?Qu¨¦ hacer para restaurar los bosques despu¨¦s de los incendios? Los cient¨ªficos piden no a ir los cerros a sembrar ¨¢rboles

La temporada de incendios en los cerros orientales de Bogot¨¢ ha afectado hasta el momento a m¨¢s de 60 hect¨¢reas de bosque. Aunque al d¨ªa de hoy los principales focos del fuego est¨¢n controlados, las autoridades no descartan que las llamas regresen pronto con su fuerza devastadora. ¡°Por lo que viene en t¨¦rminos del clima, se prev¨¦ que pueda haber muchos m¨¢s incendios en febrero¡±, dijo este mi¨¦rcoles el alcalde de Bogot¨¢, Carlos Fernando Gal¨¢n. ¡°Es realmente triste y dram¨¢tico que esto haya ocurrido. Hemos tenido 136 incendios. Debemos trabajar cada vez m¨¢s para hacer prevenci¨®n¡±, insisti¨® Gal¨¢n durante una rueda de prensa. Y a?adi¨®: ¡°El proceso de restauraci¨®n va a tomar tiempo, pero lo haremos con sustento cient¨ªfico¡±.

Germ¨¢n Jim¨¦nez, doctor en ciencias biol¨®gicas y coordinador de la maestr¨ªa en restauraci¨®n ecol¨®gica de la Universidad Javeriana, explica en di¨¢logo con EL PA?S que estos incendios son una oportunidad para comenzar a reemplazar las especies de plantas invasoras por ¨¢rboles nativos, que generen menos combusti¨®n. ¡°Hemos recomendado no correr a hacerlo ya¡±, advierte Jim¨¦nez. Seg¨²n el cient¨ªfico, hay que darle un tiempo al sistema afectado para que empiece a recuperarse por s¨ª mismo. Lo primero, dice, es hacer una evaluaci¨®n de lo que queda despu¨¦s del fuego. ¡°Si la gente empieza a subir a los cerros a sembrar ¨¢rboles, se puede agravar la situaci¨®n¡±.

En eso coincide Jos¨¦ A. Mu?oz, miembro del Grupo de Investigaci¨®n y Docencia en Ecolog¨ªa del Paisaje y Modelaci¨®n de Ecosistemas de la Universidad Nacional de Colombia. ¡°Entiendo la desesperanza y la impotencia de la ciudadan¨ªa por no poder hacer nada para ayudar en esta emergencia, pero la recomendaci¨®n es no participar en las jornadas de siembra que se han promovido por medios y redes sociales¡±, dice Mu?oz por tel¨¦fono, en entrevista con EL PA?S. El investigador propone, en cambio, aprovechar la ocasi¨®n para retirar de forma gradual algunos pinos, eucaliptos, acacias, retamo espinoso y otras especies ex¨®ticas que llegaron a los cerros de Bogot¨¢ a mediados del siglo pasado y se han apoderado del bosque.

¡°Estas especies han evolucionado con el fuego¡±, dice Mu?oz. Por sus caracter¨ªsticas gen¨¦ticas son capaces de tolerar un incendio y aprovechar los efectos negativos que producen las llamas para su beneficio y expansi¨®n. Los pinos, por ejemplo, ayudaron a avivar las quemas e hicieron m¨¢s dif¨ªcil su control. Mu?oz cuenta que las hojas delgadas y puntiagudas de los pinos, llamadas ac¨ªculas por la ciencia, se secan y se caen constantemente. Generan un colch¨®n en el suelo, que es inflamable y a veces alcanza hasta un metro de profundidad. Tiene propiedades impermeables, por lo que el agua casi no lo penetra. ¡°Cuando hay una chispa, esas ac¨ªculas se prenden muy f¨¢cil y llevan el fuego por todo el piso del bosque¡±, explica el cient¨ªfico, candidato a doctor en Ciencias de la Nacional.

Algo similar pasa con el retamo espinoso, que se trajo de Europa en los a?os 50 para el control de la erosi¨®n en los embalses en Bogot¨¢ y que ahora es una de las especies invasoras m¨¢s agresivas a nivel mundial. ¡°El retamo tiene una predisposici¨®n gen¨¦tica para acumular necromasa, vegetaci¨®n muerta, que facilita la propagaci¨®n del fuego porque es material seco¡±. En el libro Sumario de plantas oficiosas, Efr¨¦n Giraldo escribe: ¡°Al retamo cuesta agarrarlo, es ind¨®cil al machete. Resiste al fuego, vuelve a brotar de las cenizas¡±.

Los eucaliptos, que llegaron de Australia en la segunda mitad del siglo XIX y ahora est¨¢n desperdigados por todos los cerros de la capital, tambi¨¦n toleran muy f¨¢cil las altas temperaturas. ¡°Tienen cortezas muy gruesas que protegen la parte interna y por eso rara vez mueren despu¨¦s de un incendio. Pueden estar prendidos y mantener el fuego incluso por d¨ªas¡±, explica Mu?oz. Si el ¨¢rbol logra sobrevivir, aprovecha el desastre para arrojar todas las semillas en el ¨¢rea quemada. Nacen nuevas plantas, que desplazan a la vegetaci¨®n nativa que est¨¦ tratando de nacer. ¡°Varios sistemas tropicales, como los bosques andinos y p¨¢ramos, no crecieron con el fuego y no saben bien como soportarlo¡±, cuenta Mu?oz. Pasa lo mismo con las acacias que inundan los bosques. ¡°Generan bancos de semillas que duran varios a?os. El calor de los incendios las ayuda a germinar. Son las primeras en nacer en un lugar quemado¡±.

Por eso, el profesor Jim¨¦nez y Mu?oz est¨¢n de acuerdo en que es necesario controlar estas especies invasoras antes de sembrar las nativas. Adem¨¢s, los pinos, los eucaliptos, las acacias y el retamo espinoso tienen altos niveles del compuesto que hace que la madera sea combustible, y en sus hojas y tallos hay resinas y aceites que los hacen m¨¢s inflamables. ¡°Tampoco podemos talar todos estos ¨¢rboles de una, eso tambi¨¦n afectar¨ªa el ecosistema¡±, insiste Jim¨¦nez, ¡°hay que hacerlo despacio¡±.

Otro paso previo a la siembra de ¨¢rboles nativos es revisar el estado del suelo y tratar de recuperarlo. ¡°La actual temporada de incendios se proyecta por meses, por eso no podemos ir a plantar ahorita. No habr¨¢ material org¨¢nico disponible y las nuevas plantas no van a resistir el calor, las heladas, ni los cambios bruscos de temperatura¡±, concluye Mu?oz. Y a?ade: ¡°lo mismo en los p¨¢ramos, no se puede ir a sembrar miles de frailejones en este momento. Lo mejor es dejar que se recuperen a su ritmo y sin la intervenci¨®n humana. Hacer jornadas de siembra all¨¢ ser¨ªa much¨ªsimo peor. Mantengamos la calma¡±.

Una vez la temporada de incendios haya pasado, se logren reducir las especies invasoras y el suelo est¨¦ recuperado, se puede iniciar la introducci¨®n de especies nativas pioneras. ¡°Son hierbas o arbustos que crecen r¨¢pido, aguantan estr¨¦s ambiental y toleran la radiaci¨®n solar. Una buena opci¨®n es la hierba mora o las aster¨¢ceas, como los chilcos o arbolocos¡±, explica Mu?oz. Despu¨¦s de unos cinco a?os, cuando el bosque andino se est¨¦ recuperando por su cuenta, se pueden sembrar ¨¢rboles nativos como el cedro, el encenillo, el nogal y el sietecueros, que en el futuro ayudar¨¢n a reducir los incendios.

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