El delegado de la Registradur¨ªa en Choc¨®, tras su rapto: ¡°No le deb¨ªa nada a nadie, no entiendo por qu¨¦ me secuestraron¡±
Jefferson Murillo y su primo fueron retenidos por cuatro hombres armados, el 6 de enero. Ambos fueron liberados este martes
Jefferson Murillo (Istmina, Choc¨®, 34 a?os), el delegado de la Registradur¨ªa Nacional de Colombia en el departamento del Choc¨®, dur¨® 18 d¨ªas secuestrado por un grupo no identificado. En ese tiempo, estuvo en alg¨²n paraje selv¨¢tico junto con su primo Blyderson Arboleda, funcionario del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Este martes los dejaron en libertad, sin ninguna explicaci¨®n. Menos de 24 horas despu¨¦s, explica v¨ªa telef¨®nica que a¨²n no sabe qu¨¦ ocurri¨®. ¡°No le deb¨ªa nada a nadie, no entiendo por qu¨¦ me secuestraron¡±, dice desde su casa en Quibd¨®, la capital de un departamento en el que hacen presencia la guerrilla del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), la banda del Clan del Golfo y grupos disidentes de las antiguas FARC, adem¨¢s de organizaciones m¨¢s peque?as.
Pregunta. ?C¨®mo fue su secuestro?
Respuesta. El 6 de enero, d¨ªa festivo, iba con mi novia y mi primo en la v¨ªa entre Quibd¨® e Istmina. Hacia las cuatro de la tarde llegamos a un punto conocido como Rancher¨ªa y encontramos un ret¨¦n, con varios carros detenidos. No hab¨ªa paso y nos abordaron seis hombres fuertemente armados. ¡°Vamos, que tenemos que hablar con usted¡±, me dijeron, exigiendo que saliera del veh¨ªculo, diciendo que mejor no me hiciera matar. Nos obligaron a descender del carro, donde dej¨¦ todas mis cosas, y me dijeron que me fuera con ellos. Les respond¨ª que no iba a ir porque sab¨ªa que era un secuestro. Me tir¨¦ al piso y les dije que lo que me fueran a hacer, me lo hicieran ah¨ª. Mi primo intervino, dijo que me acompa?aba a hablar con ellos. Entonces me fui con ¨¦l y nos internaron a la selva.
P. ?Qu¨¦ pas¨® despu¨¦s?
R. Estuvimos caminando aproximadamente 24 horas, hasta donde me esperaba otro grupo. Estuvimos todo ese tiempo movi¨¦ndonos.
P. ?Los maltrataron?
R. Gracias a Dios se nos respet¨® la integridad f¨ªsica y no hubo tortura. Sal¨ª con heridas en la pierna, pero de tanto caminar, no de golpes. Eso me dificult¨® al andar en esos momentos. Tengo que hacerme unos chequeos m¨¦dicos, pero eso fue todo. Nos trataron humanamente y nos alimentaban bien. No tuvimos problema en ese sentido.
P. ?Sabe d¨®nde estuvo caminando, retenido?
R. No. Solo la v¨ªa en donde nos pararon. Todo era selva.
P. ?En alg¨²n momento le dijeron por qu¨¦ lo hab¨ªan secuestrado?
R. No, no nos dijeron nada, ni siquiera cuando nos liberaron. Tampoco me explicaron qu¨¦ era lo que quer¨ªan hablar conmigo. Yo creo que nos liberaron por la presi¨®n social, por las movilizaciones que se hicieron en Quibd¨® y en Istmina, de donde es mi primo. Hay que darle gracias a Dios, al pueblo chocoano y a todas las familias que acompa?aron esas marchas y por redes sociales.
P. Medios de comunicaci¨®n como el diario El Tiempo han dicho que uno de los principales sospechosos es el grupo armado Los Palme?os. ?Sabe algo?
R. No, la verdad no tengo claridad de qui¨¦n pudo haber sido. Nunca se identificaron y siempre estuvieron encapuchados. En la selva siempre estuve con los mismos cuatro hombres que ten¨ªan armas largas.
P. ?Les escuch¨® alg¨²n tipo de conversaci¨®n que aclare lo que pas¨®?
R. No. Siempre se retiraban de donde nosotros est¨¢bamos para hablar sus temas.
P. Usted es delegado de la Registradur¨ªa en su departamento. ?En el desarrollo de su trabajo ha tenido contacto con alg¨²n grupo armado?
R. No. Como delegado del registrador nacional, mis funciones son estar pendiente de todas las Registradur¨ªas del departamento, especialmente de los temas administrativos que haya que realizar desde la Registradur¨ªa de Quibd¨®, que es la principal. No he tenido contacto con grupos armados.
P. ?Y hab¨ªa recibido amenazas?
R. No, tampoco. Ni mi primo, que yo sepa.
P. Su hermano, Jhon Arley Murillo, fue representante a la C¨¢mara y es presidente del partido Colombia Renaciente. ??l ha tenido amenazas? ?Tiene alg¨²n indicio de qui¨¦n fue?
R. No, nada.
P. ?Pidieron dinero para liberarlo?
R. No, creo que ayud¨® la presi¨®n social, que tambi¨¦n se not¨® en las publicaciones en redes sociales, porque la gente fue muy solidaria.
P. ?C¨®mo fue la liberaci¨®n?
R. Nos llevaron ayer martes a las siete de la noche al corregimiento de Boraud¨®, en el municipio de Llor¨®. Nos dijeron: ¡°Quedan en libertad¡±. Cogimos un veh¨ªculo y salimos a la v¨ªa principal. De ah¨ª me fui directamente a mi casa, donde estaban mis pap¨¢s. Ellos, mis primos y t¨ªas siempre estuvieron muy pendientes, orando por nuestra liberaci¨®n.
P. ?Y el resto de su familia?
R. Ya habl¨¦ con mi hijo, que tiene nueve a?os y vive en Medell¨ªn. Est¨¢ muy contento. A pesar de su corta edad, ten¨ªa conocimiento de lo que estaba ocurriendo.
P. ?Qu¨¦ le han dicho las autoridades?
R. Hasta ahora no se han comunicado conmigo, de pronto con mis padres. La verdad, llegu¨¦ muy cansado.
P. ?Y el registrador nacional, Hern¨¢n Penagos, su jefe?
R. Con ¨¦l s¨ª habl¨¦. Le agradec¨ª porque estuvo muy pendiente, igual que toda la Registradur¨ªa. De hecho, ¨¦l viaj¨® al Choc¨® y estuvo en una de las marchas que hicieron por nuestra liberaci¨®n. Tambi¨¦n se moviliz¨® el SENA, donde trabaja mi primo.
P. ?En este momento tiene seguridad?
R. No. No he salido de mi casa.
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