Petro busca suavizar sus relaciones con los militares y polic¨ªas

Gustavo Petro ha hecho un gui?o este lunes para suavizar sus relaciones con los militares y polic¨ªas. En el comienzo de la ¨²ltima semana de campa?a, el candidato que se podr¨ªa convertir en el primer presidente de izquierdas en la historia de Colombia les ha escrito una carta en la que reconoce el ¡°valioso aporte¡± de la mayor¨ªa de los uniformados a ¡°la construcci¨®n de una Colombia m¨¢s humana¡± y delinea una propuesta de transformaci¨®n de la fuerza p¨²blica en la que les promete, entre otras, mejores oportunidades para acceder a vivienda, salud y educaci¨®n.

¡°Tengo claro que ustedes, los soldados de tierra, mar y aire y los polic¨ªas de la patria, son humildes colombianos que, al igual que millones de compatriotas, reclaman un mejor futuro para s¨ª mismos, pero en especial para sus queridas familias¡±, escribe el aspirante del Pacto Hist¨®rico, quien en su juventud perteneci¨® a la guerrilla del M-19 y se ha topado con la resistencia de algunos sectores de las fuerzas armadas. El exalcalde de Bogot¨¢ ha sido muy cr¨ªtico con ciertas operaciones militares, as¨ª como con la represi¨®n de las protestas por parte de la polic¨ªa durante el estallido social del a?o pasado.

El candidato tambi¨¦n lamenta que los uniformados no cuentan con una vivienda digna, deben esperar meses para obtener una cita m¨¦dica y no consiguen costear la educaci¨®n de sus hijos. Por eso, asegura, se propone ¡°fortalecer la fuerza p¨²blica y el bienestar de sus integrantes, en especial el de los m¨¢s vulnerables, para lograr la paz total en el territorio nacional¡±.

Aunque no lo menciona en la carta de este lunes, Petro durante la campa?a ha propuesto reducir el presupuesto militar (actualmente 3,4% del PIB), retirar a la polic¨ªa del ministerio de Defensa ¨Cun reiterado reclamo de diversas organizaciones de derechos humanos¨C y desmantelar el Escuadr¨®n M¨®vil Antidisturbios (Esmad). ¡°Hay que acabar con la pol¨ªtica construida sobre el enemigo interno que ha llevado a unas violaciones tremendas de derechos humanos, como el asesinato de 6.402 j¨®venes para hacerlos pasar como bajas guerrilleras¡±, dijo Petro en una entrevista con EL PA?S.

Las propuestas de Petro en su misiva incluyen construir ciudadelas para los militares en alianza con la empresa privada, reestructurar el sistema de salud que los atiende y construir nuevos hospitales militares. Tambi¨¦n ampliar los colegios de la fuerza p¨²blica, impulsar un programa de becas para sus hijos y un plan de apoyos para los pensionados. Su rival en la segunda vuelta del 19 de junio, Rodolfo Hern¨¢ndez, ha cuestionado privilegios de los uniformados como los esquemas de jubilaci¨®n temprana.

Los dos finalistas aspiran a convertirse en el comandante en jefe de 228.000 militares y 172.000 polic¨ªas, las fuerzas armadas m¨¢s numerosas de Am¨¦rica Latina despu¨¦s de las de Brasil.

¡°Nuestra estrategia tambi¨¦n contempla transformar, gradualmente y en la medida en que consolidemos la paz, el servicio militar en servicio social, para que solo los profesionales, bien entrenados, bien equipados y bien remunerados, se encarguen de combatir el multicrimen¡±, asegura Petro. ¡°No m¨¢s cementerios llenos de j¨®venes h¨¦roes, en su mayor¨ªa humildes campesinos, ni hogares vestidos de luto perenne¡±, remata su mensaje. La carta ha estado precedida por otra serie de acercamientos que han incluido el respaldo de m¨¢s de 800 miembros de organizaciones de la reserva activa y el apoyo de un pu?ado de generales en retiro.

Uno de los momentos m¨¢s tensos de toda la campa?a se present¨® en abril cuando el jefe del Ej¨¦rcito, el general Eduardo Zapateiro, rompi¨® la neutralidad que se le presupone para atacar con dureza a Petro a trav¨¦s de Twitter. Ese cruce de mensajes dej¨® perpleja a la opini¨®n p¨²blica, que no hab¨ªa escuchado lo que se llama coloquialmente como ¡®ruido de sables¡¯ desde la presidencia de Ernesto Samper (1994-1998). En ese entonces el mandatario se enfrent¨® con el general Harold Bedoya, el jefe de las Fuerzas Armadas, quien acab¨® destituido.

La Constituci¨®n colombiana proh¨ªbe a los funcionarios p¨²blicos intervenir en pol¨ªtica electoral, y adem¨¢s se?ala de manera expl¨ªcita que la Fuerza P¨²blica no es deliberante. Los militares, adem¨¢s, no pueden votar mientras se encuentren en servicio activo, ¡°ni intervenir en actividades o debates de partidos o movimientos pol¨ªticos¡±, de acuerdo con la norma constitucional.

En un pa¨ªs que lleva d¨¦cadas conviviendo con la guerra, el poder de los militares es enorme. Los uniformados han estado permanentemente rodeados por la controversia durante el Gobierno de Iv¨¢n Duque, en un clima de deterioro de la seguridad que incluye el asesinato de l¨ªderes sociales, ambientalistas y excombatientes de las FARC, as¨ª como incontables episodios de abusos y brutalidad policial que han puesto en entredicho la formaci¨®n y la doctrina de las fuerzas de seguridad.

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