El contradictorio silencio de Gustavo Petro sobre la sanci¨®n a Mar¨ªa Corina Machado
El presidente ha criticado sistem¨¢ticamente las inhabilitaciones a funcionarios elegidos por voto popular o candidatos a ello, con excepci¨®n del caso de la opositora venezolana
Virtud o defecto, Gustavo Petro no es un hombre que se guarde sus opiniones. Al presidente de Colombia le cuesta callar. Es dif¨ªcil encontrar un suceso ¡ªnacional o internacional¡ª sobre el que no se pronuncie. Tres ejemplos recientes: conden¨® las acciones de Israel en Gaza, lo que provoc¨® una crisis diplom¨¢tica; declar¨® su apoyo al peronista Sergio Massa ante las elecciones presidenciales de Argentina, marcando una distancia con el ganador Javier Milei; y respald¨® a Bernardo Ar¨¦valo para que asumiera la jefatura de Estado en Guatemala, ante las decisiones judiciales que parec¨ªan entorpecerlo. Petro ciment¨® buena parte de su popularidad en su capacidad para tomar postura, leer coyunturas y oponerse a las injusticias. Precisamente por eso llama la atenci¨®n su silencio frente a la inhabilidad que las autoridades venezolanas impusieron sobre Mar¨ªa Corina Machado, justo cuando ella busca competirle la presidencia a Nicol¨¢s Maduro y despu¨¦s de que el presidente colombiano haya criticado sistem¨¢ticamente las inhabilitaciones a funcionarios electos o candidatos a cargos de elecci¨®n popular.
El hermetismo del primer mandatario es llamativo. Human Rights Watch le envi¨® una carta solicitando su manifestaci¨®n en contra de la inhabilitaci¨®n de la l¨ªder opositora. La misiva iba firmada por Juanita Goebertus, directora para Am¨¦rica de la organizaci¨®n, quien expresa a EL PA?S su preocupaci¨®n por el mutismo de la Casa de Nari?o. ¡°Es curioso que prefiera callar sobre este tema porque, adem¨¢s, tiene una estricta relaci¨®n con ¨¦l [Petro]. Se trata de una sanci¨®n a una persona que aspira a un cargo p¨²blico, algo similar a lo que le sucedi¨®. Yo creo que manda un mensaje de incoherencia en la defensa de los derechos humanos. Fue muy vehemente con la destituci¨®n de Pedro Castillo, en Per¨², y, por el contrario, ha guardado silencio en este momento, como si primaran las preferencias ideol¨®gicas sobre su compromiso con la defensa del derecho al voto y a la participaci¨®n¡±, se?ala por tel¨¦fono.
Goebertus se refiere a la inhabilidad y destituci¨®n por 14 a?os que la Procuradur¨ªa impuso sobre Petro en 2013, cuando era alcalde de Bogot¨¢. Una medida cautelar de la Comisi¨®n Interamericana lo devolvi¨® al Gobierno de la ciudad y una sentencia de la Corte Interamericana, en 2020, orden¨® al Estado colombiano a modificar sus leyes para que ninguna autoridad administrativa pueda cesar de su cargo a un funcionario electo por voto popular. Parad¨®jicamente, el precedente en el que se bas¨® la Corte Interamericana fue el caso de otro opositor venezolano, Leopoldo L¨®pez, a quien la Contralor¨ªa de ese pa¨ªs hab¨ªa inhabilitado por tres a?os en 2004. Antes de que la Corte IDH fallara de fondo su caso, Petro alud¨ªa constantemente a lo que vivi¨® L¨®pez para soportar su argumento de que la Procuradur¨ªa hab¨ªa violentado sus derechos pol¨ªticos. ¡°Mi caso es como el de Leopoldo L¨®pez¡±, asever¨® en una ocasi¨®n.
Si quiere comparar, mi caso es como el de Leopoldo L¨®pez. Un contralor trato de inhabilitarlo con una multa y la CIDH sentenci¨® a su favor https://t.co/XtVZmNFpKL
— Gustavo Petro (@petrogustavo) December 5, 2016
Acabar con este tipo de sanciones es una cruzada que emprendi¨® el presidente. En su pa¨ªs las ha reprobado abiertamente, incluso cuando los afectados son de orillas ideol¨®gicas opuestas a la suya. En noviembre 2021, la Contralor¨ªa colombiana sancion¨® a Sergio Fajardo, en su condici¨®n de exgobernador de Antioquia, como uno de los responsables de las fallas en el proyecto hidroel¨¦ctrico Hidroituango, que retrasaron la inauguraci¨®n de la megaobra y, seg¨²n la entidad, hab¨ªan generado da?os por 4,3 billones de pesos (m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares). La sanci¨®n amenazaba con dejar a Fajardo fuera de las elecciones presidenciales de 2022. Petro reiter¨® su argumento para defender los derechos de su competidor. ¡°Lo que hay contra Sergio Fajardo es una sanci¨®n administrativa y una sanci¨®n de este tipo, como lo ordena la Corte Interamericana de Derechos Humanos, no produce inhabilidad pol¨ªtica¡±, afirm¨®.
Igual actitud tom¨® en septiembre del a?o pasado, despu¨¦s de que el Consejo Nacional Electoral revocara la candidatura de Rodolfo Hern¨¢ndez a la Gobernaci¨®n de Santander. Sobre Hern¨¢ndez ¡ªrival de Petro en la segunda vuelta de los comicios presidenciales de 2022¡ª pesaban tres sanciones disciplinarias impuestas por la Procuradur¨ªa y el tribunal electoral determin¨® retirarlo de las elecciones. ¡°Con el caso de Rodolfo Hern¨¢ndez, mi rival en la presidencial, se ha revivido la tesis de quitar derechos pol¨ªticos por sanciones administrativas en abierto desacato a la sentencia de la CIDH que es de obligatorio cumplimiento¡±, declar¨®.
La situaci¨®n es igual a la que vive Machado, quien gan¨® c¨®modamente, con el 92,5% de la votaci¨®n, las primarias de la oposici¨®n venezolana que se celebraron en octubre. Se trat¨® de una victoria agridulce. La l¨ªder opositora sab¨ªa que estaba condicionada. Cuatro meses antes, en junio, la Contralor¨ªa General de Venezuela le hab¨ªa notificado que no pod¨ªa participar en comicios ni ocupar cargos p¨²blicos por 15 a?os. El castigo se fundamenta en una sanci¨®n previa, de 2015, cuando la misma instituci¨®n la inhabilit¨® 12 meses por no incluir unos bonos de alimentaci¨®n en su declaraci¨®n patrimonial.
Exist¨ªa una peque?a esperanza a la que se aferraban Machado y sus seguidores: que el chavismo respetara los acuerdos a los que lleg¨® con la oposici¨®n en la isla caribe?a de Barbados y garantizara ¡°el derecho de cada actor pol¨ªtico de seleccionar a su candidato para las elecciones presidenciales de manera libre¡±. Pero era una fantas¨ªa. El Tribunal Supremo de Justicia, el pasado 26 de enero, ratific¨® la decisi¨®n de la Contralor¨ªa y cerr¨® las posibilidades para que la ingeniera industrial de 56 a?os aparezca en el tarjet¨®n. Estados Unidos advirti¨® r¨¢pidamente que retomar¨¢ las sanciones econ¨®micas que levant¨® hace unos meses si el r¨¦gimen no echa para atr¨¢s la inhabilitaci¨®n. El aviso, con tono de amenaza, tiene reducidas chances de estremecer alguna fibra en un Gobierno que cumpli¨® este jueves un cuarto de siglo en el poder.
Buena parte de la comunidad internacional se ha volcado a rechazar el abuso de autoridad chavista. No obstante, Petro ha optado por permanecer callado. La ¨²nica vez que se refiri¨® al tema fue en junio del a?o pasado, a trav¨¦s de su cuenta de X. En esa oportunidad, sin mencionar directamente a Machado, dijo que ninguna autoridad administrativa ¡°debe quitar derechos pol¨ªticos a ning¨²n ciudadano¡±. Eso fue todo. Para entonces a¨²n no se celebraban las primarias y los di¨¢logos entre el oficialismo y la oposici¨®n venezolana estaban en marcha.
Sacar del camino a detractores es un arma recurrente del chavismo. Desde 2002, la organizaci¨®n Acceso a la Justicia ha contabilizado 1.400 ciudadanos inhabilitados para ejercer cargos p¨²blicos mediante decisiones de autoridades judiciales y administrativas. Entre ellos est¨¢n Leopoldo L¨®pez, el excandidato presidencial de la oposici¨®n Henrique Capriles y Machado.
La cifra es contundente. Sin embargo, en este caso Petro tiene cosas que perder si se la juega por equiparar su caso con el de Machado. As¨ª lo explica Sergio Guzm¨¢n, director de la consultora Colombia Risk Analysis, quien considera que varias prioridades del mandatario dependen de su relaci¨®n con el Gobierno de Maduro. ¡°Preservar la integridad de las negociaciones con el ELN y la Nueva Marquetalia, que ambas operan en Venezuela, es clave para sus planes de conseguir la Paz Total. Tambi¨¦n ha planteado no explorar petr¨®leo, lo que ha llevado a que Ecopetrol considere hacer negocios en Venezuela y por eso no ser¨ªa estrat¨¦gico contradecir las decisiones del r¨¦gimen de ese pa¨ªs¡±. Agrega que es evidente la benevolencia de Petro al momento de ¡°criticar a otros l¨ªderes de izquierda¡±. ¡°En vez de ser un defensor de la democracia, parece m¨¢s un c¨®mplice de Maduro¡±, apunta.
El presidente colombiano no titube¨® en sus reproches a Israel. Su convicci¨®n por defender sus principios, as¨ª esto trajera consecuencias indeseadas, fue aplaudida por sus seguidores, incluyendo en el extranjero. Esa coherencia est¨¢ siendo puesta en duda con su silencio frente a la inhabilitaci¨®n de Mar¨ªa Corina Machado.
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