Colombia se cansa en un a?o del Gobierno del cambio: el 61% desaprueba a Petro
El presidente, que inici¨® el mandato en agosto de 2022 con un 56% de apoyo y apenas un 20% de desaprobaci¨®n, trata de retomar la iniciativa despu¨¦s de varias crisis que han hundido su popularidad
Hab¨ªa arrancado bien la semana para Gustavo Petro despu¨¦s de dos meses de malas noticias y crisis varias, pero el presidente no levanta cabeza, y por momentos literalmente. A veces, es necesario cambiar de escenario para cambiar el guion, y eso intentaba Petro al trasladar su Gobierno a La Guajira estos d¨ªas, una regi¨®n generalmente olvidada en el lapso que corre entre una muerte de un ni?o por malnutrici¨®n y otra. En esa zona donde el agua que beben las comunidades ind¨ªgenas es de color marr¨®n, el presidente sufri¨® una intoxicaci¨®n que lo oblig¨® a alterar la agenda. Saltaron las alarmas, pero ¨¦l mismo confirm¨® que estaba mejor pasadas unas horas. En esa convalecencia debi¨® tener una revelaci¨®n. Por primera vez desde que es presidente abandon¨® los lugares comunes sobre la guerra de Ucrania y conden¨® en¨¦rgicamente a Rusia, lo que lo congraci¨® durante un rato con la -normalmente furibunda- sociedad tuitera. Dur¨® poco, a ¨²ltima hora de la tarde se conoci¨® la ¨²ltima encuesta bimensual de Invamer. El presidente, que en agosto de 2022 inici¨® su mandato con un 56% de apoyo y solo un 20% de rechazo, tiene ahora un 61% de desaprobaci¨®n. Una ca¨ªda sin frenos.
El presidente mantuvo hasta febrero la aprobaci¨®n por encima de la desaprobaci¨®n. En ese primer semestre se aprobaron la ley de la paz total y la reforma tributaria, se restablecieron las relaciones con Venezuela, se instal¨® la mesa de di¨¢logo con la guerrilla del ELN y se firm¨® un sonado acuerdo para comprarle tierras a los ganaderos y entreg¨¢rselas a campesinos sin propiedad. Hoy la aprobaci¨®n ha bajado hasta un 33%. Es el resultado al examen que los colombianos hacen a los dos ¨²ltimos meses de Gobierno, en los que Petro nombr¨® a un nuevo gabinete m¨¢s a la izquierda que el primero, rompi¨® la coalici¨®n que le daba la mayor¨ªa en el Congreso y vio estrellarse todos sus proyectos de reformas.
No solo eso. La encuesta recoge el sentir de la ciudadan¨ªa despu¨¦s del esc¨¢ndalo del pol¨ªgrafo a la ni?era de su exjefa de gabinete, Laura Sarabia, de los tel¨¦fonos interceptados a las empleadas del hogar haci¨¦ndolas pasar por miembros del clan del Golfo, del suicidio de un coronel que trabajaba en la seguridad del presidente, de los audios del embajador de Venezuela, Armando Benedetti -que a¨²n es embajador-, amenazando con acabar con el Gobierno si hablaba sobre la financiaci¨®n ilegal de la campa?a. De este mismo, tambi¨¦n jefe de campa?a de Petro, reconociendo que sus palabras eran fruto de mezclar ira y alcohol. En fin, dos menses horribilis de libro que el presidente trata de conjurar cuando a¨²n quedan tres a?os de mandato.
El pesimismo pol¨ªtico se refleja en casi todos los indicadores. La vicepresidenta Francia M¨¢rquez tiene una desaprobaci¨®n del 52% frente a un 26% de apoyo, el 70% de los colombianos cree que las cosas est¨¢n empeorando en el pa¨ªs y un 61% opina que la pol¨ªtica de paz del Gobierno va por mal camino. Adem¨¢s, el 16% cree que el principal problema del pa¨ªs es el ¡°mal gobierno¡±, superando a la corrupci¨®n.
Las horas bajas del Gobierno de izquierdas, el primero que conocen varias generaciones de colombianos, tiene un efecto inmediato en el otro extremo pol¨ªtico. No se puede hablar a estas alturas de una derechizaci¨®n del pa¨ªs en el que hace apenas un a?o 11 millones de personas votaron por Petro, pero es significativo que el 49% de los encuestados tengan una imagen favorable de Nayib Bukele, el autoritario presidente de El Salvador. Solo un 10% ve con malos ojos a un gobernante acusado por organizaciones y se?alado por numerosos pa¨ªses de atentar contra los derechos humanos en su estrategia de seguridad contra las pandillas.
Colombia no es una excepci¨®n a la bukelizaci¨®n que se extiende por la regi¨®n en manos de pol¨ªticos opositores de ultraderecha o populistas que ven en el salvadore?o un ¨ªdolo a imitar. Sus ¨ªndices de aprobaci¨®n interna por encima del 90% por haber acabado con la violencia en El Salvador se han convertido en la receta a imitar para tratar de contrarrestar las ¨²ltimas victorias de la izquierda en pa¨ªses latinoamericanos como Chile, Colombia, Brasil o M¨¦xico. La simpat¨ªas por este tipo de pol¨ªticas basadas en la mano dura, la ley y el orden no dejan de crecer en una regi¨®n hist¨®ricamente marcada por la violencia.
Como alivio para el presidente Petro, no es f¨¢cil aprobar el examen pol¨ªtico de los colombianos. Tanto su antecesor Iv¨¢n Duque como el expresidente Juan Manuel Santos (sobre todo en su segundo mandato) se movieron en una aprobaci¨®n del entorno del 30%, incluso menos, y una desaprobaci¨®n superior al 70% durante gran parte de sus gobiernos. El pesimismo nacional tampoco se puede achacar a los ¨²ltimos tiempos. Seg¨²n el hist¨®rico de la Invamer, desde 2011 los colombianos consideran que las cosas siempre van a peor. Solo ?lvaro Uribe, el expresidente que gobern¨® de 2002 a 2010, rompi¨® esa inercia al suspenso y logr¨® cotas de popularidad alt¨ªsimas (superiores al 85%) gracias, precisamente, a una pol¨ªtica de seguridad muy cuestionada por la historia pero que en su momento fren¨® el desangre de los peores a?os de la guerra en Colombia.
En pocas cosas se parecen Uribe y Petro, pero hay que reconocerle al primero que la idea de trasladar el Gobierno durante unos d¨ªas a alg¨²n lugar apartado de la burocracia de Bogot¨¢ fue suya. En 2003, el gran l¨ªder de la derecha colombiana gobern¨® tres d¨ªas desde Arauca, un lugar entonces paralizado por el miedo y acorralado por la violencia. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, el gran l¨ªder de la izquierda decretar¨¢ este jueves la emergencia econ¨®mica y social en La Guajira, un lugar paralizado por la pobreza y acorralado por el hambre. El presidente trata de retomar la iniciativa y superar las crisis pol¨ªticas reorganizando prioridades. En dos meses, volver¨¢ a someterse a las encuestas.
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