Los desaf¨ªos de la apuesta chilena por el ¡°oro verde¡±
El pa¨ªs tiene una ambiciosa estrategia nacional que apunta a reducir las emisiones de carbono, pero las comunidades locales temen el impacto que podr¨ªa tener la producci¨®n masiva de hidr¨®geno verde
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Lo han llamado ¡°oro verde¡±, porque no emite gases contaminantes ni durante su proceso de fabricaci¨®n, ni durante su combusti¨®n. Alrededor del planeta, el hidr¨®geno verde, el que se genera a partir de energ¨ªas renovables, se ha convertido en la gran promesa para el futuro y Chile no solo no quiere quedarse fuera, sino que est¨¢ en un lugar privilegiado para producirlo. ¡°El hidr¨®geno verde es una alternativa real para una transici¨®n energ¨¦tica que nos lleve a un futuro m¨¢s sustentable¡±, declar¨® el presidente Gabriel Boric en su primera cuenta p¨²blica, en junio de este a?o, confirmando su intenci¨®n de seguir con los esfuerzos iniciados durante los dos gobiernos anteriores para aprovechar el potencial de este gas limpio.
Chile firm¨® en 2015 el Acuerdo de Par¨ªs. Este a?o ratific¨® adem¨¢s el Acuerdo de Escaz¨² y el Congreso aprob¨® una Ley Marco de Cambio Clim¨¢tico que establece que el pa¨ªs deber¨¢ ser carbono neutral y resiliente al clima a m¨¢s tardar el 2050. En ese contexto, las ventajas de promover el hidr¨®geno verde para reemplazar los combustibles f¨®siles parecen evidentes.
Sin embargo, la protecci¨®n del planeta no es la ¨²nica motivaci¨®n. El desarrollo de una industria de hidr¨®geno verde representa adem¨¢s una oportunidad econ¨®mica suficientemente atractiva como para que en los ¨²ltimos a?os el pa¨ªs se haya propuesto convertirse en un referente mundial de la producci¨®n y exportaci¨®n de este combustible limpio. Entre los objetivos perseguidos por las autoridades est¨¢, adem¨¢s, el abrir espacios de innovaci¨®n, crear empleo e impulsar el crecimiento.
El hidr¨®geno verde (H2V) es un vector energ¨¦tico que se obtiene a trav¨¦s de un proceso de electrolisis del agua que, a diferencia de la extracci¨®n de otros hidr¨®genos contaminantes, se hace a partir de energ¨ªas renovables, principalmente la solar y la e¨®lica. Por su geograf¨ªa, Chile es un lugar privilegiado para producirlas. ¡°Hay mucho inter¨¦s por Chile porque tiene ciertas ventajas¡±, explica Eduardo Bitr¨¢n, acad¨¦mico de la Facultad de Ingenier¨ªa de la Universidad Adolfo Iba?ez y ex vicepresidente de la Corporaci¨®n de Fomento de la Producci¨®n (CORFO), una entidad estatal de apoyo a la producci¨®n, al emprendimiento y la innovaci¨®n.
¡°El norte, con el desierto de Atacama, tiene la mejor radiaci¨®n solar del mundo, no solo en intensidad, sino que tambi¨¦n en el n¨²mero de horas, lo que reduce significativamente el costo de producirlo. Y adem¨¢s tenemos Magallanes en el extremo sur de Chile con sus vientos importantes y estables, que transforman la regi¨®n en una de las mejores zonas del mundo, sino la mejor, para producir hidr¨®geno verde¡±.
En 2020, el Gobierno del entonces presidente Sebasti¨¢n Pi?era present¨® una Estrategia Nacional de Hidr¨®geno Verde. Esta indica, entre otras cosas, que en el marco de seis a?os Chile quintuplic¨® su capacidad de generaci¨®n de energ¨ªa e¨®lica y solar, y que se proyecta que de aqu¨ª al 2030, hasta el 70% de su matriz el¨¦ctrica sea renovable. La apuesta es que estas ventajas permitan que para esa fecha el pa¨ªs tenga el costo nivelado de producci¨®n de hidr¨®geno limpio m¨¢s bajo del mundo y comience a posicionarse globalmente como uno de los principales exportadores de hidr¨®geno verde.
La crisis energ¨¦tica en Europa, que ha elevado los costos de la energ¨ªa a niveles insospechados, producto de la guerra de Ucrania, solo debiera contribuir a hacer aumentar la demanda internacional. Sin embargo, la llegada del presidente Boric en marzo pasado, con un programa que incluye una ambiciosa agenda ambiental, debiera llevar a ciertas modificaciones en las l¨ªneas a seguir. El ministro de Energ¨ªa, Diego Pardow, indic¨® a Am¨¦rica Futura que la estrategia elaborada en 2020 ser¨¢ modificada.
¡°Los desaf¨ªos de la transici¨®n energ¨¦tica son grandes. Por ello, como Ministerio de Energ¨ªa, adem¨¢s de estar trabajando en diversas medidas para aumentar nuestra capacidad (energ¨¦tica) para el 2030, con generaci¨®n renovable y almacenamiento, estamos en el proceso de ejecuci¨®n de una renovada Estrategia Nacional de Hidr¨®geno Verde¡±, dice. ¡°Esta industria es esencial para cumplir con los compromisos clim¨¢ticos de Chile¡±.
Chile, el primer productor mundial de cobre, comenz¨® a incursionar en la producci¨®n de hidr¨®geno debido a la miner¨ªa. Seg¨²n cifras del Consejo Minero de Chile, este sector representa el 10% del PIB del pa¨ªs. Pero es un industria que genera una huella de carbono importante por el uso de camiones de carga pesada ¡ªse estima que consumen entre 3.000 y 3.500 litros de di¨¦sel diarios¡ª y de explosivos con amon¨ªacos fabricados a partir de gas natural. Algunas mineras ya tienen sus propias plantas de hidr¨®geno verde para comenzar a descarbonizar su producci¨®n. La meta ahora es darle mayor envergadura a este tipo de cambios.
Hoy, la electrificaci¨®n es considerada como la mejor manera de reducir las emisiones de carbono, pero existen industrias que no pueden ser electrificadas. Por eso, el objetivo es ampliar la producci¨®n de hidr¨®geno verde de manera que estas transiten desde el uso de hidrocarburos f¨®siles hacia el de este gas limpio. Esto podr¨ªa beneficiar, a nivel mundial, a industrias como la del hierro, las refiner¨ªas de petr¨®leo y sectores del transporte como las navieras, la aviaci¨®n, y los veh¨ªculos de carga pesada, a trav¨¦s de a la fabricaci¨®n de combustibles sint¨¦ticos.
En Chile, ya se licitaron seis proyectos con una ronda de financiamiento p¨²blico de 50 millones de d¨®lares y se han firmado acuerdos con pa¨ªses europeos para su futura exportaci¨®n. La idea original es crear primero un mercado dom¨¦stico para despu¨¦s abrirse al internacional e ir escalando en el volumen de exportaciones.
Temor por los posibles impactos negativos
Alejandro Nu?ez, veterinario y presidente de la fundaci¨®n Ciudadanos y Clima es consciente de los beneficios del hidr¨®geno verde. Vive en Porvenir, la capital de la isla de Tierra del Fuego por el lado chileno. Cuando se enter¨® de la intenci¨®n del Estado de incursionar en la producci¨®n de este combustible limpio, se entusiasm¨®; lo ve¨ªa como una alternativa al uso de hidrocarburos f¨®siles, de alto consumo en su regi¨®n.
¡°Cuando se habl¨® de hacerlo con plantas fotovoltaicas en el norte, yo peleaba diciendo ?por qu¨¦ no en Magallanes con la energ¨ªa e¨®lica? Lo que no sab¨ªamos en ese momento era la escala con la que se planeaba trabajar ni la cantidad de producci¨®n. Eso implica una infraestructura que provoca muchos da?os¡±, lamenta Nu?ez.
Explica que los ambientalistas de su regi¨®n tienen reparos frente a la instalaci¨®n de las plantas de desalinizaci¨®n necesarias para la electrolisis y de los efectos que estas podr¨ªan tener sobre el lecho marino. Tambi¨¦n les preocupa la llegada masiva de aerogeneradores y el impacto que tendr¨ªan sobre la migraci¨®n de aves como el caiqu¨¦n o el playero del ¨¢rtico que llega hasta Tierra del Fuego. O que las empresas internacionales involucradas en los proyectos hagan estudios de impacto ambiental con expertos propios que no conocen bien el territorio.
¡°Son personas que no saben c¨®mo se mueven el guanaco o el puma ni si hay comunidades ind¨ªgenas en ciertos sectores¡±, dice. ¡°Y se habla de un gran n¨²mero de personas que llegar¨¢n a trabajar con sus familias. En territorios peque?os como los nuestros, el sistema p¨²blico colapsa¡±.
Lucio Cuenco, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, dice que en Chile entre un 70% y un 80% de los conflictos socioambientales que han surgido en los ¨²ltimos a?os est¨¢n relacionados con proyectos energ¨¦ticos y de miner¨ªa. Teme que potenciar de manera tan agresiva la producci¨®n de hidr¨®geno verde contribuya a generar nuevas tensiones, adem¨¢s de tener un impacto real sobre amplias zonas de Chile.
¡°Producir hidr¨®geno verde a la escala en que se est¨¢ pensando para que sea negocio no s¨®lo es hipotecar el futuro de la gente que vive en esas regiones, sino que es tambi¨¦n poner en peligro todos los sistemas de vida que hay ah¨ª¡±, dice. ¡°Esto est¨¢ planteado como una actividad exportadora y no dise?ado para la transici¨®n energ¨¦tica que Chile necesita¡±.
La alteraci¨®n de los ecosistemas no es lo ¨²nico que preocupa a los cr¨ªticos del desarrollo a gran escala del hidr¨®geno verde en Chile. Otro foco importante es c¨®mo afecta a las comunidades cercanas a los proyectos.
Vilma Mellado tiene 47 a?os, es psicopedagoga y madre de un hijo. Vive en una zona rural de la regi¨®n de Biob¨ªo, en el centro del pa¨ªs. Cuenta que entre el 2003 y el 2015 se aprobaron m¨¢s de 10 proyectos e¨®licos y fotovoltaicos en ese sector. En muchos casos, no hubo consulta ciudadana. Hoy vive rodeada de aerogeneradores. ¡°Ahora hay 81 torres, una de ellas est¨¢ a 400 metros de mi casa. Todos los proyectos se han emplazado en zonas rurales agr¨ªcolas y las est¨¢n transformando en un jard¨ªn de cemento¡±, dice.
Hace dos a?os, Vilma dej¨® de trabajar para dedicarse a tiempo completo a la causa ambiental. Hoy es vocera de la Coordinadora Socioambiental Biob¨ªo. Asegura que los efectos del desarrollo masivo de estas plantas generadoras de energ¨ªas renovables se sienten cada d¨ªa. En los ¨²ltimos dos a?os, dice, ella y sus vecinos han visto las napas de agua de las cuales se alimentan secarse, lo que atribuyen a los cimientos de los aerogeneradores. Hace tres meses, agrega, la intervenci¨®n de caminos de servidumbre y canales de regad¨ªo por una de las empresas provoc¨® inundaciones que dejaron a campesinos sin su cosecha del a?o. La fauna tambi¨¦n se ha resentido. A modo de ejemplo, cuenta que en el a?o que sigui¨® la instalaci¨®n de un nuevo proyecto e¨®lico, un vecino pas¨® de tener 100 cajones de abejas a contar solo con cuatro.
¡°Es como tener un avi¨®n jumbo partiendo al lado¡±
La gente de la zona tambi¨¦n se ve afectada por el llamado ¡°efecto parpadeo¡±, es decir el bloqueo intermitente de luz debido al movimiento de las aspas, y por el ruido. ¡°Nosotros no dormimos en la noche, porque es como estar todo el tiempo con un avi¨®n jumbo que est¨¢ partiendo al lado¡±, dice.
Los ambientalistas aseguran que muchos de los proyectos que ellos cuestionan fueron aprobados porque las empresas encuentran una manera de sortear las normas ambientales. En Chile existen diferentes maneras para que un proyecto pueda contar con los permisos para operar. La primera es la ¡°declaraci¨®n de impacto ambiental¡± requerida para proyectos peque?os que no exigen que se informe ni se consulte a la ciudadan¨ªa, salvo si las comunidades locales lo piden. La otra es la ¡°evaluaci¨®n de impacto ambiental¡± que exige que se identifiquen y expliciten los impactos que tendr¨¢ el proyecto y establece la obligaci¨®n de dialogar con las comunidades cercanas. Seg¨²n Nu?ez y Mellado, para evitar resistencia por parte de los habitantes y sortear las evaluaciones de impacto ambiental, las grandes empresas fraccionan sus megaproyectos en varios planes de desarrollo menos invasivos.
¡°Muchos de los proyectos son aprobados porque los requisitos de evaluaci¨®n en Chile son laxos y los per¨ªodos y formas de participaci¨®n de las comunidades nulas¡±, coincide la antrop¨®loga de la London School of Economics Gabriela Caba?a, quien investiga las pol¨ªticas energ¨¦ticas en contexto de crisis ecol¨®gicas.
Ese es un problema en que el Servicio de Evaluaci¨®n de Impacto Ambiental est¨¢ trabajando. La directora del servicio, Valentina Dur¨¢n, explica que adem¨¢s de estar preparando gu¨ªas espec¨ªficas para evaluar los proyectos de hidr¨®geno verde con rigor t¨¦cnico, se est¨¢n tomando medidas para favorecer el di¨¢logo con las comunidades locales en las declaraciones de impacto ambiental que presentan las empresas. ¡°Hay mucha desconfianza, pero lo que nosotros buscamos es generar certezas y unificar criterios¡±, dice. ¡°Y esas certezas buscamos d¨¢rselas tanto a los inversionistas como a las comunidades que buscan proteger un determinado ecosistema¡±.
Eduardo Bitr¨¢n destaca que existen maneras de avanzar en las distintas iniciativas sin ir en desmedro de los chilenos y que existen soluciones para mitigar los impactos. Una posibilidad es la de transformar infraestructuras ya existentes en vez de intervenir nuevas ¨¢reas e instaurar as¨ª un sistema de servicios comunes.
¡°Hay que crear cadenas de valor, hay ideas por explorar. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si en Magallanes, por ejemplo, se comenzara a usar hidr¨®geno verde como combustible para los barcos de las salmoneras cuyo uso es responsable del 60% de las emisiones de carbono de esa industria?¡±, dice. ¡°Esos son los encadenamientos que a uno le gustar¨ªa ver¡±.
La ministra del medioambiente, Maisa Rojas, ha reafirmado el compromiso del Estado con el desarrollo del hidr¨®geno verde. Pero insiste en la necesidad de hacerlo de manera justa, reevaluando las dimensiones en funci¨®n de factores socioambientales, consolidando la participaci¨®n de las comunidades y preocup¨¢ndose de cumplir con altos est¨¢ndares ambientales en el proceso productivo. Adem¨¢s, dice, el nuevo Gobierno buscar¨¢ fomentar la innovaci¨®n y desarrollo para crear empleos de calidad y cumplir con los compromisos de mitigaci¨®n asumidos en el marco del Acuerdo de Par¨ªs.
¡°No queremos una industria que apunte principalmente a la exportaci¨®n y que tenga una visi¨®n de sustentabilidad d¨¦bil, centrada ¨²nicamente en emisiones de gases de efecto invernadero¡±, dice. ¡°Queremos ser el primer Gobierno ecologista de la historia de nuestro pa¨ªs y para ello es fundamental empezar a hacer las cosas de manera distinta¡±.
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