La diplomacia de Twitter resquebraja la pol¨ªtica exterior de Petro
Las opiniones del presidente en la red social y los problemas con el canciller hunden uno de los flancos m¨¢s aplaudidos del Gobierno
El tiempo pasa pero es inevitable volver una y otra vez a los 100 primeros d¨ªas del Gobierno de Gustavo Petro. Se podr¨ªa decir que todo lo bueno que pas¨® en este mandato se concentra en esos primeros meses, en los que asuntos de enorme trascendencia para el pa¨ªs se resolvieron con pasmosa facilidad. La reforma tributaria, que hab¨ªa provocado el hundimiento de popularidad del Gobierno anterior, o el restablecimiento de relaciones con Venezuela, rotas desde 2019, salieron adelante con una rapidez y un consenso desconocido. Hasta que todo empez¨® a torcerse. Hoy la imagen del presidente es la peor desde que lleg¨® al poder hace a?o y medio, y el pesimismo ha ido contagiando todos los ¨¢mbitos. El Gobierno sale mal parado en casi todo en la ¨²ltima encuesta publicada esta semana por Invamer, incluida la pol¨ªtica exterior. El 57% de los colombianos considera que las relaciones internacionales est¨¢n empeorando, el segundo peor dato hist¨®rico en 30 a?os de encuestas -el primero, 58%, fue con Iv¨¢n Duque, el presidente que rompi¨® relaciones con el pa¨ªs vecino-.
Petro lleg¨® al poder con dos fortalezas. No solo una mayor¨ªa de colombianos decidi¨® ilusionarse y apoyar los primeros pasos del Gobierno, sino que en el exterior su imagen se consolid¨® r¨¢pidamente y fue reconocido como el nuevo l¨ªder regional progresista. Sus discursos a favor de la lucha contra el cambio clim¨¢tico, su posici¨®n frente a la pol¨ªtica mundial contra las drogas, su mensaje de b¨²squeda de la paz y su capacidad para liderar un cambio de estrategia en las posiciones internacionales frente a Venezuela fueron algunos de los logros incontestables del principio. Pero la ilusi¨®n no super¨® el paso de tiempo ni la extrema personalizaci¨®n de todo lo que hace el presidente. La pol¨ªtica exterior de Colombia se juega, como casi todo, en los vaivenes tuiteros de Petro.
Para la analista Yolanda Ruiz no hay mayor paradoja sobre el actual Gobierno que este descalabro en pol¨ªtica exterior, m¨¢s trat¨¢ndose de un presidente que ha viajado tanto y le ha dedicado tanto tiempo al esfuerzo de tratar de ser un l¨ªder m¨¢s all¨¢ de Colombia. ¡°Muchas de sus propuestas internacionales est¨¢n alineadas con lo que buena parte del mundo est¨¢ discutiendo y van en el sentido que debe ser. Sin embargo, al presidente le falla la comunicaci¨®n y le gana su estilo pendenciero. Le falta diplomacia para la diplomacia¡±, asegura. Laura Lizarazo, analista de Control Risks, coincide: ¡°Es sumamente visceral y esto profundiza la percepci¨®n de un manejo de su pol¨ªtica exterior muy personalista y poco institucional¡±.
M¨¢s all¨¢ de los grandes discursos internacionales, los encontronazos globales por su furia tuitera se acumulan y alejan esa imagen institucional de un ¨¢mbito del gobierno protegido hist¨®ricamente por el pragmatismo, el celo y la diplomacia. En septiembre de 2022, cuando los chilenos dijeron no a la nueva constituci¨®n, Petro tuite¨® un desconcertante: ¡°Revivi¨® Pinochet¡±, antes incluso de que el presidente Gabriel Boric comentara los resultados del plebiscito. Con el pol¨¦mico presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se ha enfrascado en agrios debates en redes sociales. Al reci¨¦n electo presidente de Argentina, Javier Milei, le dedic¨® este primer mensaje: ¡°Ha ganado la extrema derecha en Argentina; es la decisi¨®n de su sociedad. Triste para Am¨¦rica Latina y ya veremos...¡±. Per¨² lo declar¨® en febrero de este a?o persona non grata por decir durante las protestas que los polic¨ªas peruanos ¡°marchan como nazis contra su propio pueblo¡±. Y su negativa a condenar los ataques de Ham¨¢s le vali¨® numerosas cr¨ªticas.
El analista, columnista y exministro Gabriel Silva cree que detr¨¢s de esa desaprobaci¨®n generalizada a la pol¨ªtica exterior del Gobierno est¨¢ el miedo entre los colombianos a que Petro y su canciller, ?lvaro Leyva, ¡°puedan llevar otra vez al pa¨ªs al aislamiento y repudio internacional¡±. Colombia, explica, se ha sentido un ¡°pa¨ªs paria¡± durante d¨¦cadas, se?alado por el narcotr¨¢fico y la violencia. ¡°Todos los colombianos sufrimos una alta discriminaci¨®n frente al pa¨ªs y a sus ciudadanos que, con mucho trabajo, se ha ido diluyendo¡±, a?ade Silva. En los ¨²ltimos a?os, por ejemplo, Europa retir¨® la necesidad de visas para los colombianos y la relaci¨®n con EE UU cambi¨® de tono. Por eso, explica, a muchos ciudadanos les preocupa la ¡°actitud ideol¨®gica y beligerante¡± del presidente hacia su hom¨®logo de Estados Unidos y hacia Israel por el conflicto en Gaza o una supuesta lectura de cierta ¡°tolerancia al crimen¡± por los pocos ¨¦xitos del proyecto de la paz total, que no acaba de arrancar ni de conseguir logros concretos en la reducci¨®n de la violencia.
La ca¨ªda en la imagen del canciller tampoco ayuda. Leyva lleg¨® al Gobierno con una larga trayectoria. A sus 81 a?os se le considera un hombre de paz. Ha sido mediador en todos los procesos entre el Gobierno y las guerrillas del pa¨ªs, fue ministro, congresista, candidato presidencial y constituyente, pero en su labor al frente de la Canciller¨ªa no ha mostrado mayores logros. ¡°Petro ha hecho muchos anuncios importantes como el retorno a Unasur, la creaci¨®n de una especie de OTAN para la Amazonia o la ampliaci¨®n de la CAN, pero no hay una Canciller¨ªa que lo acompa?e. La figura de Leyva hace ruido y sugiere que no es alguien a la altura de un gobierno de izquierdas¡±, dice el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo.
Leyva, a pesar de las numerosas pol¨¦micas en las que se ha visto envuelto, siempre ha contado con el apoyo cerrado del presidente, que no suele tener ning¨²n escr¨²pulo para prescindir de sus colaboradores. De los 18 ministros que nombr¨® Petro hace un a?o medio para su primer gabinete, solo se mantienen siete, entre ellos el canciller. Para Lizarazo, est¨¢ fuera de toda duda el conocimiento de Leyva en asuntos de Estado y su amplia experiencia en materia de paz, pero ve un desinter¨¦s absoluto hacia otros aspectos cruciales de la pol¨ªtica exterior. ¡°Desconoce absolutamente los interlocutores y las agendas y no tiene mayor inter¨¦s en abordar de manera integral esta amplia diversidad de asuntos que ameritan un liderazgo estrat¨¦gico¡±, critica.
La idea de ese amplio eje progresista que parec¨ªa crearse en Am¨¦rica Latina en torno a Petro, Boric y, m¨¢s recientemente, Lula da Silva en Brasil, languidece frente al poco impulso que gobiernos como el chileno o el colombiano est¨¢n logrando a nivel interior, con unos ¨ªndices de desaprobaci¨®n en aumento. La fortaleza de Bukele en El Salvador, la victoria de Milei en Argentina, los conflictos internacionales y la crisis eterna de Venezuela, que impide imaginar un horizonte democr¨¢tico en el corto plazo, ahogan las ansias internacionales con las que lleg¨® Petro al poder. Sus mensajes en redes sociales, a la vez, generan un charco detr¨¢s de otro. Nunca la pol¨ªtica exterior de Colombia se hab¨ªa convertido tanto en un problema interior.
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