Diana Marcela G¨®mez, viceministra de las Mujeres: ¡°Nos impacta el nivel de sevicia de los feminicidios¡±
La primera persona en ocupar el nuevo cargo presenta los ambiciosos planes para garantizar una vida libre de violencias para las colombianas, as¨ª como su posici¨®n frente a los vientres de alquiler y la trata
En Colombia a diario se registra un feminicidio, cada tres horas una mujer es v¨ªctima de violencia intrafamiliar y, en 2023, 4.732 ni?as de 10 a 14 a?os fueron madres. A ese cruento panorama se enfrenta la antrop¨®loga Diana Marcela G¨®mez (Bogot¨¢, 46 a?os) quien desde hace cinco meses asumi¨® la tit¨¢nica tarea de reducir esas cifras desde uno de los cinco viceministerios que componen el nuevo Ministerio de Igualdad y Equidad. Ahora, G¨®mez tiene en su poder la formulaci¨®n y el seguimiento de las pol¨ªticas p¨²blicas que buscan que las mujeres vivan en equidad.
El viceministerio reemplaza a la Consejer¨ªa Presidencial para la Equidad de la Mujer, creada en 1999. Desde el pasado 14 de septiembre, G¨®mez se ha encargado de recoger el trabajo de la Consejer¨ªa que encabezaba la lideresa afro Clemencia Carabal¨ª y a la vez, de armar un equipo que le permita materializar un ambicioso plan de trabajo en una cartera insignia del Gobierno Petro. La viceministra, con una maestr¨ªa en Historia y un doctorado en Antropolog¨ªa, ha dedicado gran parte de su vida a estudiar temas de memoria. Aunque ha hecho gran parte de su trayectoria en la academia, el sector p¨²blico no le es ajeno, pues particip¨® en la creaci¨®n de la pol¨ªtica p¨²blica de mujeres en las alcald¨ªas de Bogot¨¢ de Luis Eduardo Garz¨®n y del hoy presidente Gustavo Petro.
Se define como feminista del sur global, una mirada bajo la que ha planteado seis frentes de trabajo: autonom¨ªa econ¨®mica, mujeres en el centro de la pol¨ªtica de la vida y de la paz, atenci¨®n y prevenci¨®n de violencias contra las mujeres, casas para la dignidad de las mujeres, bienestar integral (salud mental, derechos sexuales y reproductivos, cuidados) y transformaci¨®n cultural. Tras una reuni¨®n de alto nivel con instituciones del poder judicial, atiende a EL PA?S en una oficina silenciosa y con vista panor¨¢mica de la ciudad. Antes de viajar a Cali para reunirse con la vicepresidenta y anunciar acciones de emergencia, conversa con este peri¨®dico en medio de una oleada de feminicidios que sacude a la sociedad. Aun as¨ª, responde prudente y sin apasionamientos. Reitera que lo que hay que hacer es mucho, pero que est¨¢n dando los primeros pasos en un ministerio reci¨¦n estrenado.
Pregunta. El viceministerio se enfocar¨¢ en seis l¨ªneas de trabajo ?Cu¨¢les ser¨¢n las primeras acciones en cada uno de estos enfoques?
Respuesta. Los tres programas prioritarios son el abordaje integral de las violencias, la autonom¨ªa econ¨®mica y las casas para la dignidad de las mujeres. El primero ya viene andando, porque recogemos el trabajo que hizo la consejer¨ªa presidencial en el dise?o de Salvia, el Sistema nacional de registro, atenci¨®n, seguimiento y monitoreo de las violencias. En cuanto a las casas para la dignidad de las mujeres, es un programa que recoge casas que ya exist¨ªan, ya hay 42 en funcionamiento y la idea es fortalecerlas y construir m¨¢s.
P. Es un plan de trabajo ambicioso, teniendo en cuenta que quedan poco m¨¢s de dos a?os de Gobierno¡
R. Nosotras hemos querido dar una mirada articulada y global de los problemas que viven las mujeres. Al principio, de hecho, hab¨ªamos definido 12 programas. Pero dijimos: ¡®este Gobierno ya est¨¢ en marcha y hay que mostrar resultados¡¯. Entonces bajamos a ocho y luego a seis. Por la claridad de estar muy enfocadas en lo que se requiere de manera m¨¢s inmediata. Nuestra responsabilidad es poner en marcha los programas, pero tambi¨¦n dependen de la articulaci¨®n con las otras instituciones estatales.
P. ?Cuesta esa articulaci¨®n?
R. Al principio costaba comprender que ahora el Ministerio es el ente rector, quien da directrices. Pero no habr¨¢ cambios estructurales si no hay articulaci¨®n interinstitucional. Si eso no pasa, van a ser pa?itos de agua tibia.
P. ?C¨®mo ha sido la relaci¨®n con la oposici¨®n?
R. La oposici¨®n no estuvo de acuerdo con la creaci¨®n del Ministerio de Igualdad y Equidad. Hay pronunciamientos permanentes de lo que ellos consideran aspectos negativos, que en realidad son una deslegitimaci¨®n del trabajo. Pero para nosotras es importante enfatizar que tenemos una tarea fundamental, que tenemos que cumplir y fue demandada por la sociedad, por quienes votaron y quienes no. Los movimientos de mujeres, las diversidades, los colectivos LGTBIQ+... M¨¢s all¨¢ de lo que la oposici¨®n pueda se?alar, lo importante es realizar el trabajo.
P. El pasado 25 de noviembre presentaron Salvia. ?En qu¨¦ consiste ese sistema de registro, atenci¨®n, y monitoreo de las violencias? ?En qu¨¦ fase est¨¢?
R. Salvia surge de reconocer que en Colombia la atenci¨®n existe, pero no es la mejor. Hay que hacer que funcione de manera m¨¢s eficaz y articulada. Tenemos que prevenir y mandar mensajes de que se sancionan las violencias. Desde el primero de enero de este a?o somos responsables de coordinarla. Tiene actualmente 16 personas en una operaci¨®n piloto en Mit¨², Vaup¨¦s. El siguiente municipio es Barbacoas, Nari?o, y para eso lo reforzaremos en un 100%. Adem¨¢s, vamos a tener atenci¨®n a hombres, para hacer acompa?amiento psicosocial a posibles agresores. Eso aumentar¨¢ el personal tambi¨¦n. . La proyecci¨®n es terminar ambos pilotos y adecuar los sistemas de informaci¨®n para que Salvia est¨¦ en la p¨¢gina del ministerio y dem¨¢s para pasar a hacer un programa de nivel nacional, desde abril.
P. ?Ya est¨¢ en marcha la l¨ªnea de atenci¨®n para hombres que consideren que puedan violentar a sus parejas?
R. Estamos dise?ando ese programa. Sabemos que existen otras l¨ªneas de atenci¨®n de corto plazo, y queremos hacer un acompa?amiento de mediana duraci¨®n. Y estamos identificando los perfiles de las personas que necesitamos para atender la llamada en la l¨ªnea 155.
P. ?Qu¨¦ otros planes tiene el Ministerio para incluir a los hombres en el movimiento feminista?
R. En mi mirada el movimiento feminista es de las mujeres, pero s¨ª tenemos una estrategia pedag¨®gica para ellos. No los vamos a culpar de los feminicidios como sujetos individuales, sino que vamos a poner el ¨¦nfasis en que esa violencia tiene una ra¨ªz estructural, cultural, inlu¨ªda por otras condiciones como el racismo y las desigualdades socioecon¨®micas. Nuestro llamado es a que la sociedad entienda que no puede haber agresores.
P. En el Congreso se est¨¢n tramitando dos proyectos de ley vitales para las mujeres, uno para prevenir y sancionar la violencia vicaria, otro para proteger a los hu¨¦rfanos por feminicidio. ?Qu¨¦ medidas ha tomado el Ministerio en estos dos temas?
R. Nosotras estamos abiertas al di¨¢logo con los congresistas, hemos atendido sus invitaciones para dialogar. Los programas que estamos focalizando son los que les coment¨¦.
P. El congresista del Pacto Hist¨®rico, Alejandro Ocampo, present¨® un fallido proyecto de ley para regular los vientres de alquiler. El Ministeiro de Justicia present¨® otro, que tambi¨¦n buscaba regularlos ?La posici¨®n del Ministerio es pr¨®xima a las de las dos propuestas, o ve el alquiler como una explotaci¨®n reproductiva, como hace la Uni¨®n Europea?
R. Es una pregunta dif¨ªcil. El Ministerio de Justicia no continu¨® con su propuesta. Para nosotras no es procedente.
P. ?No es procedente pronunciarse?
R. Pues no¡ No vamos con la propuesta de Ocampo. Ya te dije la respuesta del Gobierno.
P. El Ministerio de Igualdad ha venido impulsando en varias ciudades el sistema nacional de cuidados. ?Qu¨¦ falta para que en Colombia se reconozca el trabajo de cuidado? ?Qu¨¦ retos han encontrado para aterrizar el sistema en los territorios?
R. Todo eso est¨¢ a cargo del viceministerio de Poblaciones y Territorios Excluidos. De lo que se trata de avanzar es en la redistribuci¨®n de la tarea del cuidado. No es solo de cuidar a las cuidadoras, algo supremamente importante, sino que tambi¨¦n tenemos que lograr un cambio estructural, que los hombres asuman la tarea. En el sistema reconocemos que hay varios tipos de cuidados: no solo a personas, sino a seres vivos, inanimados¡ Es una perspectiva amplia.
P. En ciudades como Medell¨ªn el escenario frente a los feminicidios y la trata con fines de explotaci¨®n sexual ha ido en alza. ?Qu¨¦ acciones ha tomado el Ministerio? ?Han trabajado con los gobiernos locales?
R. Me gustar¨ªa enfatizar en la estrategia de las mesas de alto nivel de prevenci¨®n de feminicidio y otras violencias letales. Ccuando ocurri¨® el feminicidio de Dayana Gonz¨¢lez en Cali, nosotras hicimos una mesa con las autoridades locales y los representantes de las instituciones. No nos acompa?¨® ni el alcalde ni la gobernadora pero s¨ª la secretar¨ªa de la mujer. Los siguientes departamentos priorizadas para hacer las mesas son Antioquia, Bol¨ªvar y Norte de Santander-Santander. Los feminicidios, la trata y la desaparici¨®n forzada son temas prioritarios para nosotras; enfrentarlos es una tarea conjunta, independientemente de las afiliaciones pol¨ªticas.
P. Hemos visto en este mes y medio una escalada en los feminicidios. En EL PA?S hemos contado alrededor del doble que en el mismo per¨ªodo del a?o pasado. Las mujeres piden acciones urgentes, que hagan efectivo el marco jur¨ªdico que ya existe. ?Qu¨¦ est¨¢ fallando?
R. Fallamos como Estado y como sociedad. Los feminicidios llegan a donde llegan porque no han operado las instituciones del Estado. Quienes secundan a las mujeres no hacen las alertas respectivas. No quiero trasladar la responsabilidad a familiares y allegados, pero es un problema estructural como sociedad. Quiz¨¢ tambi¨¦n hay m¨¢s registros porque la atenci¨®n est¨¢ aumentando. Por nuestra parte, estamos analizando qu¨¦ est¨¢ ocurriendo, estamos conociendo m¨¢s a detalle c¨®mo se ejerce la violencia. Nos tiene impactadas el nivel de sevicia de los feminicidios o que se cometen en escenarios p¨²blicos. Queremos analizar el panorama completo. Si hay repercusiones postcovid o impactos de las din¨¢micas del conflicto armado. La polic¨ªa y nosotras tenemos que hacer un an¨¢lisis de g¨¦nero dentro de las bandas criminales. Las mujeres han sido utilizadas como esp¨ªas, se usan sus cuerpos¡ As¨ª que estamos intentando comprender todas esas din¨¢micas para luego plantear las respuestas. Como sociedad, en 2024 estamos viviendo los impactos de la violencia patriarcal, el racismo, del conflicto armado y las pandillas.
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