La estrategia televisiva de Gustavo Petro deval¨²a las alocuciones presidenciales
La frecuente retransmisi¨®n de discursos que ya hab¨ªan sido difundidos provoca las quejas de la oposici¨®n
Colombia es un pa¨ªs habituado tanto al v¨¦rtigo pol¨ªtico como a las grandes alocuciones presidenciales. Precedida por la transmisi¨®n del himno nacional, la imagen del mandatario de turno que se dirige a los hogares junto a una bandera desde la Casa de Nari?o, la mayor¨ªa de las veces en el momento de m¨¢xima audiencia y al final de una jornada convulsa, est¨¢ tatuada en la memoria de varias generaciones. Gustavo Petro, un destacado orador hiperactivo en las redes sociales, apunta a romper esa tradici¨®n, o al menos a rebajar la expectativa que sol¨ªan despertar.
El domingo anterior, al final de una semana marcada por la crispaci¨®n pol¨ªtica, la Presidencia de la Rep¨²blica anunci¨® la m¨¢s reciente alocuci¨®n, programada para las siete de la noche, considerado el prime time en Colombia. La programaci¨®n radial y televisiva fue interrumpida por unos 14 minutos en los que el presidente se refiri¨® a la elecci¨®n de la pr¨®xima fiscal general y las manifestaciones frente a la Corte Suprema de Justicia, a las que quit¨® hierro. Sus palabras, sin embargo, eran una retransmisi¨®n del discurso que hab¨ªa dado dos d¨ªas antes durante la cumbre de gobernadores en Cartagena. La intervenci¨®n ya se hab¨ªa difundido por los canales de Presidencia, por las redes sociales y por los medios de comunicaci¨®n. No fue la primera vez en utilizar un recurso anta?o muy poderoso para reiterar intervenciones anteriores.
En el a?o y medio que lleva en el poder, Petro ha hecho al menos 16 alocuciones presidenciales, en promedio cerca de una mensual. Entre las m¨¢s recordadas est¨¢ la primera crisis de gabinete, cuando anunci¨® el relevo de sus ministros de Educaci¨®n, Cultura y Deportes flanqueado por los que s¨ª se manten¨ªan en el Gobierno. Fue una alocuci¨®n al viejo cu?o. Pero con el paso del tiempo, varias de esas intervenciones han sido retransmisiones de discursos o palabras que ya hab¨ªan sido difundidas y reportadas, como la del pasado domingo. Esa estrategia comenz¨® con Germ¨¢n G¨®mez, el primer secretario de prensa de Petro, y ha continuado con Mar¨ªa Paula Fonseca, quien lo relev¨® a mediados del a?o pasado.
A lo largo de la semana anterior, la oposici¨®n se quej¨® con insistencia de que Petro ha usado en exceso la figura. El Estatuto de Oposici¨®n permite el derecho a replicar esas intervenciones, en id¨¦nticas condiciones, pero solo tres veces al a?o ¨Ccomo lo aprovecharon el Centro Democr¨¢tico y Cambio Radical, partidos opositores, en el 2023¨C. ¡°El presidente Petro vuelve y retransmite un discurso refrito. ?Por qu¨¦ esta pr¨¢ctica? Esa no es la naturaleza de las alocuciones¡±, se ha lamentado el senador David Luna, una de las voces m¨¢s visibles de Cambio Radical. A pesar de los reclamos, de acuerdo con la ley, el presidente puede utilizar los servicios de televisi¨®n ¡°en cualquier momento y sin ninguna limitaci¨®n¡±, con la ¨²nica condici¨®n de abordar asuntos de inter¨¦s p¨²blico, seg¨²n ha aclarado la Corte Constitucional.
Petro, que desconf¨ªa de las motivaciones empresariales de los medios colombianos, suele defender con vehemencia su versi¨®n de los hechos. Facultado por la ley, interpreta la figura de la alocuci¨®n como un instrumento para reforzar mensajes de Gobierno que considera importantes en un medio masivo como la televisi¨®n, explican fuentes de la Casa de Nari?o.
Muchas coyunturas hist¨®ricas han desembocado en recordadas alocuciones. El 21 de abril de 1970, a ra¨ªz de las protestas por los resultados de las elecciones presidenciales llevadas a cabo dos d¨ªas antes, Carlos Lleras Restrepo mand¨® a los colombianos a sus casas ¨C ¡±a las nueve no debe haber gente en las calles¡±¨C. En un repaso breve y arbitrario, Belisario Betancur (1982-1990) acudi¨® ante las c¨¢maras en medio de la toma del Palacio de Justicia, Virgilio Barco (1986-1990) le declar¨® la guerra a los narcotraficantes, y Juan Manuel Santos (2010-2018) se dirigi¨® al pa¨ªs para anunciar el inicio de negociaciones con la guerrilla de las FARC, la firma de aquel acuerdo de paz y tambi¨¦n para reaccionar al triunfo del ¡®No¡¯ en el plebiscito sobre esos acuerdos. Todos momentos de m¨¢xima tensi¨®n y expectativa.
Los presidentes sol¨ªan comparecer ante el pa¨ªs para hablar de temas muy hondos y muy gordos, y cuando iba a haber una alocuci¨®n la gente estaba atenta, pues no era una cosa de todos los d¨ªas, destaca la periodista y analista Yolanda Ruiz, columnista de este peri¨®dico. ¡°Petro le ha quitado la formalidad en muchos sentidos al cargo, para bien y para mal¡±, observa. ¡°La comunicaci¨®n hay que medirla por la eficacia, y a mi juicio Petro no est¨¢ siendo eficaz¡±, a?ade. Al momento de hacer comparaciones, recuerda que su predecesor, Iv¨¢n Duque, ya tuvo una alt¨ªsima exposici¨®n televisiva con Prevenci¨®n y Acci¨®n, el programa que present¨® durante la pandemia. Aunque nunca fue formalmente una alocuci¨®n, la oposici¨®n de entonces lo consideraba, entre otras, una maniobra para evitar r¨¦plicas. ¡°Duque volvi¨® paisaje la presencia del presidente en pantalla¡±, apunta.
Al convertir las alocuciones en un replay de discursos, el presidente Petro debilita su margen de maniobra para influir sobre la gente cuando de verdad tenga algo importante que decir, advierte la periodista Pilar Calder¨®n, quien fue ministra consejera de Comunicaciones del presidente Santos. ¡°Cuando conviertes algo que es extraordinario en algo ordinario, pierdes la capacidad de impactar¡±, sostiene sobre lo que considera un error. De alguna manera puede contribuir a popularizar el discurso presidencial, pero al mismo tiempo le quita trascendencia.
La alocuci¨®n es un formato muy protocolario, muy oficial, y por lo tanto debe ser escaso, coincide Eug¨¦nie Richard, docente e investigadora de la Universidad Externado de Colombia. Petro es un hombre de discursos, que en campa?a demostr¨® el poder movilizador de sus palabras con sus intervenciones en plazas p¨²blicas. Como l¨ªder, busca mantener una conexi¨®n muy fuerte con el pueblo, se?ala esta experta en comunicaci¨®n y marketing pol¨ªtico. Muy cr¨ªtico con la prensa, no le gusta que su mensaje dependa de intermediarios. ¡°La alocuci¨®n es un formato perfecto que se adapta a esa necesidad de cercan¨ªa con el pueblo, pero repetido pierde su poder de convocatoria¡±, advierte. ¡°El efecto puede ser contraproducente¡±.
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