La lenta agon¨ªa de la Amazonia brasile?a a vista de p¨¢jaro
La mayor selva tropical h¨²meda del planeta perdi¨® en el primer semestre de este a?o casi 4.000 kil¨®metros cuadrados de vegetaci¨®n. El fotoperiodista Victor Moriyama lleva a?os retratando desde el aire los desaf¨ªos a los que se enfrenta
La maleta donde Victor Moriyama guarda su equipo fotogr¨¢fico est¨¢ impregnada de olor a humo desde hace a?os. No hay manera de quit¨¢rselo, como tampoco hubo forma de apartar de su mente el impacto que provoc¨® una imagen aterradora: aquella tarde de agosto en que una inmensa nube de humo cubri¨® la ciudad de S?o Paulo. Sucedi¨® hace tres a?os, cuando los monumentales incendios en la Amazonia dejaron su rastro de ceniza miles de kil¨®metros al sur. Moriyama tard¨® muy poco en reaccionar, hizo algunas llamadas y en pocas horas estaba en la otra punta del pa¨ªs, subido a una avioneta de Greenpeace fotografiando la cat¨¢strofe.
¡°Fui el primer fot¨®grafo en llegar. Eso marc¨® un antes y un despu¨¦s. Iba para un fin de semana y me acab¨¦ quedando dos meses¡±, comenta el fot¨®grafo, que ahora suele viajar a la Amazonia entre cinco y ocho veces al a?o. Las fotos de aquellos d¨ªas, que lleg¨® a compartir en sus redes sociales el actor Leonardo DiCaprio, le reportaron premios y un empuj¨®n definitivo a su carrera.
Desde entonces, ha sobrevolado la Amazonia en varias ocasiones, una experiencia que define como una mezcla de sentimientos contradictorios: ¡°Es algo muy fuerte. Cuando sobrevuelas una zona preservada tienes la sensaci¨®n de estar encima de un gran oc¨¦ano verde, de que la selva es infinita. Pero eso lo vives s¨®lo en las reservas ind¨ªgenas o en los parques naturales. Cuando es un ¨¢rea que no est¨¢ protegida enseguida aparece el ganado, los incendios¡ Esa transici¨®n es muy clara¡±, explica.
La Amazonia es una inmensidad de siete millones de kil¨®metros cuadrados desparramada por ocho pa¨ªses. El 60% de la selva est¨¢ en Brasil, donde algo menos de la mitad de ese territorio tiene alg¨²n tipo de protecci¨®n legal, o bien parques naturales o reservas ind¨ªgenas. La idea constantemente repetida de que los ind¨ªgenas son los ¡°guardianes del bosque¡± no es balad¨ª. En las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, mientras que la p¨¦rdida de cubierta vegetal en ¨¢reas privadas fue del 20,6% en las tierras ind¨ªgenas fue de apenas el 1%, seg¨²n un reciente estudio de MapBiomas.
No obstante, los territorios legalmente reconocidos por el Estado brasile?o como pertenecientes a los ind¨ªgenas sufren cada vez m¨¢s invasiones ilegales, una vulnerabilidad que se explica en buena parte por el desmonte de los ¨®rganos federales que deber¨ªan cuidar de esos territorios, como la Fundaci¨®n Nacional del Indio (FUNAI), el Instituto Brasile?o del Medio Ambiente (IBAMA) o el Instituto Chico Mendes de la Biodiversidad (ICM-Bio). La mayor¨ªa de los delitos ambientales est¨¢n vinculados a la apertura de pastos para el ganado, aunque la extracci¨®n ilegal de madera o minerales tambi¨¦n provoca da?os irreversibles.
La deforestaci¨®n en la Amazon¨ªa no es un fen¨®meno nuevo, pero s¨ª lo es el negacionismo instalado en el Gobierno. El presidente Jair Bolsonaro lleg¨® a decir que invitar¨ªa a inversores internacionales a sobrevolar la selva, para que comprueben que est¨¢ ¡°exactamente igual que cuando fue descubierta en el a?o 1500¡å. Pero las im¨¢genes de Moriyama y los datos (n¨²meros oficiales, elaborados por el propio Gobierno) son rotundos.
En el primer semestre de este a?o la Amazonia brasile?a perdi¨® 3.988 kil¨®metros cuadrados de superficie, seg¨²n las im¨¢genes que captan los sat¨¦lites del sistema Deter del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), ¨®rgano estatal vinculado al Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa. Es una superficie que equivale a dos veces y medio la ciudad de S?o Paulo, y el peor dato para este periodo en los ¨²ltimos siete a?os.
¡°Este modelo de desarrollo que s¨®lo busca el beneficio y no la conservaci¨®n del planeta camina hacia la destrucci¨®n, aunque sea a largo plazo. Es muy triste, me duele mucho¡±, dice Moriyama, que a pesar de que no esconde el activismo que trasluce su trabajo asume que la realidad de la Amazonia es extremadamente compleja. Nada es blanco o negro. Como en las cenizas que dejan los incendios, la realidad socioambiental de la regi¨®n tambi¨¦n es un abanico de tonos grises. La Amazonia es un santuario para el planeta, pero tambi¨¦n es el hogar de m¨¢s de 28 millones de brasile?os. De las oportunidades que tengan para desarrollarse de forma sostenible depender¨¢ el futuro de la selva.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.