Petro tiene al enemigo en casa
El presidente batalla contra la construcci¨®n de un clima de opini¨®n en su contra, pero los golpes m¨¢s certeros los recibe de su entorno m¨¢s cercano. El ¨²ltimo, de su propio hermano
Gustavo Petro tiene identificado al enemigo externo. Se trata, seg¨²n ¨¦l, de un poder empresarial y medi¨¢tico que genera un clima de opini¨®n en su contra, haga lo que haga. El establishment ¨Dotra forma de nombrarlo¨D tiene la capacidad de manejar la conversaci¨®n y modificar las percepciones de lo que ocurre en la realidad. Petro se mira en el espejo de su colega Pedro S¨¢nchez, el presidente espa?ol, a quien le hab¨ªan organizado el funeral antes de las ¨²ltimas elecciones, las encuestas lo daban por finiquitado. Los sondeos no fueron capaces de detectar lo que se mov¨ªa bajo radar, fuera de lo que se considera la opini¨®n p¨²blica. Ese punto ciego es el que, creen en el Gobierno, utiliza el enemigo externo para menoscabar a Petro en su d¨ªa a d¨ªa. Entre los funcionarios de la Casa de Nari?o existe un consenso generalizado acerca de esta tesis. Con lo que no contaba el presidente, ni nadie de su alrededor, es con el adversario interior, con el fuego amigo, con la ira volc¨¢nica y las delaciones de la sangre de su sangre.
Los golpes m¨¢s certeros que le han propinado a Petro en su primer a?o en el poder provienen de su gente m¨¢s cercana. El ¨²ltimo en crear una pol¨¦mica gratuita a su alrededor ha sido Juan Fernando, su hermano menor, el mismo que en campa?a hizo todo lo posible para que no fuese elegido presidente ¨Dse entiende que involuntariamente¨D. Juan Fernando particip¨® en un programa de reportajes semanales llamado Los Informantes y dijo esto:
¨DCuando ¨¦ramos j¨®venes, ¨¦ramos personas muy divertidas. Cuando empez¨® la adolescencia hubo un cambio brutal tanto en ¨¦l como en m¨ª. Mi pap¨¢ nos llev¨® al psic¨®logo y el psic¨®logo dijo que tenemos el s¨ªndrome ese de autismo... Asperberguer (Asperger quer¨ªa decir)... Hay momentos que podemos estar con 10.000 personas, pero de pronto no estamos ah¨ª. Aunque estemos f¨ªsicamente. El caso de Gustavo es todav¨ªa m¨¢s intenso que el m¨ªo.
Hecha la revelaci¨®n, dice m¨¢s sobre su hermano:
¨D?l habita su propio universo que est¨¢ en su cabeza ¨Dexplica mientras hace c¨ªrculos con el dedo en el aire¨D. A veces el mundo no existe all¨¢ afuera, y su capacidad... porque ni siquiera ¨¦l es inteligente, desde mi perspectiva ¨¦l es genio... eso lo separa m¨¢s del promedio de la gente. No es porque ¨¦l sea presumido o prepotente u orgulloso, sino por la condici¨®n misma.
La noticia se difundi¨® enseguida con un titular sonoro: el presidente tiene Asperger. Los medios lo usaron para darle sentido a muchas de las disfuncionalidades que ven en ¨¦l. Lo abordaron como si fuera una discapacidad limitante que pon¨ªa en duda su idoneidad en el cargo. Pero el Asperger no es una enfermedad, sino una condici¨®n, y quien la tiene puede llevar una vida ¡°plena y significativa¡±, como ha escrito estos d¨ªas la Universidad de los Andes a cuenta del debate p¨²blico. Se puede decir que Petro ha llevado una vida significativa. Fue muy pronto un guerrillero-activista, m¨¢s tarde un congresista brillante ¨Deso lo reconocen hasta sus enemigos¨D, lleg¨® a ser alcalde de Bogot¨¢ y con ese impulso se convirti¨® en el primer presidente de izquierdas de la era moderna colombiana. Los Andes tambi¨¦n hace referencia a los ataques de Ingrid Betancourt, antigua amiga de Petro, que duda de que pueda estar en el cargo, ya que, seg¨²n ella, el presidente sufre una depresi¨®n cr¨®nica. La universidad sostiene que los ataques pol¨ªticos que se hagan contra una persona haciendo referencia a estos asuntos solo ¡°instrumentalizan inadecuadamente aspectos relacionados con la dignidad humana¡±.
As¨ª que Petro ha tenido que desmentir en poco tiempo que sufra una depresi¨®n y que sea Asperger, sin que haya que juzgarlo por eso. El propio Juan Fernando rectific¨® al d¨ªa siguiente, dijo que sus afirmaciones hab¨ªan sido descontextualizadas ¨Dalgo dif¨ªcil de creer viendo la entrevista en televisi¨®n¨D. Petro tambi¨¦n reaccion¨® culpando a la prensa de haber malinterpretado sus palabras ¨Duna salida recurrente en el presidente, que ve en los medios al enemigo¨D. ¡°El presidente no est¨¢ enfermo¡±, concluy¨® Juan Fernando, aunque el Asperger, insistimos, no sea una enfermedad. Petro insisti¨® en su cuenta de X: ¡°Hay cosas que ya no entiendo en la relaci¨®n entre la prensa y mi familia. Pero esto me dej¨® boquiabierto. Algo pasa con mi hermano. Jam¨¢s he recibido un diagn¨®stico sobre el s¨ªndrome de Asperger. Es imposible que nos hayan diagnosticado ese s¨ªndrome cuando ¨¦ramos ni?os porque esa enfermedad solo empez¨® a diagnosticarse en 1994, ten¨ªa 34 a?os de edad, y dej¨® de estar en los tratados de diagn¨®sticos en el 2013, porque la ciencia la rechaz¨® como una enfermedad espec¨ªfica¡±. El ¡°algo pasa con mi hermano¡± se queda en el aire como el reproche de un hermano menor que, por unas dosis de protagonismo, es capaz de decir cualquier cosa. Juan Fernando no lleva bien la alargada sombra de su hermano mayor.
Pero no fue el ¨²nico asunto en el que meti¨® la pata. En esa misma entrevista da a entender que sus visitas a las c¨¢rceles para proponerles a narcotraficantes y condenados por corrupci¨®n que se sumasen a la paz total de su hermano durante la campa?a le hab¨ªan valido un mill¨®n de votos al hoy presidente en el Urab¨¢ Antioque?o, el Magdalena Medio y Norte de Santander, que hab¨ªan resultado fundamentales para la victoria. Vicky D¨¢vila, la directora de la revista Semana, se pregunt¨® de inmediato si aquello era verdad: ¡°Es urgente que el presidente Gustavo Petro le responda al pa¨ªs por lo que confiesa su hermano Juan Fernando Petro. Asegura que desde la c¨¢rcel le pusieron ¡°mill¨®n y pico de votos¡± y en zonas donde jam¨¢s hab¨ªa sacado votos el hoy mandatario. ?Lo eligieron desde las c¨¢rceles por el Pacto de La Picota?¡±. M¨¢s munici¨®n para la oposici¨®n a cuenta del verborr¨¢gico Juan Fernando. Resulta que ese dato, como comprob¨® Yann Basset, era falso. En esas regiones su rival, Rodolfo Hern¨¢ndez, dobl¨® en votos a Petro (875.000 frente a 420.00), por lo que queda claro que lo dicho por Juan Fernando era una falacia.
A Petro le llueven chuzos de punta de su familia. El caso m¨¢s importante es el de Nicol¨¢s Petro, su hijo mayor, a quien investiga la fiscal¨ªa por recibir dinero de personajes de dudosa cala?a para ingresar en las cuentas de la campa?a de su padre. Nicol¨¢s se qued¨® parte de ese dinero y se compr¨® una casa. Fue Day V¨¢squez, su exesposa, la que revel¨® la trama. El asunto ha distanciado a un padre y a un hijo que ya de por s¨ª ten¨ªan una relaci¨®n dif¨ªcil ¨DPetro no lo crio con su madre, form¨® otra familia¨D. El suyo ha sido el mayor esc¨¢ndalo con el que ha tenido que lidiar el presidente hasta ahora. Intent¨® verlo en el b¨²nker de la Fiscal¨ªa, pero Nicol¨¢s se neg¨® a recibirlo. Sin embargo, hace unas semanas Petro lo visit¨® en su casa de Barranquilla. Hablaron del hijo que esperaba Nicol¨¢s con su nueva pareja que, por cierto, acaba de nacer. Se llama Luka Samuel. Cuando se supo que tanto ¨¦l como Juan Fernando eran investigados por las autoridades, Petro dijo que dejaba el caso en manos de la justicia y que no iba a intervenir. Puso por delante su papel de presidente al de hermano y padre.
El problema de Petro no se limita a su familia. En campa?a form¨® un triunvirato con Armando Benedetti, un pol¨ªtico astuto que le consigui¨® muchos votos en la costa caribe colombiana, y la asistenta personal de este, Laura Sarabia. Se recorrieron Colombia con un avi¨®n privado en busca de un clima de apoyo que le aupara a la presidencia. Los tres pasaban 16 horas al d¨ªa juntos. Sarabia y Benedetti mataban por el candidato, que en meses ser¨ªa el presidente. Llegado el momento, este coloc¨® a Sarabia en el despacho de al lado, nombr¨¢ndola jefa de gabinete. A Benedetti, que arrastraba varias causas judiciales, lo envi¨® mucho m¨¢s lejos, a Caracas, como embajador. La relaci¨®n entre Sarabia y Benedetti se fue deteriorando a causa de los celos de ¨¦l y empezaron una guerra sorda que termin¨® con la revelaci¨®n de una ni?era que trabaj¨® para ambos de que hab¨ªa sido sometida al pol¨ªgrafo y tuvo el tel¨¦fono pinchado por unas escuchas ilegales. El conflicto escal¨® hasta convertirse en un asunto nacional que gener¨® una crisis en el Gobierno. Petro se vio obligado a destituirlos a ambos ¨Da ella la ha recuperado ahora para otro cargo relevante¨D con todo el dolor de su coraz¨®n. De nuevo, los problemas le surg¨ªan del interior, del vientre de su ejecutivo.
El enemigo, piensa Petro, acecha ah¨ª fuera, presto para zarandear a su Gobierno, a no dejarle avanzar e impedir sus reformas. Pero deber¨¢ incluso estar m¨¢s atento a quienes lo rodean, los que departen con ¨¦l en el d¨ªa a d¨ªa. En m¨¢s de una ocasi¨®n, el presidente ha dicho que el poder es un veneno que enloquece a los que lo ostentan, como si se colocaran el Anillo ?nico de Saur¨®n. Crea peque?os napoleones que confunden el camino. Esa puede ser la criptonita de Petro.
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