Tirana Hassan: ¡°La violencia sexual es tan frecuente en el Dari¨¦n que las mujeres que cruzan llevan la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s¡±
La directora de Human Rights Watch afirma que los gobiernos de Colombia y Panam¨¢ deben responder a los casos de violencia sexual en una de las rutas m¨¢s peligrosas del mundo, donde confluyen las deficientes pol¨ªticas migratorias del continente
El Tap¨®n del Dari¨¦n, la inh¨®spita selva que marca la frontera entre Colombia y Panam¨¢, es transitado como nunca antes a pesar de ser una de las rutas m¨¢s peligrosas del mundo. M¨¢s de medio mill¨®n de personas lo cruzaron el a?o pasado con rumbo al norte, principalmente a Estados Unidos, para huir de situaciones desesperadas en varios pa¨ªses latinoamericanos. ¡°El cruce del Dari¨¦n es el lugar de las decisiones imposibles¡±, ha resumido esta semana Tirana Hassan, la primera mujer en ocupar el cargo de directora de Human Rights Watch (HRW), luego de haber visitado las poblaciones colombianas de Turbo y Necocl¨ª para documentar esa crisis humanitaria de grandes dimensiones. En el Dari¨¦n confluyen las deficientes pol¨ªticas migratorias de Am¨¦rica Latina, que empujan a los migrantes a atravesar la selva, apunta la abogada nacida en Singapur en su paso por Bogot¨¢, donde se reuni¨® con varios funcionarios del Gobierno de Gustavo Petro.
Pregunta. ?Qu¨¦ se encontr¨® en la frontera entre Colombia y Panam¨¢?
Respuesta. Lo que m¨¢s me impact¨® fueron las decisiones que enfrentan las familias que salen de sus pa¨ªses para cruzar el Dari¨¦n. Est¨¢n huyendo de situaciones desesperadas, a punto de emprender uno de los trayectos m¨¢s peligrosos en el mundo. Conocimos a una familia venezolana que ilustra por qu¨¦ el cruce requiere atenci¨®n internacional. Hab¨ªan llegado hace unos d¨ªas con sus hijos de 7, de 3 y su beb¨¦, que cumpli¨® un a?o ayer [por el mi¨¦rcoles]. Dorm¨ªan a la intemperie en la playa de Necocl¨ª, no ten¨ªan carpa. Hab¨ªan vivido en Colombia durante a?os, trabajaban, sus hijos iban a la escuela, ten¨ªan una casa; vendieron todo para regresar a Venezuela a votar en las elecciones. Cuando el Gobierno de Maduro anunci¨® los resultados, salieron a las calles, como miles de venezolanos. En los d¨ªas posteriores sus amigos y familiares fueron arrestados, los colectivos llegaron a sus barrios y tocaron puertas buscando a quienes hab¨ªan participado en las manifestaciones. Con el poco dinero que ten¨ªan pagaron el autob¨²s hasta el Urab¨¢. El cruce del Dari¨¦n es el lugar de las decisiones imposibles. Nadie quiere estar all¨ª. Todos buscan una vida en la que puedan disfrutar de sus derechos, sus hijos tengan la oportunidad de ir al colegio y puedan expresar sus opiniones libremente.
P. ?Vieron esfuerzos de atenci¨®n humanitaria?
R. La respuesta humanitaria en Necocl¨ª y Turbo es m¨ªnima, y no est¨¢ coordinada. En particular, documentamos y escuchamos historias de ni?os que han cruzado y fueron separados de sus padres. He trabajado en el campo humanitario durante casi 20 a?os y nunca hab¨ªa visto lo que vi con respecto a las mujeres que cruzan el Tap¨®n. La violencia sexual es tan frecuente que llevan la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s cuando comienzan el trayecto. Los gobiernos de Colombia y Panam¨¢ deben responder ante los casos de violencia sexual. Debe haber un compromiso m¨¢s robusto para enfrentar el crimen organizado, el Clan del Golfo en esencia administra estas poblaciones.
P. ?Por qu¨¦ dice que el Dari¨¦n es el punto donde confluyen las pol¨ªticas migratorias de Am¨¦rica Latina?
R. No es un problema solo de Colombia o de Panam¨¢. El Dari¨¦n es una parte del trayecto, pero hemos constatado, luego de a?os de entrevistar a migrantes y solicitantes de asilo, que muchos de ellos salen de otros pa¨ªses de la regi¨®n donde viv¨ªan. En especial los venezolanos, pero tambi¨¦n los haitianos que se hab¨ªan asentado en Brasil, por ejemplo. Cruzan porque no pudieron integrarse en esas sociedades, porque los gobiernos de toda la regi¨®n no han tenido pol¨ªticas adecuadas que permitan a los migrantes y solicitantes de asilo registrarse, tener acceso a servicios b¨¢sicos, atenci¨®n m¨¦dica, trabajo o educaci¨®n para los ni?os. En muchos casos, para ingresar al sistema, necesitas un pasaporte. Y en Venezuela es improbable que puedas obtener uno.
P. ?Es posible una transici¨®n a la democracia en Venezuela despu¨¦s de las elecciones del 28 de julio?
R. Hasta ahora todo indica que Maduro intenta consolidar su poder y aumentar la represi¨®n para mantenerlo. Human Rights Watch apoya los esfuerzos de mediaci¨®n, pero esta nueva oleada de represi¨®n se construye sobre diez a?os de abusos generalizados y sistem¨¢ticos, desde que Maduro lleg¨® al poder. Por lo tanto, debe haber rendici¨®n de cuentas por los cr¨ªmenes que se han cometido, en el pasado y en las ¨²ltimas semanas. La impunidad no es una opci¨®n.
P. ?Temen una nueva oleada migratoria ante la represi¨®n de las protestas poselectorales?
R. Hablamos con familias que acababan de salir de Venezuela. Nos dijeron que el nivel de represi¨®n, en particular para quienes participaron en las protestas posteriores a las elecciones, era tan alto que sent¨ªan que la ¨²nica opci¨®n era irse y que conoc¨ªan a muchos otros en la misma situaci¨®n. Es probable que algunos esperen hasta enero, cuando deber¨ªa ocurrir el cambio de gobierno. Ahora mismo hemos visto un aumento de venezolanos que se van a Brasil, as¨ª que hay indicios de que huyen de esta nueva ola de represi¨®n. Creo que es prudente que los gobiernos de la regi¨®n, y en particular los de Colombia y Panam¨¢, aumenten la coordinaci¨®n y se preparen para una nueva oleada.
P. ?El ¨¦xodo venezolano recibe la atenci¨®n internacional que merece?
R. La situaci¨®n en Venezuela deber¨ªa estar en lo m¨¢s alto de la agenda de la comunidad internacional. Hacemos un llamado no solo a los gobiernos de la regi¨®n sino a la comunidad internacional a utilizar todas las herramientas diplom¨¢ticas a su disposici¨®n para exigir que Maduro rinda cuentas y para pedir al Gobierno que publique las actas para que los resultados de las elecciones puedan verificarse de forma independiente. En esto los aliados de Venezuela pueden desempe?ar un papel clave.
P. ?Qu¨¦ deber¨ªa hacer el presidente colombiano Gustavo Petro para ayudar a una soluci¨®n pac¨ªfica de la crisis en la vecina venezolana?
R. Human Rights Watch apoya esfuerzos de mediaci¨®n para tratar de encontrar una soluci¨®n, pero nos preocupa la idea de repetir las elecciones cuando sabemos que nada ha cambiado en Venezuela que pueda resultar en unas elecciones m¨¢s libres e imparciales. La situaci¨®n en Venezuela es exactamente la misma o peor, por lo que no tiene sentido volver a celebrar elecciones.
P. ?En qu¨¦ ha cambiado la din¨¢mica migratoria con la llegada al poder en Panam¨¢ de Jos¨¦ Ra¨²l Mulino, que se propone ¡°cerrar¡± el Dari¨¦n?
R. Hemos escuchado las amenazas de cerrar el Tap¨®n, pero miles de personas siguen cruzando. Lo que se requiere del Gobierno de Panam¨¢ es trabajar con los pa¨ªses de la regi¨®n para encontrar soluciones que garanticen la creaci¨®n de rutas seguras y legales para el paso de migrantes y solicitantes de asilo.
P. Panam¨¢ ha iniciado vuelos de deportaci¨®n de personas que cruzaron el Dari¨¦n, financiados por Estados Unidos. Ha deportado personas con antecedentes penales, pero las autoridades han dicho que el acuerdo con Washington permite expulsar a todas las personas que ingresen de forma irregular a Panam¨¢. ?Cu¨¢l es el perfil de los migrantes que ha visto en la frontera?
P. En cada bote que vi, la mayor¨ªa eran familias o mujeres que viajaban con ni?os. Eran personas que buscaban una vida con seguridad y derechos en otro lugar. No eran criminales, y eso muestra cu¨¢n defectuoso es el acuerdo entre Estados Unidos y Panam¨¢. Nos preocupa que resulte en la devoluci¨®n (refoulement) de personas a pa¨ªses donde corren peligro. Eso es una grave violaci¨®n de las normas internacionales.
P. ?Estados Unidos pretende poner barreras a la migraci¨®n cada vez m¨¢s lejos de su frontera sur?
R. El patr¨®n que vemos en los Estados Unidos de esencialmente subcontratar sus responsabilidades de protecci¨®n internacional. Eso no es serio. Poner la carga sobre los pa¨ªses que no tienen los recursos para poder procesar los casos de asilo es simplemente agravar el problema.
P. ?Su principal recomendaci¨®n es implementar un r¨¦gimen de protecci¨®n temporal en toda la regi¨®n que conceda a todos los venezolanos y haitianos un estatus legal?
R. Una de nuestras recomendaciones es garantizar un estatus de protecci¨®n temporal para venezolanos y haitianos, pues sabemos que la situaci¨®n en sus pa¨ªses de origen es tan dif¨ªcil que para muchos es inseguro regresar. Hemos visto el ¨¦xito del Estatuto Temporal de Protecci¨®n en Colombia, y tambi¨¦n a Brasil tomar medidas similares en el pasado.
P. ?Qu¨¦ deben hacer las sociedades latinoamericanas para crear una narrativa migratoria de acogida que se contraponga al discurso xen¨®fobo?
R. Los l¨ªderes latinoamericanos deber¨ªan proponer pol¨ªticas coordinadas y respetuosas de los derechos humanos. Y con esto, lo que queremos decir es que reconocemos que las personas tienen derecho a moverse y cruzar fronteras de forma segura. Reconocemos que las personas huyen de situaciones dif¨ªciles y peligrosas; se les debe brindar protecci¨®n o se deben evaluar sus casos. Los l¨ªderes pol¨ªticos no deber¨ªan convertir a los migrantes y solicitantes de asilo en chivos expiatorios de otros problemas en sus pa¨ªses.
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