Alfonso Cuar¨®n: creatividad, genialidad y constancia

En 1989, Alfonso Cuar¨®n ten¨ªa 28 a?os. Estaba feliz: hab¨ªa dirigido por fin un episodio de una serie de televisi¨®n, Hora marcada, que desarrollaba historias fant¨¢sticas y de terror. Sentado en la antesala del despacho de un ejecutivo de la cadena, esperaba que le confirmaran que renovaba para la siguiente temporada. En la otra silla aguardaba un chaval de 25 a?os, del que le hab¨ªan hablado por su talento para el maquillaje. ¡°T¨² eres Guillermo del Toro¡±. ¡°T¨² eres Cuar¨®n¡±. El director de Roma recuerda as¨ª la charla: ¡°Me dijo que hab¨ªa cazado la referencia en mi historia a un cuento corto de Stephen King, yo le contest¨¦ feliz que gracias, y ¨¦l me respondi¨® que hab¨ªa traicionado la historia y hecho basura. As¨ª nos hicimos grandes amigos¡±.

Aquella conversaci¨®n define muy claramente el car¨¢cter de dos de los integrantes del tr¨ªo de oro del cine mexicano (Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu se uni¨® a finales de los noventa): si Del Toro nunca ha tenido pelos en la lengua sobre el trabajo de otros y especialmente sobre el suyo, Cuar¨®n siempre ha tirado hacia adelante, sin importarle los peros y los problemas, y a veces sin ni tan siquiera hacer lo que ¨¦l quer¨ªa. Padre a los 20 a?os ¡ª¡°mi carrera tiene m¨¢s que ver con la supervivencia y la b¨²squeda de dinero para la familia que con la creaci¨®n art¨ªstica¡±¡ª, el director mexicano ha hecho de su constancia, del saber sobreponerse a los problemas, su mayor virtud.

Porque eso es Roma: otro ejemplo de c¨®mo Cuar¨®n ha sorteado cuanta dificultad se cruz¨® a su paso. En esta ocasi¨®n, ante la falta de financiaci¨®n ¡ªy eso que ya hab¨ªa ganado el Oscar¡ª recurri¨® a Netflix, y decidi¨® que aunque fuera una pel¨ªcula para una plataforma digital, rodar¨ªa en blanco y negro y en 70 mil¨ªmetros, un formato muy horizontal, casi abandonado por el cine actual, que prefiere tama?os m¨¢s cuadrados para acomodarse a las pantallas de televisi¨®n. ¡°Roma es la pel¨ªcu?la que deb¨ªa de haber rodado hace d¨¦cadas¡±, confiesa el director. Un recorrido por su carrera confirma esa perseverancia vital.

Rod¨® Solo con tu pareja (1991) porque quer¨ªa hacer un filme a lo Lubitsch s¨ª o s¨ª. Acab¨® mal con el Gobierno mexicano de la ¨¦poca, no iba a recibir ayudas para ulteriores filmes y por eso se qued¨® en Estados Unidos buscando trabajo. As¨ª lleg¨® La princesita (1995), en la que se emperr¨® en rodar con la c¨¢mara a la altura de los ojos de la ni?a protagonista y llenar de verde la pantalla.

Film¨® Grandes esperanzas (1998) convencido de que podr¨ªa compensar en el rodaje con poder¨ªo visual lo endeble del guion. ¡°Me equivoqu¨¦¡±, reconoci¨® d¨¦cadas despu¨¦s. Dirigi¨® Y tu mam¨¢ tambi¨¦n (2001) por la absoluta claridad con la que sent¨ªa que deb¨ªa huir de Hollywood. ¡°Cuando la acab¨¦, ten¨ªa un guion estupendo para los grandes estudios, una pel¨ªcula sobre un futuro terrible, y el estreno en el festival de Toronto de Y tu mam¨¢ tambi¨¦n fue apote¨®sico. Era mi momento y¡­¡±. Y al d¨ªa siguiente ocurri¨® el 11-S. No pudo rodar aquel guion de ciencia-ficci¨®n y terrorismo, Hijos de los hombres, por el miedo a ciertos temas que atenaz¨® a Hollywood tras el atentado a las Torres Gemelas, hasta 2006, y solo tras haber dirigido la mejor pel¨ªcula de la saga Harry Potter, Harry Potter y el prisionero de Azkaban, en la ¨²nica vez en su carrera en que alguien se impuso a su criterio. ¡°Lo rechac¨¦ la primera vez, y Guillermo del Toro me dijo: ¡®?No has le¨ªdo los libros?¡¯. ¡®No, he visto las pel¨ªculas y¡­¡¯. Y me grit¨®: ¡®?Eres un bastardo arrogante, l¨¦ete los libros y hablamos despu¨¦s!¡¯. Llevaba raz¨®n¡±.

Gravity (2013) es la obra cumbre del empecinamiento de Cuar¨®n. Puso su dinero para sacar adelante un proyecto en el que trabaj¨® siete a?os; entendi¨® que necesitaba una tecnolog¨ªa inexistente en ese momento y para eso pidi¨® ayuda a James Cameron. Cre¨® una caja de luz para iluminar a los actores de la misma manera en la que les dar¨ªa la luz en el espacio. Estuvo a punto de filmarla en 2008 con Charlotte Gainsbourg y Daniel Auteuil, y la crisis financiera tumb¨® ese intento. ¡°Las adversidades nunca vienen solas, y aquello me lo confirm¨®. Tambi¨¦n pienso que aprendemos de las derrotas, y aqu¨ª estamos cinco a?os despu¨¦s¡±, contaba en su estreno.

Y, finalmente, Roma, convertida esta semana en la favorita a los Oscar: ¡°La vida me exigi¨® hacer esta pel¨ªcula. Fue un salvavidas que me aventaron a la mitad de una tormenta en medio de un oc¨¦ano inacabable¡±, asegura. ?l mismo se hizo cargo de la direcci¨®n de fotograf¨ªa, para pegarse a¨²n m¨¢s a la historia, que reconstruye sus recuerdos de infancia, y que le devolvi¨® a su localidad natal, Ciudad de M¨¦xico, donde vivi¨® desde un a?o antes de iniciarse su rodaje, tras d¨¦cadas instalado por Nueva York, Londres e Italia. ¡°Porque era necesario, porque as¨ª lo he sentido¡±, confiesa. La ha proyectado en un cami¨®n que ha recorrido su pa¨ªs para que la vieran todos los mexicanos. Porque cuando al cineasta se le cruza algo por su mente, tarde o temprano lo har¨¢. ¡°Siempre habr¨¢ cineastas que entendamos que las limitaciones son parte del proceso¡±. Mandamiento Cuar¨®n.