La creaci¨®n de empleo en Colombia encalla en junio y abre interrogantes para el ¨²ltimo tramo del a?o

Colombia busca estabilizar su actividad econ¨®mica tras la par¨¢lisis de la pandemia y una veloz pero fugaz recuperaci¨®n. Ahora, mientras algunos datos oficiales comienzan a marcar alguna mejor¨ªa, otros se mantienen estancados. Esta vez ha sido la tasa de desempleo de junio, cuyos resultados fueron presentados el mi¨¦rcoles por el Departamento Nacional de Estad¨ªstica (DANE). El cuadro est¨¢ en suspenso: el n¨²mero de desocupados lleg¨® a los 2,6 millones de personas entre una poblaci¨®n de 40 millones en edad de trabajar. La lectura interanual, que contrasta la foto fija del mismo mes de un a?o a otro, muestra que hubo un ascenso del 9,3% de personas sin trabajo en 2023 al 10,3% de este a?o.

Se trata, para formarse una idea m¨¢s amplia, del primer aumento tras dos meses de ca¨ªdas. Adem¨¢s, el pa¨ªs encadena nueve meses seguidos con tasas de desempleo de dos d¨ªgitos. Y aunque entidades como el BBVA matizan que la comparaci¨®n con el a?o pasado puede resultar borrosa, debido al buen desempe?o del mercado en 2023, m¨¢s de un analista expresa sus reservas frente a la falta de tracci¨®n del pa¨ªs a la hora de dinamizar el mercado de trabajo. ¡°El descenso en el desempleo que ven¨ªamos viendo en los reportes anteriores era, probablemente, un coletazo de la recuperaci¨®n que sigui¨® a la pandemia¡±, explica el economista y acad¨¦mico de la Universidad de los Andes Andr¨¦s ?lvarez.

Su colega Edwin L¨®pez evidencia por otra parte que el enfriamiento de la econom¨ªa este a?o va dejando, quiz¨¢s, heridas m¨¢s profundas de lo pensado: ¡°Sectores como la construcci¨®n y el transporte tienen los indicadores m¨¢s preocupantes de desempleo. Hay una ralentizaci¨®n evidente que le ha pegado con particular fuerza al comercio y a estos dos grandes motores de la econom¨ªa colombiana¡±.

Al confrontar junio del a?o pasado con este, los datos del DANE reflejan que hubo un repunte de 248.000 personas m¨¢s sin trabajo. Y L¨®pez deja claro que tampoco se est¨¢n generando m¨¢s puestos de empleo: ¡°Si uno analiza, la poblaci¨®n ocupada cay¨® en el ¨²ltimo a?o en 130.000, mientras el n¨²mero de personas en edad activa subi¨® de 39,5 millones a 40. Esa es la evidencia m¨¢s clara de que las empresas no est¨¢n generando suficientes contratos de trabajo¡±.

En mayo la aguja ya se hab¨ªa estancado en el mismo 10,3% actual, pero en aquella ocasi¨®n hubo una ¨ªnfima disminuci¨®n del desempleo del 0,2% frente al mismo per¨ªodo de 2023. Una variaci¨®n que da pie al coordinador del ¨¢rea de Econom¨ªa en el Colegio Superior de Administraci¨®n (CESA), Enrique Gilles, para recordar que al proceso de reactivaci¨®n a¨²n le falta vitamina: ¡°Es una evidencia del pesimismo que se vive en las decisiones empresariales. Tambi¨¦n en las expectativas de los consumidores y de la d¨¦bil capacidad de inversi¨®n¡±.

La buena noticia es que en Bogot¨¢, gran d¨ªnamo econ¨®mico del pa¨ªs, el desempleo baj¨® un punto porcentual y se ubic¨® en 10,1%. Edwin L¨®pez valora la ca¨ªda. Y enfatiza que se puede leer como una correcci¨®n positiva del mercado, en sinton¨ªa con las proyecciones de crecimiento publicadas en junio por el Banco de la Rep¨²blica. Las cosas, sin embargo, no son tan sencillas en un pa¨ªs con m¨²ltiples fracturas, geogr¨¢ficas, econ¨®micas y sociales: ¡°Las grandes heterogeneidades que tiene el pa¨ªs a nivel regional se evidencian en el mercado laboral. Por ejemplo, solo 7 de las 23 ciudades y ¨¢reas metropolitanas reportan tasas de desempleo inferior al promedio nacional¡±, detalla Gilles.

Se trata de viejas grietas estructurales que quedan en evidencia mes a mes con registros escalofriantes para ciudades como Quibd¨® (27,9%), Riohacha (18,4%) o Florencia (16,1%). Capitales de departamento de la Colombia perif¨¦rica donde el atraso urbano, la desigualdad y la pobreza a¨²n constituyen vac¨ªos enormes para la vida de miles de colombianos. ¡°El impulso en la generaci¨®n de empleo en Colombia se ha venido perdiendo¡±, sentencia m¨¢s pesimista en su cuenta de X el director de investigaciones econ¨®micas del Grupo Bol¨ªvar, Andr¨¦s Langebaek.

Tambi¨¦n asegura que en junio el crecimiento anual de ocupados fue de tan solo un 0,67%, mientras que en septiembre del a?o pasado llegaba al 4,7%. Los renglones m¨¢s problem¨¢ticos han resultado el agro, la industria y el comercio. Tres ejes b¨¢sicos para el buen funcionamiento de cualquier econom¨ªa. Enrique Gilles incide, al mismo tenor, en el poso de incertidumbre que han causado los anuncios de reformas sociales del primer Gobierno de izquierdas en la Colombia contempor¨¢nea. Se refiere en concreto a la naufragada reforma laboral, subordinada en buena medida a viejos reclamos sindicales y, seg¨²n diversos expertos, ineficiente a la hora de abordar un problema tan apremiante como los es la informalidad.

Se trata, precisamente, de uno de los puntos m¨¢s llamativos del ¨²ltimo informe oficial. El porcentaje de colombianos que trabajan por cuenta propia, sin cobertura social ni aportes obligatorios a salud o pensi¨®n, lleg¨® al 55,6%. La variaci¨®n, al confrontarlo con el mismo mes del a?o pasado, fue de un residual -0,1%. Pero las sorpresas llegan al desgranar un poco m¨¢s los datos. En Sincelejo, capital del departamento de Sucre, el 68% de la poblaci¨®n ocupada subsiste en el tambi¨¦n conocido como mercado del empleo no asalariado (o subterr¨¢neo). Mientras tanto, en la capital del pa¨ªs alcanza al 33,7%. ¡°Es un rasgo caracter¨ªstico¡±, opina Gilles, ¡°yo creo que es necesario integrarnos, porque la econom¨ªa colombiana sigue estando muy compartimentada y segmentada regionalmente¡±.

Y no solo geogr¨¢ficamente. Tambi¨¦n hay enormes brechas por grupos de edad y de g¨¦nero. El 53% de los desempleados en el pa¨ªs son mujeres. Y el 44,8% son j¨®venes entre los 18 y los 28 a?os. La precariedad entre mujeres y j¨®venes constituye un l¨ªo estructural que suscita una reflexi¨®n por parte de la vicepresidente de la Asociaci¨®n Nacional de Entidades Financieras (ANIF), Luz Magdalena Salas: ¡°Empeor¨® dos puntos porcentuales. En mayo ya alertamos en un informe que el desempleo juvenil estaba 10 puntos por encima del resto de la poblaci¨®n. El proceso de b¨²squeda es m¨¢s dif¨ªcil para ellos. Los requisitos de experiencia los descartan y, por otro lado, estudian carreras que no empatan con los sectores que est¨¢n demandando la mayor cantidad de empleo¡±.

M¨¢s optimista se muestra, sin embargo, Andr¨¦s ?lvarez, quien recuerda que las expectativas de crecimiento del Banco de la Rep¨²blica apuntan a un buen desempe?o para los trimestres finales del a?o. Y los buenos augurios en el PIB, a?ade, suelen incidir en el ¨¢nimo del empresariado: ¡°Puede significar un poco m¨¢s de creaci¨®n de empleo en lo que queda del a?o, si no suceden cosas excepcionales en pol¨ªtica internacional o local. Posiblemente, veremos cifras a la baja o, al menos, no tendremos aumentos considerables en los que viene¡±.

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