Ecominerales, el ¡®Frankenstein¡¯ minero que impulsa Petro
El Gobierno busca crear una empresa estatal de minerales siguiendo el exitoso modelo de Ecopetrol. Sin embargo, ignora los elementos que han hecho de la petrolera lo que es, y promueve un esquema que limitar¨ªa el potencial minero del pa¨ªs
Con bombos y platillos, en octubre del a?o pasado el ministro de Minas y Energ¨ªa public¨® el proyecto de ley con que el Gobierno busca fundar Ecominerales, una nueva compa?¨ªa estatal que se dedicar¨¢ a la comercializaci¨®n de oro y otros minerales. El Congreso, que reinicia sus sesiones, encara su debate.
En la propuesta gubernamental, la empresa recibir¨¢ incluso atribuciones que actualmente competen a MinMinas, como la gesti¨®n de t¨ªtulos mineros y el apoyo a la formalizaci¨®n de la miner¨ªa. Entre sus funciones est¨¢ el desarrollo completo de la actividad minera, incluyendo exploraci¨®n, explotaci¨®n y cierre de minas, as¨ª como la comercializaci¨®n de minerales, que hoy ejercen los privados.
La colaboraci¨®n t¨¦cnica con otras entidades del Estado, como el Servicio Geol¨®gico Colombiano, tambi¨¦n estar¨¢ entre sus principales competencias, considerando que Ecominerales asumir¨¢ el transporte y distribuci¨®n de minerales estrat¨¦gicos y realizar¨¢ estudios t¨¦cnicos. Adem¨¢s, se espera que se encargue de la gesti¨®n y ejecuci¨®n de proyectos de miner¨ªa circular. Un verdadero Frankenstein minero.
Para crear la empresa, el Estado pretende utilizar recursos de empresas actualmente en manos de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), dotar la empresa con los t¨ªtulos mineros que hayan sido devueltos al Estado, transferir fondos de la Agencia Nacional de Miner¨ªa (ANM) y/o la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), que ser¨¢n responsables de aportar un m¨ªnimo de 3.000 y hasta 9.000 salarios m¨ªnimos mensuales legales vigentes (SMMLV) por a?o durante los pr¨®ximos cinco a?os, de sus excedentes financieros, y tambi¨¦n recibir aportes del Gobierno nacional.
La pol¨ªtica actual del Gobierno es altamente hostil al sector extractivo, particularmente aquel que a trav¨¦s de empresas multinacionales busca extraer recursos naturales a trav¨¦s de proyectos de megaminer¨ªa (que cuenta con unas regulaciones ambientales y laborales estrictas), a la que acusan de generar consecuencias irreversibles para el medio ambiente y afectar la vida de las comunidades en las zonas aleda?as a los proyectos.
El Gobierno, a su vez, pretende que las juntas de acci¨®n comunal sean contratistas directos de esta nueva empresa y de esta manera formalizar a una gran cantidad de mineros ancestrales y comunitarios para darles a ellos una plusval¨ªa sobre su trabajo, empoderar a sus l¨ªderes sociales y probablemente vincularlos a su proyecto pol¨ªtico de largo plazo. Sin embargo, son muchos de estos mineros artesanales o no formalizados quienes actualmente est¨¢n activamente explotando yacimientos mineros acusados de ser responsables de enormes e irreversibles da?os medioambientales en las cuencas hidrogr¨¢ficas del pa¨ªs, como la cuenca del r¨ªo Atrato en el Choc¨®, el rio Nech¨ª en Antioquia o el r¨ªo Telemb¨ª en Cauca.
Si bien Ecominerales pretende darle un poco de estructura y orden a la miner¨ªa que hasta hoy es informal, que en muchas ocasiones ha sido capturada por intereses ilegales y representa cuantiosos ingresos para los grupos ilegales como el Clan del Golfo, el EMC y el ELN, es poco probable que como empresa tenga ¨¦xito, o que al menos logre replicar el exitoso modelo de Ecopetrol, una petrolera de mayor¨ªa p¨²blica que goza de prestigio internacional, es altamente rentable y cotiza en la bolsa de Nueva York.
Eso s¨ª, el Gobierno debe continuar enfocando el m¨¢ximo de su capacidad en perseguir activa y agresivamente a los mineros ilegales, que est¨¢n al servicio de los grupos armados organizados que amenazan al medio ambiente y a la poblaci¨®n.
Tener a las juntas de acci¨®n comunal y a peque?as cooperativas mineras como principales beneficiarios del usufructo de activos estatales, como son sus minas y canteras, podr¨ªa resultar en la explotaci¨®n improductiva de los yacimientos mineros y en da?os ambientales irreversibles. M¨¢s cuando muchas de estas entidades no cumplen con los requisitos ambientales, de solidez financiera, de cumplimiento legal y de rigor t¨¦cnico que hoy en d¨ªa la ANM exige a las empresas, for¨¢neas o dom¨¦sticas, que busquen hacer explotaci¨®n minera.
En el imaginario, la intenci¨®n parece ser crear una empresa similar a Ecopetrol. Sin embargo, es probable que en la fundaci¨®n de esta nueva empresa el Gobierno est¨¦ omitiendo lecciones clave sobre por qu¨¦ Ecopetrol es hoy la empresa que es. Entre ellas est¨¢n la integraci¨®n a los mercados internacionales, la solidez financiera para hacer inversiones a gran escala, la capacidad y credibilidad de contratar con empresas internacionales ¡ªya sea para tercerizar una parte de la operaci¨®n o para participar conjuntamente en proyectos de extracci¨®n¡ª y tambi¨¦n unos est¨¢ndares de gobierno corporativo que se han solidificado por su parcial privatizaci¨®n.
En lugar de prohibir o dificultar la existencia de la miner¨ªa de gran escala y promover la creaci¨®n de una empresa 100% estatal como Ecominerales como el principal gestor de los activos mineros del pa¨ªs, el Gobierno deber¨ªa profundizar la formalizaci¨®n minera a trav¨¦s de los canales existentes. Ser¨ªa m¨¢s provechoso que todas las dependencias del Estado busquen enfocarse en brindar garant¨ªas de seguridad y jur¨ªdicas a las empresas internacionales que invierten en el pa¨ªs para que multipliquen sus actuales inversiones bajo las regulaciones ambientales y laborales vigentes. Sin embargo, presumo que ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil crear una nueva entidad, nutrir sus rangos con aliados pol¨ªticos y blindar su existencia jur¨ªdicamente que atacar el problema de verdad.
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