El movimiento feminista se manifiesta en Bogot¨¢ con consignas renovadas a favor del aborto

Este jueves 28 de septiembre, como ocurre desde hace 30 a?os, decenas de mujeres y miembros de la comunidad LGBTIQ conmemoraron el D¨ªa de acci¨®n global por un aborto legal y seguro. En Colombia hubo manifestaciones en las principales ciudades. En Bogot¨¢, la jornada cont¨® con la presencia de alrededor de 1.000 personas, seg¨²n datos de la Alcald¨ªa. El punto inicial de concentraci¨®n fue la Plaza de Bol¨ªvar, con m¨²sica en directo. Al caer la tarde, la movilizaci¨®n continu¨® con un recorrido por el centro de la ciudad, que culmin¨® con otro concierto en la Plaza de la Hoja, hacia el occidente de la ciudad.

Las protestas por el 28S en Latinoam¨¦rica, en im¨¢genes

Fue la segunda marcha desde que la Corte Constitucional despenaliz¨® totalmente el aborto hasta la semana 24 de gestaci¨®n, con la llamada sentencia Causa Justa (o C-055 de 2022), un avance que se ha visto reflejado poco a poco en el acceso a interrupciones voluntarias del embarazo. As¨ª lo reconoci¨® un pa?uelo gigante que adorn¨® las presentaciones musicales. Al grito de ¡°?Aborto libre, acompa?ado e interseccional!¡±, las mujeres y personas con experiencias de vida trans reivindicaron no solo a quienes abortan, sino a sus redes de apoyo, una herramienta fundamental para luchar contra el estigma social y para que los abortos se practiquen de manera segura.

La marcha reflej¨® el estado actual del movimiento social y de las mujeres, que ya no solo piden un aborto libre y seguro, sino tambi¨¦n que deje de ser un evento solitario. A lo largo y ancho de Latinoam¨¦rica, muchas veces como ejercicio de resistencia ante Gobiernos antiaborto, se han creado colectividades que se dedican a acompa?ar a personas que desean abortar y les brindan los primeros auxilios para que puedan hacerlo de manera autogestionada. Ese es el caso de Con las amigas y en la casa, en Chile; Las comadres, en Ecuador, o Las parceras, en Colombia. Esa mirada, m¨¢s all¨¢ de las fronteras, qued¨® tambi¨¦n patente este jueves, cuando al un¨ªsono se escucharon con ¨ªmpetu los gritos de ni?as, j¨®venes, y adultas mayores: ¡°Alerta, alerta que camina la lucha abortista por Am¨¦rica Latina¡±.

Las movilizaciones de este jueves tambi¨¦n reclamaron la interseccionalidad, un logro de la lucha de las personas racializadas (negras, ind¨ªgenas, rom y otras) o con experiencias de vida trans. As¨ª lo expresaron varios carteles, como uno en el que se pod¨ªa leer: ¡°Los varones trans abortamos¡±. Mil¨¢n, quien marchaba y se enuncia no binaria, explica que la lucha feminista y por el derecho a decidir no puede separarse de las reivindicaciones trans o de la poblaci¨®n LGBTIQ+, y menos en un tema tan importante como el aborto. ¡°Las personas trans tambi¨¦n sufrimos violencia obst¨¦trica, tambi¨¦n abortamos y tambi¨¦n queremos paternar de forma segura y decidida¡±, afirm¨®.

Las personas trans, negras o rurales suman las discriminaciones hist¨®ricas que han ca¨ªdo sobre esos sectores. Su derecho a abortar, a pesar de esas dificultades, es justamente el que en la marcha se reivindic¨® al exigir un aborto interseccional, pues afrontan muchas m¨¢s dificultades. Gracias a esos reclamos, con el tiempo la llamada marea verde ha ido acogiendo a un p¨²blico cada vez amplio y diverso.

En la manifestaci¨®n se destac¨® tambi¨¦n la presencia del colectivo Grupo de m¨¦dicos por el derecho a decidir, que se distingu¨ªa entre la multitud por sus gorros quir¨²rgicos. Mar¨ªa Houghton, su vocera, resalt¨® la importancia de seguir moviliz¨¢ndose para que en Colombia se cumplan y respeten los derechos ya ganados, y tambi¨¦n para avanzar hacia una despenalizaci¨®n total del aborto, aun despu¨¦s de la semana 24 de embarazo: ¡°Hay que seguir marchando porque todav¨ªa tenemos brechas gigantes en la implementaci¨®n, en particular entre las ciudades y ruralidad. Todav¨ªa hay mucha desinformaci¨®n y, adicionalmente, hay una arremetida de los grupos antiderechos que proponen proyectos de ley que atentan contra derechos fundamentales como el aborto o la eutanasia¡±, asegur¨®.

Sobre las ocho de la noche, y con un trapo con el s¨ªmbolo feminista desplegado en un edificio residencial m¨¢s el calor de la m¨²sica, se cerr¨® otro #28S en Bogot¨¢, con miles de mujeres reclamando por su derecho a decidir.

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