El Dios de Colombia
Esta semana la religiosidad ocup¨® las primeras planas: un aceite que separa el agua del petr¨®leo, una virgen que no se quem¨® en un incendio y la llegada de la lluvia, que es vista por muchos como un milagro
Desde una excandidata a la Asamblea de un departamento al sur del Colombia quien dice haber descubierto el aceite de Dios hasta la puesta en marcha de cultos religiosos v¨ªa circular oficial en la alcald¨ªa de una capital departamental, esta semana que concluye parece haber sido atravesada por un m¨¢gico designio que termin¨® por poner a la religiosidad de Colombia en la primera p¨¢gina de las noticias. No importa el supuesto car¨¢cter laico del Estado colombiano. No importa razonar desde una perspectiva cient¨ªfica. Parece que es mejor dejarlo todo en manos de lo metaf¨ªsico.
Todo comenz¨® hace una semana cuando, desde las altas monta?as de Norte de Santander, lleg¨® la foto que ilustr¨® una noticia que retumb¨® en medios de comunicaci¨®n grandes y peque?os con un titular taquillero: ¡°Milagro. Imagen de la Virgen se salv¨® de incendio en Pamplona¡±. Efectivamente, en la imagen se ve¨ªa un peque?o nicho en concreto dentro del cual reposa una estatua de la virgen. Rodeando esa peque?a construcci¨®n humana se ven los restos calcinados de lo que fue un bosque, mas ni al nicho ni a la figura religiosa les pas¨® nada. ¡°?Milagro!¡±, exclamaron muchos en redes sociales. Esa misma expresi¨®n fue retomada por medios aqu¨ª y all¨¢. Y las notas period¨ªsticas en vez de buscar explicar el porqu¨¦ de la no conflagraci¨®n de la figura santa, sencillamente aportaron a la especulaci¨®n al no decir que el concreto para verse afectado por unas llamas necesita temperaturas mucho m¨¢s altas que las que se dan en un incendio forestal y, por eso, la virgen no se quem¨®. No hay nada de milagro. Se explica con un poco de ciencia b¨¢sica. Pero muchos prefieren pensar que los milagros ocurren.
Fue lo mismo con las lluvias que, tras casi un mes de sequ¨ªa, empezaron a caer en distintos lugares del pa¨ªs. ¡°?Milagro!¡±, exclamaron unos. ¡°Gracias, Dios¡±, dijeron otros. Como si el fen¨®meno de El Ni?o que nos vienen anunciando desde agosto del a?o pasado fuera una obra de Lucifer y la anhelada agua ¨²nicamente pudiera ser gracia de un bondadoso Dios. ?Van a decir lo mismo cuando la situaci¨®n sea al rev¨¦s y las lluvias en exceso est¨¦n causando desastres y estemos todos pidiendo a gritos que estas se detengan?
?Es la virgen milagrosa tan ego¨ªsta que se salva a s¨ª misma, pero deja que se queme un entero bosque? ?Es Dios tan cruel que nos deja sin agua durante d¨ªas para luego mostrar su misericordia? Dejemos esas preguntas a los te¨®logos y aterricemos en la pol¨ªtica.
El alcalde de Bucaramanga, en vez de decirle no m¨¢s a las eucarist¨ªas cat¨®licas que desde hace 10 a?os hacen en el edificio de la alcald¨ªa, prefiri¨® implementar los cultos cristianos dentro del Palacio Municipal, dando un ejemplo sui generis seg¨²n el cual el Estado laico no es el que despoja sus edificios p¨²blicos de los credos, sino el que los promueve de manera selectiva.
Mientras tanto, una excandidata a la asamblea del Huila, creadora del supuesto Aceite de Dios (o ¡®GodOil¡¯, que es como lo vende), lleva meses sin pagar a sus trabajadores y a sus proveedores, sin siquiera darles la cara, mientras inventa supuestos contratos con Emiratos ?rabes y Ecopetrol dizque interesados en comprar el Aceite de Dios, producto que dice ella separa el agua del petr¨®leo.
?Pobre Dios manoseado y utilizado!
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