El ep¨ªlogo de Sergio Fajardo
El candidato de centro se desploma hasta el cuarto lugar, a una distancia abismal de Petro, Hern¨¢ndez y Guti¨¦rrez
Su cuarto lugar entre los principales candidatos a la Presidencia, muy lejos de colarse en una esquiva segunda vuelta que hace cuatro a?os se le hab¨ªa escapado por la m¨ªnima, marca el ocaso de la inusual carrera pol¨ªtica de Sergio Fajardo. El sue?o de un presidente profesor, como reza el famoso c¨¢ntico, no termin¨® de cuajar. El matem¨¢tico que hace m¨¢s de 20 a?os dej¨® la academia por el servicio p¨²blico no consigui¨® la improbable ¡°remontada¡± q...
Su cuarto lugar entre los principales candidatos a la Presidencia, muy lejos de colarse en una esquiva segunda vuelta que hace cuatro a?os se le hab¨ªa escapado por la m¨ªnima, marca el ocaso de la inusual carrera pol¨ªtica de Sergio Fajardo. El sue?o de un presidente profesor, como reza el famoso c¨¢ntico, no termin¨® de cuajar. El matem¨¢tico que hace m¨¢s de 20 a?os dej¨® la academia por el servicio p¨²blico no consigui¨® la improbable ¡°remontada¡± que promet¨ªa la Coalici¨®n Centro Esperanza. Al final, ha quedado en un paup¨¦rrimo cuarto puesto, con menos del 5% de los votos.
Aunque por ahora no es claro que se vaya a inclinar a apoyar alguna de las opciones en la segunda vuelta del 19 de junio, Gustavo Petro y Rodolfo Hern¨¢ndez, su gui?o sigue siendo apetecido. El fracaso de la tercera aspiraci¨®n presidencial de Fajardo tiene varias explicaciones.
La primera vuelta termin¨® convertida en una carrera entre exalcaldes. Gustavo Petro gobern¨® en Bogot¨¢ (2012-2015) y Rodolfo Hern¨¢ndez en Bucaramanga (2016-2019), mientras que Medell¨ªn estuvo bajo el mando en distintos momentos tanto de Fajardo (2004-2007) como de Fico Guti¨¦rrez (2016-2019). La capital del departamento de Antioquia ha sido fuente de inspiraci¨®n para otras ciudades colombianas en lo que va de este siglo como escenario de una elogiada renovaci¨®n urbana que sirvi¨® como ant¨ªdoto contra la violencia de los grandes carteles del narcotr¨¢fico.
Fajardo, hijo de un reputado arquitecto, es reconocido como art¨ªfice de esa transformaci¨®n de Medell¨ªn. Dej¨® el cargo con una favorabilidad de 85% y fue escogido como el mejor alcalde de Colombia, con una gesti¨®n bastante mejor valorada que la de Fico Guti¨¦rrez. Sin embargo, no logr¨® exhibir ese curr¨ªculo. El recuerdo de su Alcald¨ªa se antoja cada vez m¨¢s lejano, mientras Guti¨¦rrez pudo mantener su popularidad con una gesti¨®n que est¨¢ m¨¢s fresca en la memoria, as¨ª no tuviera tanto lustre. Fajardo tambi¨¦n fue gobernador de Antioquia entre 2012 y 2015, pero ese cargo no pesa tanto entre los habitantes de Medell¨ªn.
Los incontables desencuentros de la Coalici¨®n Centro Esperanza a lo largo de la campa?a tambi¨¦n pasaron factura. Los estudios de opini¨®n se?alan de manera consistente que una amplia mayor¨ªa de los colombianos se consideran de centro, pero la alianza no tradujo ese potencial en votantes. En las presidenciales de hace cuatro a?os, la divisi¨®n del voto entre las candidaturas de Humberto de la Calle y Sergio Fajardo impidi¨® que el matem¨¢tico llegara a segunda vuelta.
El centro parec¨ªa haber aprendido la lecci¨®n, pero abund¨® el fuego amigo. La ruidosa salida de Ingrid Betancourt para lanzarse en una err¨¢tica aventura individual ¨Cque termin¨® adem¨¢s en una adhesi¨®n de ¨²ltima hora a Rodolfo Hern¨¢ndez¨C acab¨® de mancillar la cohesi¨®n del bloque. Siempre en la cornisa, el centro intent¨® mantenerse como una opci¨®n competitiva pero no pudo consolidarse. En la consulta de marzo, de la que sali¨® escogido Fajardo, fue por mucho la menos votada entre las tres grandes coaliciones. Guti¨¦rrez triplic¨® los 723.000 votos de Fajardo, y Petro los quintuplic¨®. Incluso Francia M¨¢rquez, a pesar de quedar segunda en el Pacto Hist¨®rico, super¨® su votaci¨®n individual. Fajardo arranc¨® con un piso bajo.
Desde entonces, ni la escogencia de Luis Gilberto Murillo como su f¨®rmula vicepresidencial; ni la llegada del estratega estadounidense Teddy Goff, que ha asesorado a Barack Obama; ni la presencia en los ¨²ltimos d¨ªas de su pareja, la recordada excanciller Mar¨ªa ?ngela Holgu¨ªn, bastaron para lograr el vuelco que precisaba en una campa?a que se inclinaba a la polarizaci¨®n. Tampoco prosperaron los intentos de dar un golpe de tim¨®n junt¨¢ndose con Rodolfo Hern¨¢ndez, el inclasificable candidato independiente que logr¨® repuntar en los ¨²ltimos d¨ªas hasta colarse en la segunda vuelta. De formas, personalidades y carreras diametralmente opuestas, a Fajardo y Hern¨¢ndez los une una identidad alrededor de la lucha contra la corrupci¨®n, se?alaba el profesor en su momento al justificar esa movida que no qued¨® en nada, pero s¨ª impuls¨® al ingeniero.
Gobernador de Antioquia
El anhelo del presidente profesor es una herencia que ha perdido atractivo en las urnas. Se remonta a los tiempos de su primera aspiraci¨®n presidencial, en la que acab¨® como segundo a bordo de la ola verde, que en 2010 llev¨® hasta la segunda vuelta a Antanas Mockus. Perdieron entonces ante Juan Manuel Santos. En medio de esa campa?a, Fajardo se cay¨® de la bicicleta y se fractur¨® la cadera izquierda, pero se recuper¨® de sus heridas f¨ªsicas y electorales con el triunfo que lo convirti¨® en gobernador de Antioquia.
Ya en 2018 volvi¨® a buscar la Presidencia. Obtuvo m¨¢s de 4,5 millones de votos en la primera vuelta y se qued¨® a solo 250.000 de Petro, que disput¨® el balotaje con el presidente Iv¨¢n Duque. Entonces hab¨ªa decidido retirarse de la pol¨ªtica electoral, pero una charla con el fallecido economista Guillermo Perry, un estrecho asesor, lo convenci¨® de persistir. En el entretanto, cumpli¨® el sue?o de irse a ver ballenas al Pac¨ªfico en el momento decisivo, pero haber soltado esa frase ¨Cy haber optado por votar en blanco¨C lo ha convertido en foco de los ataques del petrismo. Tambi¨¦n perdi¨® tiempo valioso, mientras que Petro lleva desde entonces en campa?a.
En el camino, Fajardo tuvo que enfrentar dos procesos por sus actuaciones cuando era gobernador, que reavivaron la sombra de una persecuci¨®n con motivaciones pol¨ªticas en su contra. En alg¨²n punto tuvo que dividir su tiempo entre lo que calific¨® como ¡°dos campa?as¡±, una presidencial y otra para defenderse. Lidi¨® con un proceso de la Fiscal¨ªa por no haber anticipado la volatilidad del d¨®lar al adquirir un pr¨¦stamo y otro ante la Contralor¨ªa por Hidroituango, un proyecto que ha sufrido derrumbes, retrasos y p¨¦rdidas. El segundo ya se cerr¨® a su favor a comienzos de este a?o. Fajardo ha insistido en que se siente v¨ªctima de organismos de control politizados, en manos de personas muy cercanas al presidente Duque.
Hasta este domingo, uno de sus principales asesores era otro reputado economista, Jos¨¦ Antonio Ocampo, del que Petro dijo esta semana que le gustar¨ªa tener como ministro de Hacienda. Ocampo respondi¨® ese coqueteo p¨²blico invitando a votar por Fajardo, pero no es la ¨²nica figura moderada que el petrismo ha cortejado. El exrector de los Andes Alejandro Gaviria, jefe program¨¢tico de Fajardo despu¨¦s del naufragio de su propia aspiraci¨®n, tens¨® a la coalici¨®n hace pocos d¨ªas al hacerle un gui?o a la candidatura de Petro en declaraciones al Financial Times. Con Fajardo fuera de carrera, el destino de las otras cartas m¨¢s destacadas del centro puede inclinar la balanza de la segunda vuelta.
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