El Estado pide perd¨®n a la familia de Guillermo Cano por no haber garantizado su vida
Cuatro d¨¦cadas luego de su muerte a manos del Cartel de Medell¨ªn, el Gobierno se compromete a esclarecer los hechos del crimen en un acuerdo suscrito con la viuda del exdirector de ¡®El Espectador¡¯
A las siete de la noche del 17 de diciembre de 1987, dos sicarios a ¨®rdenes de Pablo Escobar dispararon en contra de Guillermo Cano, el director del diario El Espectador, mientras volv¨ªa a su casa en auto luego de salir del peri¨®dico. Perdi¨® el control del coche y se estrell¨® contra un poste de luz. Muri¨®. Los asesinos nunca fueron capturados. En un acto este viernes en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliaci¨®n, 36 a?os despu¨¦s, el Estado colombiano le pidi¨® perd¨®n a la familia del periodista por haber incumplido con su obligaci¨®n de garantizar su vida. Tambi¨¦n reconoci¨® que ha desconocido su deber de investigar, juzgar y sancionar a los responsables del magnicidio.
El ministro de Justicia, N¨¦stor Osuna, represent¨® al Gobierno y ofreci¨® disculpas ante un auditorio lleno. Parado detr¨¢s de la m¨¢quina de escribir de Cano, que a lo largo de la ceremonia estuvo expuesta en el escenario, y con una presentaci¨®n de fotos del periodista a sus espaldas, no se anduvo por las ramas. ¡°Do?a Ana Mar¨ªa [la viuda de Cano], familiares, periodistas de El Espectador, sociedad colombiana: les ruego que acepten la solicitud de perd¨®n del Estado colombiano y del Gobierno colombiano¡±, dijo.
En casi cuatro d¨¦cadas, la investigaci¨®n del homicidio no ha dado con los asesinos. Est¨¢ parada desde 2001, cuando la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concluy¨® que el Estado colombiano hab¨ªa incumplido con su deber de proteger la vida de Cano e investigar qui¨¦nes eran los responsables. En un informe publicado entonces, la CIDH le recomend¨® al Estado colombiano llevar a cabo una investigaci¨®n ¡°seria, exhaustiva e imparcial¡± para determinar si hab¨ªa hechos de encubrimiento y delitos contra la administraci¨®n de justicia que impidieron la investigaci¨®n completa de los hechos. Ese trabajo nunca se hizo.
Osuna se refiri¨® a la falta de justicia. ¡°Todos les fallamos a don Guillermo Cano, a su familia, a El Espectador, a los periodistas. Como sociedad colombiana, ah¨ª rompimos nuestro compromiso de civilidad, de convivencia y de respeto a los derechos humanos¡±, declar¨®. A?adi¨® que ¡°el Estado colombiano mir¨® para otro lado¡± en vez de realizar las indagaciones y que fue ¡°indolente, acobardado, c¨®mplice¡±.
La guerra de Escobar contra ¡®El Espectador¡¯
Cano muri¨® v¨ªctima de una guerra que el Cartel de Medell¨ªn, encabezado por Pablo Escobar, libr¨® contra El Espectador durante los ochentas y noventas. El entonces director, nieto del fundador del peri¨®dico, no fue el ¨²nico asesinado. El narco les arrebat¨® la vida a varios de sus compa?eros: periodistas, distribuidores, abogados y magistrados que participaron de sus investigaciones period¨ªsticas. Otros tuvieron que exiliarse del pa¨ªs por amenazas. Otros m¨¢s sufrieron los m¨²ltiples ataques con explosivos a las instalaciones del diario.
Luego de la comparecencia de Osuna, Ana Mar¨ªa Busquets de Cano, la viuda de 89 a?os de Cano, se subi¨® al escenario, vestida de luto, para suscribir un acuerdo con el Estado colombiano. En ¨¦l, seg¨²n Paula Robledo, directora de la Agencia Nacional de Defensa Jur¨ªdica del Estado, el Gobierno ¡°se compromete a adelantar las investigaciones, a impulsar las actuaciones en busca del esclarecimiento de los hechos y la identificaci¨®n de los presuntos responsables de este crimen [el asesinato de Guillermo Cano]. Igualmente, se obliga a adoptar medidas necesarias para impedir que en el futuro se produzcan hechos similares y a proteger, garantizar derechos previstos en la convenci¨®n interamericana de derechos humanos¡±. Tambi¨¦n firmaron el acuerdo la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Fundaci¨®n Para la Libertad de Prensa (FLIP) y la Fundaci¨®n Robert F. Kennedy, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro dedicada a promover los derechos humanos con sede en Estados Unidos.
El acto y acuerdo hacen parte de las acciones que el Gobierno de Gustavo Petro realiza con el objetivo de ofrecer reparaci¨®n a la familia de Cano. La ceremonia estuvo repleta de discursos que honraron al periodista, editor, columnista y escritor. Durante algunos de los momentos m¨¢s violentos de la historia de Colombia, Cano defendi¨® la libertad de prensa e investig¨® sin escr¨²pulos a los carteles que amenazaban su vida. Por esa labor, gan¨® en 1980 el Premio Sim¨®n Bol¨ªvar y en 1987 el Mar¨ªa Moors Cabot, el m¨¢s antiguo reconocimiento internacional en el periodismo. Una d¨¦cada despu¨¦s de su muerte, la Unesco cre¨® en su memoria el Premio Mundial de la Libertad de Prensa.
Durante la ceremonia de este viernes, su hijo, Fernando Cano Busquets, record¨® c¨®mo su padre y sus compa?eros en El Espectador ¡°pon¨ªan sus pechos en defensa de las ideas democr¨¢ticas¡±. En nombre de su familia, acept¨® las disculpas del Estado. Sin embargo, aclar¨® que el acto no puede ser el final de la historia, sino un comienzo nuevo. ¡°Esperamos que este acto no sea el de clausura de un proceso, sino m¨¢s bien el paso inicial para devolverles a las familias de tantos periodistas, de tantos magistrados, de tantos jueces, de tantos militares, de tantos colombianos, en fin, la merecida memoria de sus seres queridos. Seguimos so?ando, como Don Guillermo Cano Isaza, en una Colombia con may¨²sculas¡±, declar¨®.
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