Quintero: el fin de un Gobierno que Medell¨ªn no quiere repetir
El alcalde de la segunda ciudad de Colombia sale por la puerta de atr¨¢s. Se convirti¨® en una verg¨¹enza para quienes abogamos por una pol¨ªtica alternativa
Termina la turbulenta alcald¨ªa de Daniel Quintero que, tras su temprana renuncia en septiembre, tuvo a su figura pol¨ªtica de confianza, ?scar Hurtado, como alcalde encargado. La administraci¨®n estuvo marcada por una sucesi¨®n de esc¨¢ndalos que apuntan a presunta corrupci¨®n, confrontaciones persistentes con una variedad de sectores sociales, culturales y empresariales, y una presencia constante y resonante en los medios digitales y tradicionales. En l¨ªneas generales, Quintero se distingui¨® por un discurso que tend¨ªa a distorsionar la realidad y estigmatizar a quienes cuestion¨¢ramos sus acciones. Este per¨ªodo dej¨® una marca divisiva en la ciudad, evidenciando un estilo confrontacional que buscaba fragmentarla en lugar de unirla.
A pesar de su habilidad innegable para generar titulares d¨ªa tras d¨ªa con controvertidas declaraciones, Quintero concluye su mandato como el alcalde m¨¢s impopular que Medell¨ªn haya conocido. Su nivel de desaprobaci¨®n alcanz¨® un escandaloso 74%. Decidi¨® renunciar antes de concluir su periodo para impulsar la candidatura de Juan Carlos Upegui, primo hermano de su esposa, Diana Osorio. Sin embargo, la renuncia no solo marc¨® una pol¨¦mica m¨¢s, sino que tambi¨¦n signific¨® el declive de Upegui, quien sufri¨® una derrota estruendosa con apenas el 10,14% de los votos, evidenciando el rechazo ciudadano a la gesti¨®n de la saliente Administraci¨®n.
Quintero no solo sale por la puerta de atr¨¢s, sino que se convirti¨® en una verg¨¹enza para quienes abogamos por una pol¨ªtica alternativa. El exalcalde que asumir¨¢ el Gobierno a partir del pr¨®ximo 1 de enero, ¡®Fico¡¯ Guti¨¦rrez, administr¨® entre 2016 y 2019 con gran popularidad, pero con resultados mediocres. Durante su periodo, los homicidios, el desempleo y el gasto en publicidad para promocionar su imagen aumentaron considerablemente. Quienes nos opusimos a sus pol¨ªticas ten¨ªamos grandes expectativas con el triunfo de Quintero, a pesar de que varios no le hayamos votado. No obstante, todo se desvaneci¨® r¨¢pidamente, pues desde el inicio de su per¨ªodo evidenci¨® su inter¨¦s en contratar irregularmente para favorecer a sus socios de campa?a, adem¨¢s de polarizar la ciudad. La alcald¨ªa de Quintero fue una oportunidad perdida para los pol¨ªticos alternativos de Medell¨ªn.
Un gobernante obsesionado con maltratar a la poblaci¨®n m¨¢s pobre
Todo lo que depend¨ªa del Gobierno local para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, empeor¨®: la mal llamada renta b¨¢sica que dijeron que otorgar¨ªan a cerca de 100.000 familias durante el cuatrienio se desmont¨® en el segundo a?o de mandato, la focalizaci¨®n de las transferencias monetarias se hizo sin criterios t¨¦cnicos, muchas familias se quedaron esperando las encuestas del SISBEN (el mecanismo con el que se miden distintos factores socioecon¨®micos de las familias para dirigir mejor la oferta social). Pero quiz¨¢s lo m¨¢s doloroso para quienes vivimos en Medell¨ªn fue ver lo ocurrido con Buen Comienzo, el programa de atenci¨®n a la primera infancia. Esta pol¨ªtica, que fue merecedora de premios nacionales e internacionales en su mejor momento, se desdibuj¨® y culmin¨® con funcionarios y contratistas de la entra?a de Quintero enjuiciados por corrupci¨®n.
Medell¨ªn queda con una infraestructura social en d¨¦ficit: el 95% de los colegios p¨²blicos tienen problemas locativos que ponen en riesgo la prestaci¨®n del servicio, lo que se agrava si tenemos en cuenta que la ciudad atiende porcentualmente a m¨¢s estudiantes en instituciones p¨²blicas que Cali o Bogot¨¢. Las unidades hospitalarias y centros de salud a cargo de Metrosalud, otrora la mejor red p¨²blica de salud de Latinoam¨¦rica, requieren cerca de 300.000 millones de pesos de inversi¨®n (aproximadamente 75 millones de d¨®lares) solo en su planta f¨ªsica, sin contar el d¨¦ficit de personal m¨¦dico y de enfermer¨ªa que hace rato es insuficiente para atender a las familias del r¨¦gimen subsidiado, sin empleo formal, que debe tratar. Todo esto afect¨® especialmente a las familias m¨¢s pobres de Medell¨ªn, pues las de mayores ingresos acceden normalmente a colegios y cl¨ªnicas del sector privado.
La Ecociudad que nunca se materializ¨®
Otro tema bastante doloroso es la agenda ambiental y clim¨¢tica. La Secretar¨ªa de Medio Ambiente tuvo el presupuesto m¨¢s bajo de la historia en el 2021, las m¨¢s de 4.200 quebradas de la ciudad quedaron abandonadas a su suerte y, en una ciudad con un d¨¦ficit habitacional de m¨¢s de 200.000 viviendas ¡ªde lo que los ¨²ltimos dos gobiernos se han hecho los de la vista gorda¡ª, miles de familias buscaron refugio en la ribera de estas, quedando expuestas a un alto riesgo de ser v¨ªctimas de avenidas torrenciales, inundaciones o movimientos en masa.
Adem¨¢s de esto, el Departamento de la Gesti¨®n del Riesgo, termin¨® inmerso en fuertes esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Al final del mandato, hasta los bomberos adscritos a este departamento denunciaban no tener las condiciones m¨ªnimas para realizar sus labores: carros de atenci¨®n de emergencia sin seguros para transitar, mala calidad de su dotaci¨®n de ropa y hasta radios inservibles para las labores del d¨ªa a d¨ªa. A esto se suma la p¨¦sima gesti¨®n del director del ?rea Metropolitana, Juan David Palacio, cuyo ¨²nico m¨¦rito para ocupar el cargo era su cercan¨ªa con el hermano de Quintero, Miguel. Su gesti¨®n fue tan paup¨¦rrima que el sistema de bicicletas p¨²blicas Encicla, que depend¨ªa de su cartera, termin¨® entregado a una empresa contratista que no ten¨ªa la idoneidad para operarlo y hoy est¨¢ desmantelado casi en su totalidad.
En tiempos de cambio clim¨¢tico, la nula acci¨®n de un Gobierno en la adaptaci¨®n se convierte en un peligro mortal para miles de familias, especialmente para las m¨¢s pobres, cuya vulnerabilidad a la cat¨¢strofe clim¨¢tica ha sido ampliamente documentada por expertos.
Un manual de c¨®mo ser corrupto
Podr¨ªa extenderme mucho m¨¢s demostrando c¨®mo estos cuatro a?os resultaron un absoluto desastre, pero sin duda alguna lo que m¨¢s tristeza genera es ver c¨®mo se construy¨® un manual de c¨®mo robarse una ciudad. Medell¨ªn tiene un gran conglomerado p¨²blico con varias empresas industriales y comerciales del Estado, que no deben cumplir con los engorrosos requisitos de contrataci¨®n p¨²blica que establece nuestra Ley 80, sino que pueden contratar, como decimos en Colombia, ¡®a dedo¡¯.
EPM es la m¨¢s importante entidad del conglomerado ¡ªgira entre 1 y 2 billones de pesos al a?o a la ciudad en utilidades (m¨¢s de 260 millones de d¨®lares)¡ª y sus principales inversiones, como Afinia e Hidroituango, est¨¢n al garete por malos manejos. Otras entidades como el Hospital General de Medell¨ªn (en momento considerado como el mejor hospital de Am¨¦rica Latina para atender a la primera infancia), o la Empresa de Desarrollo Urbano (fundamental para sacar adelante megaproyectos de la ciudad como el metro ligero de la 80), terminaron tambi¨¦n gravemente cuestionadas por la crisis financiera en la que quedaron y por el no pago a varios de sus colaboradores.
El trabajo que queda para reconstruir el gobierno corporativo de estas entidades es sumamente demandante y requiere de liderazgos ¨¦ticos que administren con pulcritud y visi¨®n estrat¨¦gica para encarar los retos a futuro.
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