Es la paz, est¨²pidos
Vino la constituyente de 1991 y retornaron las ilusiones de una paz duradera que no se perfeccion¨®. El conflicto prosigui¨® con su rastro de sangre. El pa¨ªs no supera la crisis
Bill Clinton gan¨® la batalla electoral de Estados Unidos de 1993 apelando a un sentimiento que afectaba al norteamericano com¨²n y corriente, vale decir a las mayor¨ªas: ¡°Es la econom¨ªa, est¨²pido¡±. El pa¨ªs hab¨ªa terminado en 1992 con la mayor tasa de paro. Hubo un estallido social en la ciudad de Los ?ngeles.
En Colombia, ese sentimiento que afecta a todos sus habitantes ha sido la violencia guerrillera desde 1958, cuando naci¨® el bandolerismo de liberales en contra de los ¡°comunistas y los godos¡±. Las FARC nacen como resultado del asesinato de Jacobo Pr¨ªas Alape, Charro Negro, por la espalda. Su muerte, seg¨²n Manuel Marulanda V¨¦lez, Tirofijo, ¡°fue una componenda entre Mariachi ¨Del alias del bandolero Jes¨²s Mar¨ªa Oviedo¨D, la Polic¨ªa y el Ej¨¦rcito. As¨ª comenzaba para nosotros (las FARC) una nueva situaci¨®n en la regi¨®n de Marquetalia¡±. Testimonio recogido del libro de Arturo Alape La paz, la violencia: Testigos de excepci¨®n (Planeta, 1985).
Desde entonces estamos en guerra, lo que s¨®lo ha producido muerte, secuestros y tortura. Para combatir ese flagelo, hemos dise?ado unos mecanismos denominados procesos de paz, para lo cual se crearon unas comisiones desde 1981, cuando el presidente Julio C¨¦sar Turbay Ayala, como jefe del Estado, atendiendo una sugerencia del expresidente Carlos Lleras Restrepo, cre¨® un comit¨¦ de paz, integrado por civiles y militares, que se encargara de ¡°estudiar la dif¨ªcil situaci¨®n de orden p¨²blico que viv¨ªa Colombia¡±, y que formulara ¡°recomendaciones para construir un ambiente favorable para la terminaci¨®n del conflicto con las guerrillas¡±. Y lo design¨® a ¨¦l ¨Da Lleras¨D para presidirla. Los civiles y los militares que formaron parte de la junta hicieron unas recomendaciones y renunciaron por considerar que sus propuestas no hab¨ªan merecido la atenci¨®n del Gobierno.
En 1982, el presidente Belisario Betancur resucit¨® la comisi¨®n, incluido Lleras Restrepo, quien por motivos de salud se volvi¨® a retirar. Lo reemplaz¨® el exministro Otto Morales Ben¨ªtez, quien tambi¨¦n sac¨® la mano alegando que hab¨ªa ¡°enemigos agazapados de la paz¡±. En su reemplazo lleg¨® el exministro John Agudelo R¨ªos, y bajo su batuta se hicieron unos acuerdos con las FARC en marzo de 1984; se cre¨® la Uni¨®n Patri¨®tica (UP) ¨Dun partido pol¨ªtico de orientaci¨®n de izquierda con participaci¨®n de miembros de la guerrilla, lo que ocasion¨® una fuerte reacci¨®n de los enemigos agazapados de la paz¨D y apareci¨® una fuerza paramilitar que la extermin¨®. Se reconstruyeron las comisiones para dialogar con otros grupos subversivos: el M-19 y el Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL), pero la tensi¨®n fue creciendo. La toma violenta del Palacio de Justicia y los cr¨ªmenes contra los dirigentes de la UP explotaron los ¨¢nimos y regres¨® la guerra con todos sus horrores.
El presidente Virgilio Barco cre¨® la Consejer¨ªa para la Reconciliaci¨®n, Normalizaci¨®n y Rehabilitaci¨®n. La subversi¨®n tambi¨¦n movi¨® sus fichas. Se constituy¨® la Coordinadora Sim¨®n Bol¨ªvar por parte de las FARC, el M-19, el EPL, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y el Quint¨ªn Lame. Su consejero, Rafael Pardo, logr¨® la desmovilizaci¨®n del M-19. Se formalizaron acuerdos con el EPL, el PRT y el Quint¨ªn Lame. Las preocupaciones disminu¨ªan, pero los enemigos agazapados no descansaban para darle un golpe a la paz. Asesinaron a sangre fr¨ªa a cuatro candidatos presidenciales en la campa?a de 1990: Jaime Pardo Leal, Luis Carlos Gal¨¢n, Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro fueron sacrificados cobardemente. Se repiti¨® la guerra y la conmoci¨®n se apoder¨® del esp¨ªritu nacional.
El presidente Cesar Gaviria continu¨® la pol¨ªtica de paz de su antecesor con el consejero Jes¨²s Antonio Bejarano, quien asumi¨® las negociaciones con la Coordinadora Sim¨®n Bol¨ªvar. Hubo di¨¢logos en Venezuela y M¨¦xico. M¨¢s tarde fue vilmente asesinado. Vino la constituyente de 1991 y retornaron las ilusiones de una paz duradera que no se perfeccion¨®. El conflicto prosigui¨® con su rastro de sangre. El pa¨ªs no supera la crisis. La paz, esquiva, volver¨¢ en este espacio el pr¨®ximo jueves.
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