La paz total urbana, eclipsada y estancada
Los di¨¢logos con bandas de Medell¨ªn, Buenaventura y Quibd¨® se han desgastado a lo largo de meses de acercamientos sin un marco jur¨ªdico claro
La ambiciosa apuesta de la paz total del Gobierno de Gustavo Petro es como un pulpo que tiene en riesgo varios de sus tent¨¢culos. De siete di¨¢logos iniciados con diferentes estructuras ilegales, los concentrados en Medell¨ªn, Quibd¨® y Buenaventura le apuestan a lograr la paz con bandas urbanas dedicadas a la extorsi¨®n y el microtr¨¢fico. Sin embargo, el impulso inicial de esos denominados di¨¢logos sociojur¨ªdicos han perdido fuerza entre el limbo legal en el que est¨¢ el sometimiento a la justicia para los grupos criminales que no tienen finalidad pol¨ªtica y la prioridad que ha dado el Gobierno a otros di¨¢logos. En las tres ciudades, las organizaciones sociales reclaman mayor compromiso de las administraciones locales y nacionales para proteger lo ya logrado, que incluye acercamientos y treguas. As¨ª est¨¢ el panorama de la paz urbana a un a?o y medio de su arranque.
Buenaventura: el piloto que arranc¨® con fuerza, pero se var¨®
El golpe m¨¢s duro que ha recibido la paz total urbana se dio en el mayor puerto del pa¨ªs, donde hab¨ªa logrado una tregua entre las dos principales bandas y que se hab¨ªa prorrogado varias veces, la m¨¢s reciente hasta el pr¨®ximo mes de mayo. Este mi¨¦rcoles Los Espartanos, uno de los dos grupos, public¨® un comunicado en el que anuncia que se levantan de la mesa de forma indefinida.
Entre las razones para no continuar posiblemente se encuentra el incumplimiento de los compromisos por parte de Los Shottas, el grupo rival, la ausencia de un marco jur¨ªdico para el proceso y la ausencia en la mesa de los grupos armados que operan en zona rural del distrito, apuntando a una alianza del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) con sus enemigos. Para Francisco Javier Daza, coordinador de la l¨ªnea de Paz Territorial y Derechos Humanos de la Fundaci¨®n PARES y quien ha hecho seguimiento de cerca a ese espacio, la decisi¨®n no fue sorpresiva.
Un d¨ªa antes de ese traspi¨¦, el investigador dijo que la situaci¨®n en el puerto, pese a la tregua, era tensa en una ciudad que ha llegado a tener una de las tasas de homicidios m¨¢s altas del pa¨ªs. De acuerdo con Daza y otros l¨ªderes sociales de la zona, el alto comisionado de Paz, Otty Pati?o, no ha ido a la ciudad, y eso ha dejado a la Iglesia, las organizaciones sociales y algunos delegados del Gobierno la tarea de mantener las treguas. Adem¨¢s, la inquietud sobre el marco jur¨ªdico que asegure un resultado de esos di¨¢logos no se ha resuelto de fondo, como refleja el escrito de Los Espartanos. ¡°Se vuelve insostenible mantener una tregua sin que haya una base de garant¨ªas sociojur¨ªdicas para que estos grupos se sumen a la paz total¡±, sostiene Daza. Dos d¨ªas despu¨¦s del comunicado inicial, el viernes pasado circul¨® otro documento firmado tambi¨¦n por Los Espartanos, que hace ¨¦nfasis en ese problema a la vez que, en contradicci¨®n con el documento anterior, anuncian que la tregua contin¨²a en pie.
El Gobierno busc¨® reducir la duda con la llamada Ley de paz total, que dejaba en sus manos la definici¨®n de los requisitos y las condiciones del sometimiento de esas bandas. Pero en diciembre pasado la Corte Constitucional declar¨® inexequible esos apartes de la norma y aclar¨® que el Legislativo no puede delegar en el Ejecutivo esos lineamientos. Por ello, el Gobierno ha anunciado una ley que regule el punto, pero no ha avanzado en ello. Justamente, para Dennis Huffington, investigador en terreno de PARES, la decisi¨®n de Los Espartanos es ¡°sobre todo una presi¨®n al Gobierno para que consigan la ley de sometimiento¡±.
Valle de Aburr¨¢: un nuevo gobierno local que antagoniza con la paz urbana
En Medell¨ªn las conversaciones siguen en pie, pero en un ambiente de incertidumbre. A inicios del mes de febrero, varias oeneg¨¦s alertaron del estancamiento de la mesa e impulsaron un Manifiesto por la paz urbana en el que anunciaron ¡°la creaci¨®n de un comit¨¦ de impulso con el prop¨®sito de aportar desde el di¨¢logo a la formulaci¨®n y construcci¨®n de una agenda de la sociedad civil para lograr la paz urbana¡±.
Dos semanas despu¨¦s, el alto comisionado de Paz por primera vez viaj¨® a la capital antioque?a. All¨ª se reuni¨® con organizaciones de la sociedad civil y delegados de la Iglesia en un evento impulsado por la Fundaci¨®n Ideas para la Paz. No se revel¨® si acudi¨® a la c¨¢rcel de Itag¨¹¨ª, donde est¨¢n recluidos la mayor¨ªa de cabecillas de las bandas ilegales que operan en el ¨¢rea metropolitana. En todo caso, las dificultades van m¨¢s all¨¢ del Gobierno Nacional.
¡°El cambio de mandatarios locales y regionales implic¨® ver si las administraciones est¨¢n comprometidas con ese tema¡±, detalla Carlos Zapata, director del Instituto Popular de Capacitaci¨®n, una de las oeneg¨¦s que han participado en los encuentros y que firmaron el manifiesto. Para Zapata, en Antioquia el escenario es adverso para la llamada paz total. Recuerda que el nuevo gobernador, el uribista Andr¨¦s Juli¨¢n Rend¨®n, en m¨²ltiples ocasiones se ha despachado contra esa pol¨ªtica llam¨¢ndola ¡°un error garrafal¡±, ¡°un enga?o¡± y ¡°un embeleco¡±. El alcalde de Medell¨ªn y excandidato presidencial de la derecha, Federico Guti¨¦rrez, no se ha quedado atr¨¢s. ¡°?Qu¨¦ acuerdos est¨¢n haciendo all¨¢ (en la c¨¢rcel)? Solo saben ustedes porque entran como Pedro por su casa¡±, dijo en una reciente reuni¨®n de congresistas antioque?os.
¡°Desde varios sectores hemos hecho llamados a que no dejen eso tirado, aprovechen que los integrantes de esos grupos han mostrado voluntad¡±, recuerda Zapata, quien resalta que en 2023 los homicidios disminuyeron en un 10% en comparaci¨®n con 2022, con una tendencia que sigue a la baja. ¡°Las organizaciones de la sociedad civil le apostamos a un tratamiento sociojur¨ªdico negociado, y sobre todo a que estas bandas se comprometan a no volver a tomar las armas, abandonen la extorsi¨®n y las plazas de vicio¡±, a?ade.
Quibd¨®: en el hermetismo total
Saber qu¨¦ est¨¢ pasando en la mesa de di¨¢logo de Quibd¨® parece todo un reto. Un periodista local explica a este medio que las negociaciones est¨¢n rodeadas de una reserva absoluta. ¡°Ni la Polic¨ªa, ni la Alcald¨ªa, ni la Di¨®cesis, que ha alentado el proceso, nadie da informaci¨®n sobre c¨®mo avanza, cu¨¢les son los acuerdos. Lo cierto es que en el municipio se han venido presentando actos de violencia y asesinatos desde finales de 2023, lo cual demuestra que efectivamente hay un resquebrajamiento dentro de estas mesas de di¨¢logo¡±, expresa v¨ªa telef¨®nica.
Esa realidad se refleja en la imposibilidad de obtener informaci¨®n de participantes de la mesa. Uno de los delegados por el Gobierno en ella, el exsenador ind¨ªgena Luis Evelis Andrade, asegur¨® a este diario que no est¨¢ autorizado para dar declaraciones. La oficina de prensa de otro de los delegados del Ejecutivo, el representante a la C¨¢mara David Racero, no respondi¨® a las preguntas hasta el momento de publicar esta nota. Otro m¨¢s, el periodista Juan Diego Restrepo, renunci¨® a esa funci¨®n por proyectos personales.
Mientras el misterio rodea las conversaciones, la capital del Choc¨® ha vivido varios asesinatos en los ¨²ltimos tres meses. El hecho m¨¢s reciente fue una masacre que dej¨® cuatro muertos y tres heridos el pasado domingo en el barrio Las Palmas. Seg¨²n las autoridades, se debi¨® a un ajuste de cuentas entre bandas criminales. Por el crimen fue capturado Milton Andr¨¦s Santos Moreno, alias Gordo, que pertenece a la banda Los Zeta.
Ese grupo anunci¨® en septiembre su inter¨¦s de participar en el proceso de paz urbana. Fueron los ¨²ltimos en sentarse en una mesa en la que ya ten¨ªan asiento Los Mexicanos, Los Locos Yam, y la banda RPS. Pese a los antecedentes de los meses recientes, de acuerdo con datos de la Polic¨ªa Nacional, en 2023 los homicidios en la capital de Choc¨® disminuyeron un 37,5% con respecto a 2022.
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