La esperada crisis de gabinete se queda en un enroque en el alto Gobierno

La tercera crisis de gabinete de Gustavo Petro, tan anunciada desde el comienzo de este a?o bisiesto, no se ha precipitado. Al menos, no de momento. El segundo mes de 2024, con sus 29 d¨ªas, ya se consumi¨® en el calendario, y el esperado remez¨®n ha quedado en un enroque en la propia Presidencia de la Rep¨²blica, apenas dos nuevos ministros ¨Cuno de ellos encargado¨C y el muy significativo relevo en la cabeza del Departamento Nacional de Planeaci¨®n, que ha sido interpretado como un gesto de desprecio a los tecn¨®cratas.

Petro se impacienta, quiere resultados en el corto plazo que saquen del letargo a su Gobierno y no dudar¨¢ en prescindir de quien haga falta, es el mensaje que deslizan desde hace meses desde la Casa de Nari?o, el palacio presidencial. Le precede la fama de cortar cabezas sin contemplaciones desde que fue alcalde de Bogot¨¢, entre 2012 y 2015. Los ministros sienten sus cargos amenazados. Son conscientes de que ninguno es considerado indispensable, el hervidero de rumores ha ocupado titulares todas las semanas, pero ya entrados en marzo la gran mayor¨ªa conserva su puesto a pesar de las cr¨ªticas del mandatario. ¡°No m¨¢s sonajeros errados¡±, ha llegado a trinar el propio Petro ante la especulaci¨®n medi¨¢tica. S¨ª hay varios retoques importantes, pero ninguna desbandada.

Laura Sarabia, la gran consejera de Petro, quien nunca se fue del todo, ha ganado un pulso interno para ocupar el Dapre, el organismo que gestiona los presupuestos y el d¨ªa a d¨ªa de la Presidencia. Reemplaz¨® a Carlos Ram¨®n Gonz¨¢lez, que ahora estar¨¢ al frente de la Direcci¨®n Nacional de Inteligencia, otro cargo muy sensible, pero lejos del despacho presidencial. Sarabia, pese a tener un caso abierto en la Fiscal¨ªa, vuelve a ser la persona que acumula m¨¢s poder en todo el organigrama; esa ha sido la mayor novedad del 2024. Su reemplazo en el Departamento de Prosperidad Social, que tambi¨¦n tiene rango ministerial, ser¨¢ otro escudero de Petro, el exsenador Gustavo Bol¨ªvar, que viene de una fallida candidatura a la Alcald¨ªa de la capital.

La otra gran movida ha sido la salida de Jorge Iv¨¢n Gonz¨¢lez. El ahora exdirector del Departamento Nacional de Planeaci¨®n (DNP) hab¨ªa sobrevivido las dos crisis de gabinete a pesar de haber firmado una carta con cr¨ªticas a la reforma a la salud que se le ha convertido a Petro en un punto de honor. La relaci¨®n era cada vez m¨¢s tensa. ¡°Entre la validez del discurso y la facticidad de la planeaci¨®n hay una brecha insoluble, que es profundamente dolorosa¡±, escribi¨® Gonz¨¢lez en una columna tras su salida. ¡°En lugar de aceptar los hechos f¨¢cticos como una realidad sobre la que es necesario actuar, el gobernante cae en la tentaci¨®n de negarlos¡±, desliz¨® en ese texto.

El veterano acad¨¦mico, fil¨®sofo y economista, apodado como El Sabio, era el ¨²ltimo vestigio de las figuras liberales que le impregnaban pluralidad al primer equipo del mandatario de izquierdas. El nuevo director de Planeaci¨®n es el abogado Alexander L¨®pez, que perdi¨® su esca?o en el Senado por un fallo del Consejo de Estado. Cercano al movimiento sindical, es la primera cabeza del DNP que no es economista. La distancia entre Petro y la ¨¦lite tecnocr¨¢tica se agranda cada d¨ªa. ¡°Con el nombramiento de funcionarios alineados pol¨ªtica e ideol¨®gicamente con su proyecto, y sin experiencia en el manejo de las finanzas p¨²blicas, el presidente remueve el contrapeso t¨¦cnico que ten¨ªa en Hacienda y Planeaci¨®n a muchas de sus ideas¡±, apuntaba un an¨¢lisis del portal pol¨ªtico La Silla Vac¨ªa con ocasi¨®n de ese nombramiento.

A esas llegadas y salidas se suman los cambios en dos carteras que han enfrentado verdaderos culebrones, con coletazos ins¨®litos. En el Ministerio del Deporte, el esc¨¢ndalo por la sede perdida de los Juegos Panamericanos que ya no ser¨¢n en Barranquilla le cost¨® su puesto a Astrid Rodr¨ªguez. Ella pag¨® los platos rotos de que el Gobierno no hubiera hecho los pagos a la organizaci¨®n a los que se hab¨ªa comprometido. A pesar de que el presidente ya design¨® a Luz Cristina L¨®pez como su reemplazo, la oposici¨®n en el Congreso insisti¨® en seguir adelante esta semana con una in¨¦dita moci¨®n de censura contra una ministra dimitida. La iniciativa naufrag¨®, como era de esperarse.

Y en el Ministerio de Relaciones Exteriores, que no logra salir del fango en que lo sumergi¨® el fallido contrato para la elaboraci¨®n de pasaportes, el embajador en Washington, Luis Gilberto Murillo, es el canciller encargado durante los tres meses de suspensi¨®n de ?lvaro Leyva. La enrevesada licitaci¨®n que le cost¨® la sanci¨®n a Leyva ha sumado nuevos cap¨ªtulos a partir del pasado lunes, pues el secretario general de la Canciller¨ªa, Jos¨¦ Antonio Salazar, decidi¨® revocar varias decisiones que han llevado a este embrollo sin consultar al canciller Murillo, y en contrav¨ªa manifiesta de la voluntad de Petro. El desenlace es por ahora imprevisible.

El presidente sigue en busca de la gobernabilidad extraviada. En el a?o y medio que lleva en el poder, Petro ha tenido dos grandes crisis de gabinete, y varios relevos a cuentagotas. Ya ha nombrado m¨¢s de 30 ministros y ahora mismo solo 6 de los 18 originales se sientan en el Consejo de Ministros: Defensa, Justicia, Trabajo, Ambiente, Comercio y Vivienda. Con todo, y a pesar de que la gabinetolog¨ªa es un deporte nacional, los ajustes de este 2024 dif¨ªcilmente se pueden considerar otra crisis, a lo sumo un ligero temblor.

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