Eljach, ?procurador petrista?

No creo. Lo qu¨¦ pas¨® es que el presidente Gustavo Petro necesitaba impedir que los competidores de su candidato, escogidos por el Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia (los doctores Luis Felipe Henao y Germ¨¢n Var¨®n Cotrino, respectivamente), pudiesen derrotar al que ¨¦l, el Jefe del Estado, seleccionara de una larga lista de aspirantes a ser procurador general de la Naci¨®n ¨Dvale decir, de quien debe vigilar el cumplimiento de la Constituci¨®n, las leyes, las decisiones judiciales y los actos administrativos, proteger los derechos humanos y asegurar su efectividad con el auxilio del defensor del Pueblo¨D.

El nombre de Gregorio Eljach fue ternado por el presidente despu¨¦s de conocidos los nombres de los buenos candidatos escogidos por el Consejo de Estado y de la Corte Suprema de Justicia, que obligaron a Petro a buscar un aspirante que no tuviera pierde aunque no fuera de su cuerda, y lo encontr¨® con creces. En un pa¨ªs polarizado como pocos, el se?or Eljach convoca a todos los partidos y por consiguiente su escogimiento por el Senado de la Rep¨²blica est¨¢ garantizado y le sobran votos. Ser¨ªa atrevido afirmar que su labor en la Procuradur¨ªa conviene m¨¢s a un partido que a otros: los representa a todos. Tampoco se puede aceptar que el nuevo procurador se pondr¨¢ al servicio del Gobierno porque, como ya lo dije, no pertenece a su cuerda pol¨ªtica y tiene mucha experiencia en el manejo que el Congreso le da a quienes desde el Ministerio P¨²blico se equivocan por cometer pecados contra la imparcialidad.

El presidente dijo, ante las cr¨ªticas que se han hecho tras la postulaci¨®n del secretario del Senado, que ¨¦l no quiere que se repitan hechos que ha criticado del actuar de los anteriores procuradores. ¡°No quiero un procurador que se pliegue al Gobierno, pero indudablemente lo que menos quiero es un procurador que convierta la Procuradur¨ªa en una polic¨ªa pol¨ªtica como hicieron Ord¨®?ez o Cabello¡±.

Las reglas del juego se cumplieron en el proceso que elegir¨¢ al procurador, y las molestias de quienes alegan por la forma ¡°politiquera¡± como se surti¨® el procedimiento tendr¨¢n que luchar por el cambio de las normas. Mientras sea el Senado el que tiene la ¨²ltima palabra en la forma como se escoge al jefe del Ministerio P¨²blico, el ungido ser¨¢ un pol¨ªtico. Me parece injusto descalificar de antemano a los candidatos por el hecho de tener una actividad pol¨ªtica sin tener en cuenta que, simult¨¢neamente, ostentan una calidad profesional, como en este caso la pueden invocar los doctores Henao, Var¨®n Cotrino y Eljach.

El problema que se presenta ahora es que solo uno de ellos tiene la capacidad de juntar el criterio de las mayor¨ªas, caracter¨ªstica muy escasa en estos tiempos borrascosos. La pregunta que s¨ª cabe es la que plantea el editor de El Tiempo, Jhon Torres: ?defender¨¢ el rol de la Procuradur¨ªa en el control de los elegidos por voto popular, que con tanto ah¨ªnco el presidente Gustavo Petro pretende eliminar? ?Tendr¨¢ esa capacidad de ingratitud con el poder que lo tern¨® y con el que lo debe elegir, que es condici¨®n sine qua non para garantizar verdaderamente la independencia de la poderosa instituci¨®n que aspira a regir?

No conozco al se?or Eljach, pero mi trabajo period¨ªstico me ha permitido tener un buen concepto de su comportamiento como secretario del Senado.

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