Renuncio a la derecha
Si la derecha en el mundo se ha declarado ganadora con el presidente Donald Trump, yo renuncio a cualquier identidad con esa orientaci¨®n ideol¨®gica
Si la derecha en el mundo se ha declarado ganadora con el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, yo renuncio a cualquier identidad con esa orientaci¨®n ideol¨®gica. En mi larga actividad pol¨ªtica siempre milit¨¦ en el conservatismo y, antes de retirarme definitivamente de la actividad proselitista, hice parte del Movimiento de Salvaci¨®n Nacional que cre¨® ?lvaro G¨®mez con figuras representativas y prestigiosas del liberalismo. En la actualidad, comprometido en mi oficio period¨ªstico, intento siempre tener en cuenta ambas caras de la moneda.
El perfil del nuevo y poderoso presidente Trump es aterrador: convicto, racista, dictador en ciernes, abusador sexual, con cinismo de rico poderoso, tergiversionista, mentiroso, revanchista de macho cabr¨ªo contra las mujeres, que siente desprecio por las instituciones. Si hubiere perdido, habr¨ªa regresado la violencia a las calles, incluyendo al Capitolio, como en el episodio que protagoniz¨® en 2020 y que dej¨® varios muertos y da?os materiales delicados en las instalaciones de la C¨¢mara de Representantes.
Como dijo el fil¨®sofo Mauricio Garc¨ªa Villegas en El Espectador, ¡°en la mente de todos los seres humanos se libra una batalla emocional entre dos yoes: uno que enarbola las banderas de la racionalidad, la cooperaci¨®n y la tolerancia, y otro que enarbola las banderas de la voluntad indomable, sin contemplaciones morales, que apoya a su l¨ªder porque cree que los que ganan son los mejores¡±. En mi caso, casi siempre, he estado del lado de los perdedores. Me siento hu¨¦rfano de la derecha y con la izquierda no tengo ninguna afinidad.
Quienes creen que en Colombia puede repetirse el fen¨®meno de la derecha triunfante por cuenta de la insatisfacci¨®n con la izquierda se equivocan. Aqu¨ª lo que hay es petrismo y antipetrismo. Los primeros hacen proselitismo con la chequera del Gobierno y proponen reformas populistas de ensamblaje social. Los segundos se contentan con los ¡°fracasos¡± del petrismo. Los primeros se parecen a los republicanos estadounidenses y los segundos a los dem¨®cratas, aunque ideol¨®gicamente no coincidan en sus principios doctrinarios. Se parecen ¨²nicamente en la estrategia. Y esa estrategia es la ganadora.
El 30% de imagen positiva del presidente Petro podr¨ªa ser suficiente para dise?ar una pol¨ªtica de unidad enfrentado a un 70% dividido en muchos candidatos, lo cual podr¨ªa llevarnos a una segunda vuelta presidencial en la que no es imposible que el Gobierno logre una victoria apretada. Coincido con el columnista ?lvaro Forero: ¡°Un l¨ªder pol¨ªtico que mantiene cohesionada y motivada su base pol¨ªtica por encima de un tercio del electorado, solo tiene que jugar a las equivocaciones de sus opositores para llegar al 50%. Los dem¨®cratas creyeron ingenuamente que lograban desprestigiar a Trump ante todos los electores, sin darse cuenta de que con su desprecio y obsesi¨®n por el expresidente reforzaban la convicci¨®n de los trumpistas de que este es el ¨²nico que combate realmente al sistema pol¨ªtico y social que los excluye¡±.
Petro tiene su hinchada que lo sigue, y supone que tiene los medios de comunicaci¨®n en contra porque considera que estos est¨¢n al servicio de los grupos econ¨®micos. Atacarlo solo por sus equivocaciones no es suficiente para ganar. El estilo personal de Trump y el de Petro, con ideolog¨ªas completamente diferentes, se parecen bastante; por tanto, no es imposible que los resultados puedan ser similares.
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