Un recorrido ¨ªntimo por los manuscritos, las cartas, las fotograf¨ªas y los objetos preferidos de la poeta colombiana m¨¢s importante del siglo XX
La Biblioteca Nacional inaugura la exposici¨®n ¡®Mar¨ªa Mercedes Carranza, el oficio de vestirse¡¯, gratuita, interactiva y abierta al p¨²blico hasta septiembre
En la escalera principal de la Biblioteca Nacional de Colombia est¨¢ escrito sobre fondo rojo y en letras blancas el poema Aqu¨ª entre nos, de Mar¨ªa Mercedes Carranza (Bogot¨¢, 1945-2003). ¡°Un d¨ªa escribir¨¦ mis memorias, ?qui¨¦n / que se irrespete no lo hace? Y / all¨ª estar¨¢ todo. Estar¨¢ el esmalte / de las u?as revuelto / con Pavese y Pavese con las agujas y / una que otra cuenta de mercado...¡±. Este poema es, al tiempo, la primera parada, la motivaci¨®n y la s¨ªntesis de Mar¨ªa Mercedes Carranza, el oficio de vestirse, una exposici¨®n inaugurada esta semana en Bogot¨¢ gracias al trabajo conjunto de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de los Andes, el Banco de Archivos Digitales de Colombia y la Biblioteca Nacional. Melibea Garavito Carranza, ¨²nica hija de Mar¨ªa Mercedes, lider¨® la curadur¨ªa de esta exhibici¨®n gratuita e interactiva, abierta al p¨²blico hasta septiembre. ¡°Siempre quise hacer una exposici¨®n con los objetos m¨¢s preciados de mi mam¨¢, siempre pensando en el poema Aqu¨ª entre nos¡±, recuerda Melibea en di¨¢logo con EL PA?S.
Al atravesar las escaleras, los asistentes se encuentran con manuscritos originales, fotograf¨ªas in¨¦ditas, cartas, dibujos de infancia, archivos de prensa y muchos de los objetos preferidos de la poeta colombiana m¨¢s importante del siglo XX. Todo eso rodeado de los poemas de Mar¨ªa Mercedes Carranza. Escritos sobre telas gigantes de color ¡°rojo pasi¨®n madura¡± ¡ªel preferido de la poeta¡ª aparecen en las paredes Oda al amor, Tengo miedo, La patria y otros de sus poemas m¨¢s hermosos y conmovedores. ¡°Construimos una memoria subjetiva de Mar¨ªa Mercedes guiada por mi mirada ¨ªntima¡±, dice Melibea. Y a?ade: ¡°Quisimos utilizar la poes¨ªa como eje central de la exposici¨®n, que de ella saliera todo lo dem¨¢s¡±. Hay poemas en los lugares m¨¢s inesperados: en el vidrio de los espejos, en las baldosas del piso, incluso uno enorme colgado en la fachada de la biblioteca titulado No ir al trabajo: ¡°Es un regreso a la infancia / con el gusto de lo prohibido / pero no tanto, / con la inquietud de lo clandestino, / pero no tanto. / Y con todo el tiempo por delante / para no hacer, / para nada¡±. Melibea bromea: ¡°Pusimos este poema gigante afuera para que todo el que pase por ah¨ª se escape un d¨ªa de la oficina y visite la exposici¨®n¡±.
Desde hoy, la @BibliotecaNalCo abre sus puertas a una exposici¨®n sobre una poeta que nos habl¨® del miedo y nos invit¨® a ¡°Alzarnos en almas¡±: gracias Mar¨ªa Mercedes Carranza. @mincultura pic.twitter.com/1Uc7jDkcyD
— Juan David Correa (@jdcorreau) June 1, 2024
Este recorrido ¨ªntimo se inaugura un a?o despu¨¦s de que Mar¨ªa Mercedes Carranza cumpliera 20 de a?os de fallecida y un a?o antes de que cumpla 80 a?os de nacimiento. En medio de los dos onom¨¢sticos. Se espera, adem¨¢s, que despu¨¦s de terminar su paso por Bogot¨¢, la exposici¨®n inicie un viaje itinerante por las bibliotecas p¨²blicas de muchos municipios y zonas rurales del pa¨ªs. ¡°Ojal¨¢ se vaya de gira por Colombia¡±, dice Melibea con ilusi¨®n. Desde que Mar¨ªa Mercedes muri¨®, el 11 de julio de 2003, su hija se ha dedicado a tratar de mantener viva su memoria. ¡°La poes¨ªa es lo que m¨¢s me interesa. Me parece su legado m¨¢s importante. La gente ya conoce todo lo que hizo en pol¨ªtica y en periodismo, pero eso no perdura. Sus poemas, en cambio, son la verdadera huella, lo que sobrevivir¨¢ al paso del tiempo, lo que quedar¨¢ para la historia y para las pr¨®ximas generaciones¡±.
Por eso, en esta exposici¨®n, los poemas son el hilo conductor que permite entender la vida y la obra de Mar¨ªa Mercedes Carranza como un universo complejo y maravilloso. Ximena Gama Chirolla, curadora de la Biblioteca Nacional, explica en entrevista con EL PA?S que la palabra po¨¦tica es lo fundamental de la muestra. ¡°Queremos incitar a los ni?os y a los j¨®venes a la lectura a trav¨¦s de esta puesta en escena¡±. Para ella, lo m¨¢s lindo de la exposici¨®n es que no tiene un relato concluido ni lineal, sino muchos documentos, archivos e im¨¢genes que permiten que cada visitante se relacione de forma distinta con Carranza. ¡°Es una constelaci¨®n de recuerdos¡±.
Al lado de cada poema est¨¢n dispuestos objetos que se corresponden con el tema central del texto o con el periodo de la vida al que se refiere. Por ejemplo, cerca de Oda al amor, ese poema devastador sobre el duelo y la p¨¦rdida, est¨¢n custodiados debajo de una vitrina las p¨¢ginas en las que Fernando Garavito, esposo de Mar¨ªa Mercedes y padre de Melibea, transcribi¨® a mano Vainas y otros poemas, el primer libro de Carranza. ¡°Mi pap¨¢ y mi mam¨¢ estuvieron juntos siete a?os, se separaron cuando yo ten¨ªa un a?o. Fue una ruptura absoluta. Nunca vi una foto de los dos. Nada que diera cuenta de su amor¡±, recuerda Melibea.
Cuando estaba en la universidad, abri¨® un libro que ten¨ªa un drag¨®n y una princesa en la portada. Adentro encontr¨® los poemas manuscritos por su pap¨¢. Dice que esas hojas eran la ¨²nica prueba, aparte de ella misma, de esa relaci¨®n. ¡°Feliz, se las mostr¨¦ a mi mam¨¢, sal¨ª de casa y cuando volv¨ª todas las p¨¢ginas estaban rotas. Tuvimos una pelea. Las recuper¨¦, pero no las pegu¨¦¡±. Ahora, el libro de la princesa y el drag¨®n y los manuscritos rotos est¨¢n al alcance de quien quiera verlos. ¡°Si hubiera le¨ªdo Oda al amor a tiempo, no habr¨ªa cometido ese error y habr¨ªa escondido el libro debajo del colch¨®n¡±, dice Melibea entre risas. El poema termina as¨ª: ¡°Cualquier tarde que ya nunca olvidar¨¢s / el que desbarat¨® tu casa y habit¨® tus cosas / saldr¨¢ por la puerta sin decir adi¨®s. / Deber¨¢s comenzar a hacer de nuevo la casa, / reacomodar los muebles, limpiar las paredes, / cambiar las cerraduras, romper los retratos, / barrerlo todo y seguir viviendo¡±.
Al otro lado de la exposici¨®n, al frente de Oda al amor, est¨¢n los poemas de El Canto de las moscas, el poemario de la violencia en Colombia, publicado en 1998, dedicado al asesinado Luis Carlos Gal¨¢n y compuesto por 18 poemas sobre lugares en los que ocurrieron masacres. Melibea explica en un breve texto el significado del libro m¨¢s famoso y m¨¢s actual de su madre: ¡°Mar¨ªa Mercedes Carranza sinti¨® el horror en carne propia. Atravesada por un intenso dolor de patria, decidi¨® usar su voz po¨¦tica para exponer y denunciar la dura realidad de su pa¨ªs. Su cama se convirti¨® en un barco sobre el que extendi¨® un mapa de Colombia para marcar las cicatrices de estas matanzas. Durante meses, naveg¨® esta realidad descarnada mientras escrib¨ªa, en hojas de papel peri¨®dico, poemas certeros como dardos con im¨¢genes de lo que deja la guerra a su paso: desolaci¨®n, podredumbre, fuegos fatuos, silencio¡±.
Los asistentes a Mar¨ªa Mercedes Carranza, el oficio de vestirse podr¨¢n sentarse en la silla de la autora a escuchar sus poemas preferidos, le¨ªdos por ella misma, gracias a los archivos sonoros de la emisora HJCK. La antigua poltrona tiene un hueco de tanto uso, que Melibea nunca quiso mandar a arreglar. Hay un espejo de la abuela de Mar¨ªa Mercedes que ha pasado de generaci¨®n en generaci¨®n, un juego de la vajilla que usaba para cenar y una colecci¨®n de gafas de todos los colores. Est¨¢n tambi¨¦n los libros m¨¢s importantes de su biblioteca: la obra completa de William Shakespeare y la de Oscar Wilde, Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar, Rayuela de Julio Cortazar y los Antipoemas de Nicanor Parra.
En el centro de la exposici¨®n hay una mesa para que los asistentes interact¨²en con la obra de Carranza. Hay sellos rojos que tienen los versos m¨¢s emblem¨¢ticos de la escritora bogotana, hija del poeta Eduardo Carranza, y un peque?o cuaderno blanco. Con ellos, cada visitante puede hacer su propia antolog¨ªa y llev¨¢rsela a casa. ¡°La idea es que sea una poeta con la que el p¨²blico pueda tener un contacto directo, irse con los poemas¡±, dice la curadora Gama. Hay afiches y postales gratuitos. En medio de las vitrinas y sobre las paredes de la Biblioteca, est¨¢n las memorias de Mar¨ªa Mercedes Carranza en Aqu¨ª entre nos: el esmalte de las u?as, el labial, las agujas de coser, la carta astral, las cuentas de mercado, todos los objetos cotidianos, revueltos con la poes¨ªa, la de Cesare Pavese y la de ella. Ya lo hab¨ªa dicho antes el Premio Nobel turco Orham Pamuk en El museo de la inocencia: ¡°Los objetos que nos quedan de los momentos felices guardan el placer de su recuerdo con mucha m¨¢s fidelidad que las personas que nos hicieron vivir esa dicha¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y aqu¨ª al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.