La metamorfosis de Colombia
Vive Juan Domingo Per¨®n y el fascismo latinoamericano en Colombia, y vive el justicialismo en su Congreso. La argentinizaci¨®n de Colombia avanza con paso firme
Una ma?ana de octubre de 2024, cuando Colombia despert¨® de una noche de sue?os intranquilos, se hall¨® en su cama transformada en Argentina. Si Franz Kafka, en lugar de haber escrito literatura, se hubiese dedicado a escribir sobre econom¨ªa y pol¨ªtica, tal vez habr¨ªa empezado as¨ª su libro sobre la metamorfosis de Colombia.
No habr¨ªa sido Gregor Samsa quien hubiera despertando luego de una noche turbulenta, convertido en un insecto, sino un pa¨ªs que decidi¨®, por voluntad de su Congreso y su Gobierno, imitar al que fuera un gran pa¨ªs y que, por decisi¨®n del dictador Juan Domingo Per¨®n y del partido Justicialista, entr¨® en los siguientes 80 a?os en una senda caracterizada por el exceso de gasto y de endeudamiento p¨²blico e incumplimientos repetidos con sus acreedores. [1]
Argentina opt¨® por subsidios generalizados al consumo de energ¨ªa, transporte p¨²blico y otros servicios, por el mal funcionamiento del Estado, la poca creaci¨®n de empresas mundialmente competitivas, la mala educaci¨®n pol¨ªtica de su pueblo, acostumbr¨¢ndolo a un generalizado y eterno sindicalismo, mantenido por un Estado pobre cuyo ¨²nico recurso para pagar semejantes gastos y deudas era imprimir dinero. Es decir, imprimir mentiras y pagar los subsidios y sueldos con pesos que se devaluaban d¨ªa a d¨ªa. Conden¨® as¨ª a su gente a crisis profundas que se repitieron por d¨¦cadas.
Para salir de cada crisis, Argentina deb¨ªa recurrir a una entidad que certificara que, de ah¨ª en adelante, s¨ª se iba a comportar bien, a pesar de que los pol¨ªticos segu¨ªan siendo los mismos que la hab¨ªan llevado a la crisis, y los mismos que hab¨ªan malcriado su poblaci¨®n, haci¨¦ndole creer que hab¨ªa lo que no hab¨ªa. Los peronistas y justicialistas segu¨ªan eternamente en el poder, votados por una poblaci¨®n subsidiada, justamente para no perder sus subsidios.
La entidad certificadora, el Fondo Monetario Internacional (FMI), a pesar de la contundente evidencia sobre la recurrencia de las crisis y sus causas, volv¨ªa a refrendar una vez tras otra al Gobierno argentino, y a justificar que los bancos internacionales volvieran a prestarle. Admit¨ªa que esos irresponsables gobiernos siguieran imprimiendo dinero para pagar sus deudas, al punto que los argentinos terminaron por echarle todas sus culpas al FMI. Culpa le cab¨ªa, claro est¨¢, por alcahueta de la irresponsabilidad. Pero eso equival¨ªa a culpar a las s¨¢banas por la fiebre, como dice el dicho.
Que Gustavo Petro y el Congreso metamorfosearon en Juan Domingo Per¨®n y el justicialismo de Colombia se concluye de la siguiente lista. En escasos dos a?os (esa noche de sue?os intranquilos), entre los dos lograron:
- Estatizar la salud.
- Estatizar las pensiones.
- Usar la poca plata flexible que ten¨ªan en el presupuesto en subsidiar la gasolina al 10% m¨¢s acomodado de la poblaci¨®n, cosa que se abandon¨® finalmente.
- Subsidiar el di¨¦sel a los transportadores, cosa que se eterniz¨®, ante la debilidad pol¨ªtica del Gobierno para hacer ver a los transportadores y al pa¨ªs en general el absurdo que eso implica.
- Crear una crisis de gas por la demora en desarrollar los descubrimientos costa afuera en el Caribe colombiano, la negaci¨®n cuasi-religiosa del fracking y la excusa de que se importar¨ªa un gas de Venezuela que nunca lleg¨®.
- No solucionar cuando pudieron una crisis de agua de Bogot¨¢.
- Inducir una crisis en la construcci¨®n de vivienda.
- Poner en tela de juicio los aumentos de peajes y con ello los sistemas de concesiones para la construcci¨®n de carreteras.
- Reinstaurar el uso de aranceles como pol¨ªtica direccionista del desarrollo.
- Socavar las decisiones estrat¨¦gicas de Ecopetrol, al politizar y negar una rentable inversi¨®n en Texas y parar la exploraci¨®n en una cuenca muy promisoria en hidrocarburos, al norte de Barranquilla.
- Implantar una regulaci¨®n laboral que dificultar¨¢ despedir, har¨¢ dif¨ªcil contratar trabajadores y dotar¨¢ de inmenso poder a los sindicatos.
- Aprobar un sistema de participaciones territoriales en los ingresos de la Naci¨®n que llevar¨¢ al descalabro del Gobierno nacional y, tarde o temprano, tambi¨¦n de los departamentos y municipios, como sucedi¨® entre 1992 y el 2000.
- Imponer el capricho del mandatario como criterio ¨²ltimo de decisi¨®n, por encima de cuerpos colegiados como las juntas directivas, el CONFIS, la CREG, las deliberaciones del CONPES, basadas en documentos t¨¦cnicos, etc.
?Qu¨¦ se?ala a octubre de 2024 como el mes en que, al despertar, se constat¨® la metamorfosis? La aprobaci¨®n de un cambio constitucional de ¨¦poca que crea un esquema fiscal insostenible, que con seguridad condenar¨¢ a crisis financieras recurrentes del Estado colombiano, y que ser¨¢ pr¨¢cticamente una cl¨¢usula p¨¦trea de la Constituci¨®n de aqu¨ª en adelante.
Una diferencia central que a¨²n existe con la Argentina del Justicialismo es que en Colombia el Banco de la Rep¨²blica es a¨²n genuinamente independiente.
Se cre¨ªa que las ¡°instituciones¡± colombianas iban a resistir esas embestidas. Hoy esa pretensi¨®n es vana. Las instituciones son tan fuertes como las personas que las defienden.
Vive Juan Domingo Per¨®n y el fascismo latinoamericano en Colombia, y vive el justicialismo en su Congreso. La argentinizaci¨®n de Colombia avanza con paso firme. M¨¢s adelante tal vez vendr¨¢ la venezolanizaci¨®n. Franz Kafka vive y los pa¨ªses s¨ª metamorfosean. Petro no minti¨®, es el cambio.
?Hay esperanza? Argentina puede recuperar su grandeza si se dedica con seriedad y consistencia a eso. Colombia puede recuperar el rumbo si en el futuro se dedica con seriedad y consistencia a eso.
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