El d¨ªa en que Alfonso Cuar¨®n le rob¨® unos minutos de fama a Fernando Botero, y otras historias
Ana Piedad Jaramillo, amiga cercana de Botero, exdirectora del Museo de Antioquia y directora actual de la Fiesta del Libro de Medell¨ªn, recuerda algunos momentos ¨ªntimos de su relaci¨®n con el pintor
Fernando Botero y Alfonso Cuar¨®n se encontraron por casualidad en un peque?o restaurante de Pietrasanta, en el noroeste de la Toscana, en Italia. Ana Piedad Jaramillo, amiga cercana de Botero, exdirectora del Museo de Antioquia y actual directora de la Fiesta del Libro de Medell¨ªn, estuvo presente esa noche. ¡°Un d¨ªa est¨¢bamos comiendo y de pronto la gente dej¨® de interesarse por Botero. Hab¨ªa llegado el director de cine mexicano-brit¨¢nico Alfonso Cuar¨®n y las personas del restaurante comenzaron a pedirle fotos y aut¨®grafos¡±. Botero, dice Jaramillo, brome¨® medio celoso: ¡°Lleg¨® por fin alguien que me quit¨® la fama¡±. Al final de la noche, el director de Roma y Gravedad y el escultor de La mujer fumando terminaron sentados, riendo y conversando, en la misma mesa.
Ana Piedad Jaramillo recuerda los momentos especiales que vivi¨® con el artista colombiano m¨¢s universal de la historia, mientras asiste a una conmemoraci¨®n en la Plaza Botero de Medell¨ªn a la que acudieron este viernes cientos de personas de la ciudad para celebrar su arte y lamentar su muerte.
¡°Me acuerdo tambi¨¦n del d¨ªa en que ¨ªbamos caminando por un pueblito en La Toscana y pasamos al lado de una tienda de regalos en la que hab¨ªa muchas cosas piratas de Botero: pa?oletas, cuadros, reproducciones, ropa...¡±. Botero ten¨ªa una lucha profunda contra el contrabando y la pirater¨ªa, pero cuando entr¨® al lugar e iba a decir algo, la se?ora lo reconoci¨® y se le lanz¨® para agradecerle¡±. Jaramillo, que presenci¨® la escena, recuerda que la mujer le dijo a Botero que gracias a ¨¦l, sus hijos hab¨ªan podido estudiar. Conmovido, el maestro, fallecido este viernes a los 91 a?os, sonri¨®, la abraz¨® y no hizo ning¨²n reproche.
Las dos an¨¦cdotas reflejan rasgos que est¨¢n presentes en la obra y en la personalidad de Fernando Botero. El sentido del humor y la generosidad. Se hab¨ªan conocido cuando ¨¦l era jurado y curador de una convocatoria para un museo en Medell¨ªn y ella periodista. ¡°Cuando entr¨¦ como directora al Museo de Antioquia, lo busqu¨¦ y le escrib¨ª. Sab¨ªa que acababa de terminar su obra Viacrucis, de 64 cuadros y varios dibujos, y quer¨ªa exponerla en el museo¡±. Empezaron a tener una correspondencia frecuente por correo, ¨¦l acept¨® hacer la exposici¨®n y despu¨¦s decidi¨® donarla.
La raz¨®n de ese regalo, recuerda Jaramillo, fue que una noche Botero so?¨® que un ¨¢ngel le dec¨ªa que le diera su Viacrucis al museo. Esa fue su ¨²ltima gran donaci¨®n a la ciudad. Fue en el 2012, cuando estaba cumpliendo 80 a?os. El maestro Botero no solo don¨® la obra, sino que permiti¨® que la llevaran a varias ciudades del mundo. Estuvo en Portugal, en Chile, en Panam¨¢ y en otros pa¨ªses.
Ante la pregunta de c¨®mo recuerda a Botero, Ana Piedad Jaramillo responde sin dudar: ¡°Era una persona sencilla. Un hombre generoso. Pese a vivir en Grecia, en Italia, en M¨®naco, nunca se separ¨® de Medell¨ªn. Siempre estaba informado, le¨ªa las noticias locales, conoc¨ªa los escritores, sab¨ªa lo que pasaba¡±. Patrocinaba concursos para ni?os, ayudaba artistas emergentes, hac¨ªa donaciones. ¡°Tengo amigos artistas a quienes les regal¨® becas para estudiar¡±.
La ¨²ltima vez que ella y Botero se vieron fue en 2021. ¡°Lo visit¨¦ en M¨®naco, en su estudio; ese d¨ªa conversamos mucho¡±. Jaramillo cuenta que hasta la ¨²ltima semana de vida, Fernando Botero estuvo trabajando en su estudio en una serie de acuarelas. ¡°Era un lugar hermoso, con una vista impresionante sobre el mar Mediterr¨¢neo¡±. El sitio se lo hab¨ªa donado hace a?os el pr¨ªncipe Rainiero para que trabajara all¨ª de por vida. Ten¨ªa otro taller en Grecia y uno para trabajar los grandes formatos en Pietrasanta. ¡°Una noche de esa temporada nos invit¨® a comer en un restaurante y al llegar coment¨® ¡®ustedes saben que el lugar va a estar lleno de cuadros m¨ªos, pero si vienen ma?ana ya no habr¨¢ nada, los habr¨¢n quitado. Los ponen porque saben que reserv¨¦?¡±.
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