Astrid Medina, caficultora: ¡°Soy exitosa porque logr¨¦ perdonar a los asesinos de mi pap¨¢¡±
Ganadora de premios por su caf¨¦ de excelencia, esta campesina de Planadas explica c¨®mo se ha transformado su vida y su territorio
Astrid Medina (Planadas, Tolima 47 a?os) es una campesina, una empresaria, una v¨ªctima, una lideresa. Peor es, sobre todo, una caficultora. Hered¨® ese trabajo, casi arte, de sus abuelos y de su padre, de quien hered¨® una parcela en 2006. All¨ª cultiva un caf¨¦ que, con su nombre como marca, ha ganado premios en Colombia y en otros pa¨ªses,
Pregunta. Usted ha dicho que sus logros como caficultora se deben a que ha sabido perdonar ?C¨®mo es eso?
Respuesta. Yo nac¨ª y crec¨ª en Planadas, donde hay que perdonar para poder vivir. Si uno tiene ganas de vengarse de algo que le pas¨®, como a mi despu¨¦s de que asesinaron a mi pap¨¢ en 2006, no puede seguir trabajando. Muy cerca a mi finca queda Marquetalia, famosa porque all¨¢ iniciaron las FARC, y por eso desde muy ni?a viv¨ª el conflicto. Pero vi el ejemplo de un grupo de ind¨ªgenas que en los 80 decidi¨® firmar la paz con esa guerrilla, y permiti¨® mejorar la vida en una zona rural y remota, a 12 horas de la capital del Tolima, Ibagu¨¦, y a seis horas de Neiva, en el vecino Huila.
Pero ten¨ªamos agua pura, ganas de vivir, buen territorio, aire. Yo qued¨¦ hu¨¦rfana de madre por un accidente de tr¨¢nsito desde ni?a, pero me sostuvo mi pap¨¢, un hombre siempre informado a pesar de la adversidad en una zona sin energ¨ªa, un l¨ªder comunal y miembro del comit¨¦ municipal de cafeteros que ayudaba a la gente. Yo mantengo el legado y los valores que mi pap¨¢ nos inculc¨® a mi y a mis hermanos todos los d¨ªas.
P. ?C¨®mo fue la muerte de su padre, a qui¨¦n tuvo que perdonar?
R. En 2006 la guerra en el sur del Tolima era muy fuerte y se lleva mi padre. Es una historia que me ha costado trabajo contar. El d¨ªa que gan¨¦ la tasa de excelencia [un premio de la Federaci¨®n Nacional de Cafeteros] en 2015, que es como ganar la copa de todos los cafeteros de Colombia, estaba muy t¨ªmida. Ten¨ªa miedo de contar que mi pap¨¢ hab¨ªa sido asesinado. Porque a mi pap¨¢ los mataron las FARC.
P. ?Y c¨®mo lleg¨® al perd¨®n?
R. Eso cambi¨® con el proceso de paz. Lleg¨® un equipo de la Comisi¨®n de la Verdad al territorio, a hacer mesas de di¨¢logo entre ind¨ªgenas, cafeteros y reincorporados, en las que nos pod¨ªamos mirar a los ojos y dialogar, tratar de entendernos. Yo me promet¨ª no llorar, me promet¨ª tener mucho valor y decirles que no es con guerra como le respondemos al pa¨ªs, no es mat¨¢ndonos los unos a los otros, no es teniendo enemigos abstractos que ni siquiera conocemos.
En una de esas ceremonias los excombatientes visitaron muchas fincas, porque iban a empezar proyectos productivos, y fueron a mi finca. Hab¨ªa gente de otros departamentos, del Quind¨ªo, del Huila, del Cauca. Yo estaba haciendo unos bu?uelos para el refrigerio para ellos, y una ex guerrillera se me acerc¨® y me dijo ¡°Se?ora, yo estaba en Cauca cuando mataron a a su pap¨¢. Yo nunca entend¨ª por qu¨¦ lo mataron. La ¨²ltima Navidad que yo pas¨¦ en aquella monta?a¡± y se?al¨® una cercana, ¡°su pap¨¢ nos llev¨® tamales y una botella de vino.¡± Y se puso a llorar, a llorar por mi pap¨¢. Entonces me dije que somos seres humanos y nos podemos equivocar, pero tenemos la oportunidad de creer, de conocernos, de apoyarnos. Y creo que eso me ha dado muchas m¨¢s ganas de hacerlo y no con cualquier caf¨¦, con caf¨¦ de alta calidad.
P. ?Y c¨®mo lo ha hecho?
R. El proceso lo empezamos en 2006 con mi esposo, que me convenci¨® de quedarnos y aprovechar la finca que me hered¨® mi pap¨¢. Porque yo, con tanto dolor, me quer¨ªa ir. Trabajamos duro, y logramos la tasa de excelencia. Le dije ¡°Ra¨²l, si Dios puso algo en mi manos es porque tenemos mucho¡±, tomamos mucho impulso. Por ejemplo, yo empec¨¦ a perder el temor a las fotograf¨ªas, porque me daban mucho miedo. Yo temblaba, igual en las entrevistas...
P. Parece tranquila en esta charla
R. (Risas) S¨ª, s¨ª. Bueno, Yo es que ya ni gano los concursos de calidad porque ya son muchas las personas entrenadas que est¨¢n ganando. Me superaron, yo ya no puedo igualarnos. En Planadas la situaci¨®n ha mejorado mucho. Ahora estamos a menos tiempo de Ibagu¨¦, porque han mejorado la v¨ªa; han llegado cada vez m¨¢s extranjeros, atra¨ªdos por el caf¨¦ y la historia de Marquetalia; hay tenemos sedes o posibilidades de estudiar en la Universidad del Tolima, la Uniminuto, el SENA. Por eso, ahora los j¨®venes no solo son productores, son catadores, son baristas, han aprendido ingl¨¦s. Eso me llena de orgullo. Antes, cuando iba a la ciudad, la gente dec¨ªa ¡°uy, llegaron los guerrilleros de Planadas¡±, y ahora ¡°ay, que bueno, llegaron los del caf¨¦ de alta calidad¡±.
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