La bienal de Venecia 2024: ?c¨®mo se piensa el Sur Global?
Cada paso hacia adelante fortalece nuestra voz y presencia en el escenario internacional, m¨¢s con el r¨¦cord en participaci¨®n colombiana con 15 artistas
En la historia de Colombia no hab¨ªamos tenido mayor participaci¨®n en la bienal de Venecia que la de este a?o: 15 artistas. Un logro enorme para un pa¨ªs que no cuenta con un pabell¨®n nacional. Llama la atenci¨®n el poco inter¨¦s que este hito ha despertado en la prensa local y, m¨¢s aun, la poca atracci¨®n del evento para la prensa mundial.
La Biennale, pr¨®xima a cumplir 130 a?os, naci¨® para celebrar el aniversario de plata de los reyes de Italia Umberto I y Margherita de Saboya. El Ayuntamiento de Venecia design¨® a un jurado que extend¨ªa una invitaci¨®n a artistas extranjeros a presentar obras in¨¦ditas, junto a una selecci¨®n de artistas italianos, con el objetivo de presentar lo m¨¢s relevante del arte. Al tiempo que se ha consolidado como un evento de ciudad, ha demostrado la potencia del arte para atraer p¨²blico de alto poder adquisitivo y el dinero que lo acompa?a. Es considerado el evento que marca las tendencias y as¨ª, al parecer, se mantiene en su premisa de ser la veleta que se?ala el arte que el mundo debe querer.
Nunca la he visitado y esta edici¨®n no ser¨¢ la excepci¨®n. La raz¨®n: siempre desconfi¨¦ de su estructura y de la homogeneizaci¨®n que se vive en el campo del arte despu¨¦s de cada edici¨®n. Desde 1907, la Bienal tiene pabellones nacionales a los que los gobiernos mandan lo que a su juicio es relevante de la producci¨®n art¨ªstica del pa¨ªs: aquello que el mundo deber¨ªa ver y apreciar. Por definici¨®n, entonces, el env¨ªo corresponde a un inter¨¦s gubernamental con su inevitable y circunstancial sesgo pol¨ªtico o ideol¨®gico. Tal prevenci¨®n se consolid¨® al leer a Serge Guibaut en De c¨®mo Nueva York rob¨® la idea del arte moderno y especialmente la biograf¨ªa de Leo Castelli en donde Annie Cohen Solal detalla las peripecias para que, en una magistral movida de la Guerra fr¨ªa, Robert Rauschenberg ¡°ganara¡± la Bienal de 1964.
La edici¨®n de 1972 fue la primera en tener un tema: ya no se mostraba todo tipo de arte, sino que hab¨ªa un curador o editor que buscaba obras que coincidieran con la tem¨¢tica. En los pabellones nacionales se mantuvo la autonom¨ªa de cada pa¨ªs, pero con el tiempo lo m¨¢s validado era aquello seleccionado en el pabell¨®n central. En la medida que el prestigio de exponer en Venecia fue aumentando, comenzaron a aparecer los ¡°Eventos colaterales¡±. Por fuera de la programaci¨®n oficial tambi¨¦n se presentan exposiciones y grandes proyectos autofinanciados por artistas que buscan su lugar dentro del mercado del arte global, o por las grandes galer¨ªas muchas veces de la mano de inversionistas. Hay autores, como Paco Barrag¨¢n, que hablan de la ¡°ferializaci¨®n¡± de las bienales: es muy claro que aquello que se ve en Venecia y que, en teor¨ªa, no est¨¢ a la venta, generalmente se puede luego encontrar en la Feria Art Basel.
Este a?o el pabell¨®n central, instalado en los llamados Giardini y el Arsenale, est¨¢ a cargo del brasile?o Adriano Pedrosa, quien desarroll¨® una propuesta ¡°desde el sur¡± bajo el t¨ªtulo ¡®Extranjeros en todas partes¡¯, que proviene del t¨ªtulo de una serie de obras del colectivo Claire Fontaine (nacido en Par¨ªs, pero afincado en Palermo). La expresi¨®n, a su vez, fue tomada de un colectivo de Tur¨ªn que a principio de la d¨¦cada del 2000 luch¨® contra el racismo y la xenofobia en Italia: Stranieri Ovunque.
La exposici¨®n tiene dos secciones: Nucleo Contemporaneo y Nucleo Storico, y privilegia a los artistas que nunca han participado en la exposici¨®n internacional. Tal circunstancia se anota en la respectiva ficha t¨¦cnica que acompa?a a cada obra. El n¨²cleo contempor¨¢neo da lugar a lo queer, lo outsider, lo folk y lo ¡°ind¨ªgena¡±. En lo hist¨®rico se propone una lectura a la emergencia del modernismo en el Sur Global frente al muy conocido y estudiado del Norte Global. As¨ª, vemos que el impresionismo, que es tan pivotal para el modernismo del norte, en el sur es desplazado por cuestionamientos sobre lo propio, por el desaf¨ªo de construir ¡°lo nacional¡±.
Hay 331 artistas en la exposici¨®n internacional central, 15 de ellos colombianos, y su participaci¨®n no ha llamado tanto la atenci¨®n. Lo poco que se ha publicado, en general, se?ala la exposici¨®n de Pedrosa por su falta de novedad, repetitividad e impertinencia, calificativos que considero vagos o in¨²tiles ya que se dan sin detenerse en el planteamiento curatorial. He visto opiniones sobre la muestra, pero no he encontrado una reflexi¨®n cr¨ªtica sobre la estructura del planteamiento curatorial. Es muy posible que esto se deba a una forma de miop¨ªa. Puede ser que la habitual din¨¢mica reactiva de informarse, en la cual naturalmente me incluyo, me haya privado de verlas. ?Por qu¨¦ la poca atenci¨®n? Habr¨¢ que especular.
Primero, la propuesta parte de lo que se ha hecho en el sur, de lo terr¨ªgeno y, desde all¨ª, invita a la reflexi¨®n sobre nuestra identidad, d¨¢ndole la voz al arte contempor¨¢neo para reclamar civilidad y una mejor forma de ser y convivir. De este modo la propuesta de Pedrosa queda abierta y no se limita a la simple y esperada proposici¨®n del arte del futuro, por lo que no fomenta un mercado ni representa una oportunidad para ¡°agrandar la torta¡±, lo cual se percibe como in¨²til. Para completar, no hay esc¨¢ndalo ni piezas estramb¨®ticas ni montajes millonarios, por lo que no genera noticia.
De otra parte, puede ser que al Norte Global no le interesa el Sur Global y, por lo tanto, no escribe ni reporta sobre ¨¦l. Adem¨¢s, como desde el sur casi no producimos suficiente pensamiento, quedamos atrapados en una din¨¢mica viciosa: si no hay noticias o reflexiones en el norte, en el sur nos quedamos sin material para rebotar o reproducir y, nuevamente, perdemos la oportunidad de construir y reflexionar a partir de lo propio. Es una l¨¢stima que se est¨¦ desaprovechando el detallado, exhaustivo y, sobre todo, valiente trabajo de Adriano Pedrosa al haber puesto al sur en una escena tan privilegiada y en capacidad de hablar y no lo estemos haciendo.
Aunque el camino para captar la atenci¨®n global puede ser arduo, cada paso hacia adelante fortalece nuestra voz y presencia en el escenario internacional. La Bienal est¨¢ abierta hasta noviembre de este a?o, ojal¨¢ lleguen voces que reflexionen sobre lo que est¨¢ presentado.
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