Por fin el siglo XX lleg¨® a Cartagena de Indias
A pesar de los avances tecnol¨®gicos, los taxistas de la Ciudad Heroica manejan los precios como si se tratara de una tienda de barrio
Cartagena de Indias: nuestra joya tur¨ªstica, nuestra Ciudad Heroica, nuestro destino favorito, nuestro m¨¢gico encanto, nuestra ciudad se?orial. Siempre habr¨¢ un ep¨ªteto positivo para hacer referencia a la m¨¢s famosa de nuestras ciudades a orillas del Mar Caribe, no solo por la belleza y singularidad de su centro hist¨®rico y amurallado, que parece salido de los libros de historia como si no pasaran los a?os, sino tambi¨¦n por su importancia en la construcci¨®n de la naci¨®n y su riqueza cultural.
Pero de nada sirve en Colombia estar lleno de adjetivos, cuando quienes se dedican a la gesti¨®n de la ciudad parecen personajes salidos de esos mismos libros de historia donde campea la desigualdad y entre se?ores, vasallos y esclavos se marcan inmensas diferencias que para muchos son un deber ser de las cosas.
Afortunadamente para Cartagena la actual administraci¨®n est¨¢ muy cerca de hacerla entrar en el siglo XX (s¨ª, el siglo pasado) con una decisi¨®n que podr¨ªa estarse tomando en cualquier momento si el plan piloto que se anunci¨® este fin de semana se concreta: a los taxis les van a poner tax¨ªmetros.
La noticia parece de no creer, pero es cierta. A pesar de los avances tecnol¨®gicos, a pesar de que ahora las distancias las mide un tel¨¦fono celular con una simple aplicaci¨®n, a pesar de que estamos en 2024 y no en 1954, los taxistas de Cartagena manejan los precios como si se tratara de una tienda de barrio. Cobran seg¨²n como se vea y como vista el pasajero que extiende la mano para pedir que se detenga.
Si es blanco, rubio y con acento extranjero, se le aplica una tarifa exagerada e inveros¨ªmil. Si suena a colombiano, pero no a cartagenero, tambi¨¦n habr¨¢ tarifa alta, pero no tanto como al for¨¢neo. Si suena a local, pues le cobrar¨¢ (a ese s¨ª) lo que corresponde seg¨²n una tabla de precios que la alcald¨ªa lleva d¨¦cadas estableciendo. Como lo lee: d¨¦cadas.
De ah¨ª que el anuncio hecho por la administraci¨®n del actual alcalde parece ser un chiste, pero en realidad es algo que hace much¨ªsimo tiempo se debi¨® hacer: obligar a que todo veh¨ªculo de transporte p¨²blico individual cobre seg¨²n la distancia recorrida y no seg¨²n lo que el conductor considere. ?C¨®mo pudo pasar tanto tiempo para que alguien por fin se atreviera a tomar semejante decisi¨®n? ?Presi¨®n pol¨ªtica del gremio de los taxistas? ?Negligencia de las administraciones? ?Un poco de ambas?
Lo que resulta llamativo es que antes de decretar la obligaci¨®n del tax¨ªmetro se anuncia un plan piloto del mismo, como si poner un tax¨ªmetro fuera algo similar a un viaje a la luna. Como si se necesitara probar que algo que ya sirve en el planeta entero puede funcionar en Cartagena. ?Acaso en esa ciudad la fuerza de gravedad altera el movimiento? ?O qu¨¦ es lo que hace que el paso no se d¨¦ de inmediato y de forma definitiva? Esperemos que el llamado ¡°piloto¡± no termine siendo una excusa para luego justificar el no dar el paso hacia el futuro y dejar una vez m¨¢s a la hist¨®rica ciudad con unos taxis que cobran como si estuvi¨¦ramos en el siglo XIX.
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