu¨ª est¨¢ en juego el presente y el futuro de ni?os y j¨®venes y el bienestar y el bello existir de colombianos y colombianas. Es una oportunidad hist¨®rica, que nunca hab¨ªamos tenido. Eso significa generar confianza; enfrentar los miedos que vive nuestra sociedad, a veces imbuida en la desinformaci¨®n. Dar esa confianza de que la paz genera prosperidad.
P. ?Ha habido alg¨²n acercamiento con Segunda Marquetalia y con Iv¨¢n M¨¢rquez ¨²ltimamente?
R. El proceso contin¨²a en una fase de confidencialidad. Esperamos resolver algunos escollos para avanzar.
P. ?Cu¨¢l es el estado de salud de M¨¢rquez, el guerrillero que sufri¨® un atentado el a?o pasado y qued¨® ciego de un ojo?
R. En la ¨²ltima conversaci¨®n que sostuve con M¨¢rquez lo observ¨¦ bien, l¨²cido, con una lectura de la realidad muy coherente y consistente.
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