Jaime E. Manrique, de Bogoshorts: ¡°En Am¨¦rica Latina separamos pensar de divertirse, como si el entretenimiento implicara estupidizarse¡±
El director y fundador del festival de cortometrajes que se desarrolla en Bogot¨¢ reivindica la necesidad de semilleros para cultivar talentos y anhela una mayor difusi¨®n del cine hispano en los pa¨ªses que hablan espa?ol
Aparte de ser experto en cine, Jaime E. Manrique (Bogot¨¢, 45 a?os) es un amante de la buena comida. Eso explica que, cuando est¨¢ hablando de pel¨ªculas o de la industria, utilice s¨ªmiles sobre platos, sabores y alimentos para hacerse entender. En esta ocasi¨®n hablar s¨®lo de la pel¨ªcula que concentra toda su atenci¨®n desde hace semanas: el Festival de Cortos de Bogot¨¢, Bogoshorts, que entre el 5 y el 12 de diciembre celebra su vig¨¦simo primera edici¨®n. Es como una pel¨ªcula que ve y siente al festival que ¨¦l fund¨® y dirige, y que ya forma parte de la oferta cultural y cinematogr¨¢fica de la ciudad cuando el a?o va llegando a su fin.
Es el s¨¢bado antes de la inauguraci¨®n de Bogoshorts, cuyo equipo trabaja a toda marcha para ultimar los detalles del festival, que este a?o congrega a m¨¢s de 400 cortos audiovisuales en 17 escenarios repartidos por media ciudad. ¡°?De qu¨¦ se trata un festival de cortos? De la esperanza: tenemos fe en que los chicos que hasta ahora estamos viendo se conviertan en algo m¨¢s potente¡±. Habla en su despacho, en un edificio a los pies del cerro de Monserrate, por cuyos ventanales entra a raudales la luz intensa de una tarde soleada que para Bogot¨¢ es rara pero que en diciembre es costumbre. Se acomoda en su asiento, enciende un cigarrillo y se dispone a escuchar.
La edici¨®n de 2022 de Bogoshorts estuvo dedicada a la luz, lo que lleva a pensar en Santa Luc¨ªa, s¨ªmbolo del festival y patrona de la visi¨®n en la tradici¨®n cristiana. La idea pareci¨® significativa porque se presentaba como la luz despu¨¦s del t¨²nel de oscuridad que fue la pandemia. Sin embargo, al recibir los cortos de esa edici¨®n y de esta, otra conclusi¨®n salt¨® a la vista: ¡°Esa idea de que ¡®Llegamos a la edici¨®n de la luz¡¯ no es tan real. Llegamos a la edici¨®n de la luz, pero esto est¨¢ muy oscuro en el mundo¡±. As¨ª, esta vez Bogoshorts se viste con un traje m¨¢s cr¨ªtico para hablar del cuerpo como veh¨ªculo de respeto, un valor en constante crisis.
Pregunta. ?Hay un punto de quiebre a partir de esta edici¨®n de Bogoshorts?
Respuesta. Cada vez que hacemos una edici¨®n del festival es como si estuvi¨¦ramos haciendo una pel¨ªcula. Despu¨¦s de la pandemia, la gente qued¨® perdida, y entramos a decir ¡°A trav¨¦s de los cortos, encuentre un camino para volver al lugar de c¨®mo construir su vida¡±. Nos llegan cortos con miradas de j¨®venes que permiten ver un mundo que sigue fractur¨¢ndose. Los cortos son un reflejo de lo que piensa la gente m¨¢s joven, y el cine es un reflejo de las miradas de la humanidad. El objetivo del festival no es poner unos cortos en salas, sino dejar un mensaje que cale m¨¢s profundo. Para m¨ª, es el respeto a la diferencia. Hoy no respetamos que el otro quiera ser de una forma que yo no soy, y el respeto a la diferencia va a guiar los pr¨®ximos a?os. Por eso decido que esta sea la edici¨®n del cuerpo, que es lo m¨¢s respetado, pero tambi¨¦n lo m¨¢s irrespetado. Por ah¨ª puede estar ese punto de quiebre.
P. Y ahora hay un esp¨ªritu m¨¢s cr¨ªtico... ?un retorno a las tinieblas?
R. S¨ª. Nos invade mucho esa positividad falsa de que somos seres de luz... somos seres de oscuridad en b¨²squeda de la luz, y lo que m¨¢s nos atormenta son las oscuridades que llevamos dentro. Como es gente tan joven la que hace los corto, reflejan menos miedo. El cine m¨¢s mainstream es contenido, porque tiene que negociar con demasiadas personas. Pero cuando eres joven tienes la libertad de decir lo que te d¨¦ la gana. Eso hace que las voces de los cortos sean m¨¢s libres, pero tambi¨¦n m¨¢s oscuras. Aqu¨ª habr¨¢ una competencia de cine de terror y suspenso, porque ah¨ª hay un lugar del alma que se necesita explorar.
P. ?Esa carencia de miedo tambi¨¦n puede dar una idea m¨¢s real de qu¨¦ piensa la gente en otros lugares?
R. No todo el cine es un reflejo de la humanidad. Si tienes que hacer una pel¨ªcula y cuesta, por ejemplo, cinco millones de d¨®lares, es un billete que debe retornar. Cuando est¨¢s haciendo cortos, si lo haces con tu celular y con cuatro amigos, vale chimba lo que vaya a retornar. Importa es lo que voy a decir, y voy a decir lo que me est¨¢ pasando y me est¨¢ doliendo. En el corto hay una cosa m¨¢s real, de radiograf¨ªa. Pasa como con el rap, y es que termina diciendo cosas como ¡°Esto me duele, y lo digo porque me duele, no porque necesite encontrar una audiencia¡±.
P. ?De ese malestar empezaron a ser m¨¢s conscientes el a?o pasado?
R. Hay ideas como ¡°Si no eres tan feminista como yo...¡±, ¡°Si no proteges los derechos de la tierra tanto como yo, no debo hablar contigo porque no haces parte de los que hacemos las cosas bien¡±. Fue un festival donde sent¨ª que los j¨®venes, en vez de estar diciendo ¡°Quiero o¨ªr m¨¢s qu¨¦ pasa en muchos lados para construir mi propio criterio¡±, est¨¢n diciendo ¡°Si t¨² hablas de esto, no me caes bien, cancelado, escrache¡±. En el momento en que tenemos m¨¢s acceso a la informaci¨®n, m¨¢s queremos que se nos hable solo de lo que nos interesa. Uno lo ve en las guerras: ¡°Necesito tomar partido¡±. Yo quiero construir un festival que no sea para que la gente tome partidos.
P. ?Puede ser una nueva forma de totalitarismo?
R. Una suerte de totalitarismo progresistas. El 60% o 70% de personas que trabaja aqu¨ª son mujeres, pero no est¨¢n all¨ª porque yo necesite poner un n¨²mero, sino porque es la gente m¨¢s pila que he encontrado. Fin. Si el otro a?o me encuentro a gente m¨¢s pila que son hombres, ser¨¢n hombres. Lo que me importa son las calidades humanas, que est¨¢n envueltas de otras cosas que no son temas de g¨¦nero. Claro: debe haber una reparaci¨®n hist¨®rica, pero no ha de ser obligada. Nadie deber¨ªa obligarme a tener en el festival 60 cortos ind¨ªgenas. Lo que hacen muchos festivales es que meten 60 cortos ind¨ªgenas que no les interesan para ganarse una convocatoria y que el Ministerio de Cultura les diga: ¡°Ah, t¨² s¨ª eres incluyente¡±. Ese no puede ser el juego. S¨ª hay unos temas de totalitarismos que son da?inos.
P. Es quiz¨¢ una manifestaci¨®n de las din¨¢micas de las redes sociales¡
R. Claro. Como en Netflix: si t¨² ves muchas comedias, ?qu¨¦ te botan? M¨¢s comedias. El tema de construir un festival de cortos es para que, si no tienes otros sabores identificados en la lengua, cuando pruebes el umami vas a pensar que es raro. ?C¨®mo hacemos para que m¨¢s personas tengan experiencias diferentes y que lo otro no les parezca raro? Si vieras un corto de Tailandia, y uno de Vietnam, y otro de China, pero tambi¨¦n uno de Argentina, uno de Italia y uno de Per¨², de pronto podr¨ªas decir ¡°este sabor me gust¨®¡±. Podr¨ªas empezar a ver otras cosas que no sab¨ªas que exist¨ªan. El corto tiene esa magia: te metes dos horas y viste siete culturas diferentes. Y puedes decir, ¡°me parecer¨ªa interesante conocer tal cosa¡±. Es como un juego de pasabocas: me como siete y digo ¡°Listo, de este dame un plato grande¡±. Esa es una forma de generar esa apertura cultural.
P. ?C¨®mo califica al consumidor promedio colombiano de cine?
R. Crispetero. Y no es un problema de ¨¦l, sino de las opciones. Alguien a quien le interesa ir a la sala de cine a divertirse, a desconectarse. Uno dice a veces: ¡°Oye, te invito a ver una pel¨ªcula que tuvo un premio en Locarno y en Cannes¡±. Y la respuesta: ¡°Uf... eso debe ser para pensar¡±. En Am¨¦rica Latina siento mucho que separamos pensar de divertirse, como si no fuera divertido pensar, como si el entretenimiento implicara estupidizarse. Yo puedo hacer cosas muy divertidas y reflexionar sobre muchos temas. El consumidor promedio es evasivo, quiere que le cuenten durante dos horas de un mundo que no conoce. Eso lo hace un consumidor no exigente. Ac¨¢ hay gente que pregunta por qu¨¦ no tenemos m¨¢s cortos de comedia. Quisiera tener m¨¢s comedia, pero esto es un reflejo de lo que la gente quiere decir y no se est¨¢n riendo tanto.
P. ?Qu¨¦ hace falta para dar m¨¢s espacio a producciones colombianas y latinoamericanas?
R. Encontrar un mercado com¨²n. Es triste tener una misma lengua y que no circulen las pel¨ªculas. Curiosamente, franc¨¦s hablan b¨¢sicamente en Francia y el cine que m¨¢s se ve en el mundo fuera del norteamericano es el franc¨¦s. Eso es porque hay una pol¨ªtica decidida a expandir su cinematograf¨ªa. No pasa lo mismo en espa?ol, porque ninguno se lo apropia. Es una tristeza, porque tenemos un potencial gigante para que una pel¨ªcula espa?ola entre al mercado latinoamericano, o una colombiana vaya a Espa?a o a M¨¦xico. Pero no las vemos ni nos vemos entre nosotros.
P. ?Qu¨¦ hacer para que eso cambie?
R. Para m¨ª son dos caminos: fomentar un star system conjunto. El cine hacia el p¨²blico se mueve a trav¨¦s de las estrellas, porque se vuelven personajes reconocibles, modelos, puntos de referencia. El cine mexicano tiene estrellas en cantidad y ellos las conocen. Cruzas la frontera y en Guatemala nadie tiene ni idea de qui¨¦nes son. Eso nos pasa en todos los pa¨ªses. Si nosotros foment¨¢ramos un star system com¨²n, podr¨ªa ser m¨¢s contundente. ?C¨®mo fomentarlo? El otro camino: la coproducci¨®n. Si yo tengo una inversi¨®n de una pel¨ªcula que tiene plata espa?ola, mexicana y colombiana, ya tendr¨ªa que estrenarla en tres territorios. El problema es que es como un matrimonio, las cosas fallan muchas veces. En una coproducci¨®n se invierte mucho dinero. ?Y si esa plata se pierde, si la pel¨ªcula no fue un ¨¦xito? Vamos a odiarnos.
P. ?C¨®mo funcionar¨ªan mejor?
P. Hay que construir buenos noviazgos. Construyamos un mercado donde gente entre los 18 y los 30 a?os se conozca, que armen equipos que, luego de un noviazgo de tres o cuatro cortos, digan ¡°Mont¨¦monos en un proyecto m¨¢s grande¡±. Esto no sucede por Internet, sino vi¨¦ndose a los ojos. ?Cu¨¢l es el problema de un mercado de cortos? Que la gente no lo quiere financiar porque no producen negocios. Yo me dedico a sembrar. Dinamizar carreras y construir coproducciones interculturales pueden ser semillas para construir ese cambio.
P. Esto termina siendo una especie de huerto dom¨¦stico¡
R. Claro. Es como en el f¨²tbol: uno necesita una cantera. T¨² no tienes un equipo como el Real Madrid o el Barcelona si no hay 300 chicos por debajo pateando balones para empezar a subir categor¨ªas hasta llegar a un equipo profesional. Hay que entender que el cine es un embudo: comienzan much¨ªsimos y llegan muy pocos. Es una cosa de ir sacando el mayor juguo de lo que hay. ?Qu¨¦ les pasa a los Ministerios o institutos de apoyo a la cultura? Piden que les muestre cu¨¢ntos negocios se hacen en Bogoshorts. Eso es como si le pidiera al ni?o que est¨¢ aprendiendo a hablar que cu¨¢ntos libros va a vender. Yo necesito que no paren de aprender a hablar, porque s¨¦ que en 10 a?os van a vender libros.
P. ?Hay posibilidades de que el cine colombiano figure m¨¢s?
R. S¨ª, y en eso soy repetitivo: es un ejercicio de siembra. Nuestro problema financiero de las pel¨ªculas tiene un impacto en la calidad del producto. Cuando haces una pel¨ªcula con tres pesos, se siente. ?Por qu¨¦ tengo que pagar los mismos 20.000 pesos para ver una pel¨ªcula que cost¨® 100 millones de d¨®lares, una que cost¨® 5 millones de d¨®lares y otra que cost¨® 150 millones de pesos (unos 37.000 d¨®lares)? No tiene sentido. Si no tenemos la cantera lo suficientemente aceitada, no hay una exigencia en ponerse est¨¢ndares m¨¢s altos. ?C¨®mo se impulsa la calidad? Con una pista de prueba s¨®lida. No puedes poner a alguien a manejar un avi¨®n si no lo has puesto en un simulador, porque arriesgas muchas vidas. Eso pasa con nuestros cineastas: ponen en juego muchas carreras con la idea de hacer una pel¨ªcula con poco dinero. Pero mi sensaci¨®n es que s¨ª podemos figurar m¨¢s. Lo veo en los cortos y digo: ¡°Uf... que este man haga dos largos pronto¡±. Aunque este man se va a demorar 10 a?os en llegar a eso. Pero s¨ª hay de d¨®nde.
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