La inspiraci¨®n medioambiental de la Constituci¨®n que votar¨¢ Chile

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Con 178 p¨¢ginas, 388 art¨ªculos y 57 normas transitorias, Chile podr¨ªa hacer historia con una Constituci¨®n que define al Estado como ¡°ecol¨®gico¡±. El texto, por el que los chilenos votar¨¢n en un referendo el 4 de septiembre, es el marco para darle forma al pa¨ªs nuevo que ped¨ªan a gritos los ciudadanos que salieron a las calles durante el estallido social de octubre de 2019 y tambi¨¦n los que votaron mayoritariamente para sustituir la Carta Magna vigente, de 1980 y herencia de la dictadura militar de Augusto Pinochet. Sin embargo, seg¨²n las encuestas, ese entusiasmo por un cambio no parece haberse transformado en un firme apoyo a la propuesta de los constituyentes.

El nuevo texto constitucional propone una democracia representativa, con una mirada paritaria, la garant¨ªa de derechos sociales y con un fuerte enfoque ambiental, pionero en la regi¨®n, y que marcar¨ªa una gran diferencia con la Constituci¨®n anterior. Mientras que en la vigente solo uno de los 15 cap¨ªtulos nombra los ecosistemas, en el proyecto actual ocho de los once apartados lo mencionan directa o indirectamente. En total, son 98 art¨ªculos los que hacen alusi¨®n a la emergencia clim¨¢tica y a las herramientas para mitigarla, que van desde fomentar la educaci¨®n ambiental hasta el manejo del agua o el desarrollo de investigaci¨®n cient¨ªfica que promueva el equilibrio del ecosistema.

La transversalidad y la profundidad de estos art¨ªculos son los que han convencido a la mayor parte del movimiento ecologista, dentro y fuera del pa¨ªs sudamericano, a defender la propuesta constitucional. ¡°El proceso de elaboraci¨®n inclusivo que busc¨® respuestas nuevas a la crisis clim¨¢tica en que vivimos marca un camino que sirve de inspiraci¨®n al mundo¡±, se?al¨® Patricia Madrigal, ex viceministra de medio ambiente de Costa Rica. Por su parte, el acad¨¦mico de la Universidad de Viena, Ulrich Brand, coment¨® que este proyecto constitucional es ¡°una valiosa caja de herramientas para cambiar el modelo econ¨®mico a uno postextractivista y postdesarrollista¡±.

Estos d¨ªas, la Constituci¨®n est¨¢ en boca de todos. Ya sea para alabarla o criticarla, el debate est¨¢ en las casas de todos los chilenos y en las calles. ¡°Eso ya es un enorme avance. Es un antes y despu¨¦s sobre lo que entendemos por democracia¡±, explica por tel¨¦fono Estefan¨ªa Gonz¨¢lez, coordinadora de campa?as de Greenpeace en Chile. Ezio Costa, profesor de la Universidad de Chile y director ejecutivo de la ONG FIMA, es optimista: ¡°Creo que la sociedad entendi¨® que el momento es ahora¡±. Por su parte, Yarela G¨®mez S¨¢nchez, ex convencional constituyente por la regi¨®n de Ays¨¦n, a?ade: ¡°Es el punto de partida para empezar a hacer las cosas bien¡±. Entre los casi cien art¨ªculos vinculados con el ecologismo, estos son los seis puntos claves, seg¨²n acad¨¦micos y organizaciones ambientales:

Chile como ¡°Estado ecol¨®gico¡±

De ser aprobada, ser¨ªa la primera Constituci¨®n en el mundo que reconozca la crisis clim¨¢tica y se?ale al Gobierno como responsable de las medidas de mitigaci¨®n. Lo nombra desde el primer art¨ªculo y en el 128 es a¨²n m¨¢s expl¨ªcito: ¡°Es deber del Estado adoptar acciones de prevenci¨®n, adaptaci¨®n y mitigaci¨®n de los riesgos, las vulnerabilidades y los efectos provocados por la crisis clim¨¢tica y ecol¨®gica¡±. Para Ezio Costa, este punto no es anecd¨®tico: ¡°Lo que hace esta nueva norma es entender que las actividades de las personas no solo se integren a los ciclos naturales, sino que no los destruyan. Es algo in¨¦dito¡±. Adem¨¢s, los expertos coinciden en que al autodeterminarse como ¡°Estado ecol¨®gico¡±, se est¨¢ abriendo la puerta a una conversaci¨®n ¡°sin prisa¡± y centrada en ¡°el planeta de las siguientes generaciones¡±.

Reconocimiento de los derechos de la naturaleza

La palabra ¡°naturaleza¡± aparece 36 veces en el texto. El art¨ªculo 18 es bastante claro en cuanto a qui¨¦nes son sujetos de derechos: ¡°Las personas naturales, los pueblos y naciones ind¨ªgenas y la naturaleza¡±. Esto implica el derecho a existir, a mantener el funcionamiento de sus ciclos vitales y a ser restaurada.

Para Juan Jos¨¦ Martin, ex constituyente por el Distrito 12 y coordinador de la Comisi¨®n de Medio Ambiente y Modelo Econ¨®mico, este es uno de los puntos m¨¢s revolucionarios. ¡°Es un cambio jur¨ªdico sustantivo. Ya no solo se aborda desde los derechos humanos ambientales, es decir, en cuanto le sirve al ser humano, sino que se le defiende por s¨ª misma. Esta es la medida m¨¢s robusta para protegerla¡±, explica. Adem¨¢s, los animales son considerados ¡°sujetos de especial protecci¨®n¡±, aludiendo a su sintiencia y su derecho a una vida libre de maltrato.

El agua ser¨¢ un derecho humano y dejar¨¢ de ser un recurso privado

Chile es el ¨²nico pa¨ªs del mundo que reconoce a escala constitucional el derecho privado al agua. Esto ha dificultado la implementaci¨®n de soluciones efectivas respecto de la crisis h¨ªdrica que mantiene a un mill¨®n de chilenos sin este recurso. La gesti¨®n, actualmente en manos de 40 organizaciones, es tal¨®n de Aquiles del pa¨ªs.

En la propuesta de nueva constituci¨®n, el agua ya no ser¨ªa propiedad de unos pocos, sino que se ve como un bien com¨²n natural ¡°inapropiable en todos sus estados¡± del que adem¨¢s se debe hacer un ¡°uso razonable¡±. Tambi¨¦n enfatiza que el deber del Estado es resguardarla. Por tanto, ¡°quedan excluidos de toda actividad minera los glaciares, las ¨¢reas protegidas, las que por razones de protecci¨®n hidrogr¨¢fica establezca la ley y las dem¨¢s que ella declare¡±. ¡°La respuesta para acabar con la crisis h¨ªdrica no la podemos buscar en la lluvia, tiene que venir de la gesti¨®n del recurso¡±, zanja Gonz¨¢lez, de Greenpeace. Este cambio de paradigma no significa el fin del uso del agua. El Estado podr¨¢ otorgar permisos administrativos para el uso de estos bienes. Lo que antes eran derechos de uso de agua, pasar¨ªan a ser ¡°autorizaciones¡±.

M¨¢s mecanismos de participaci¨®n ciudadana

Otro de los puntos fuertes es el de la democracia ambiental, que se fundamenta en el acceso a la informaci¨®n, a la participaci¨®n y a la justicia ambiental de los ciudadanos. En caso del ¡®s¨ª¡¯, la ciudadan¨ªa podr¨ªa ahora organizarse para proponer al Congreso un proyecto de ley, algo in¨¦dito hasta ahora. Para la tramitaci¨®n, ser¨ªa necesario que un grupo equivalente al 3% de los habilitados para votar presentaran la iniciativa. ¡°Esto descentraliza el poder¡±, explica Costa, ¡°y tambi¨¦n hace con que la sociedad tenga mucho m¨¢s que decir y hacer. Ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil tomar partido en la soluci¨®n de los problemas ambientales¡±. ¡°Es entender a la sociedad como parte activa de las soluciones¡±, insiste Yarela G¨®mez.

Las personas y los pueblos, ¡°conjunto inseparable¡± de la naturaleza

No solo se les reconoce a los pueblos ind¨ªgenas el derecho a sus territorios y recursos, sino que se plantea blindar estas tierras con ¡°especial protecci¨®n¡±. Los instrumentos jur¨ªdicos para su ¡°catastro, regularizaci¨®n, demarcaci¨®n, titulaci¨®n, reparaci¨®n y restituci¨®n¡± tambi¨¦n son responsabilidad de la Administraci¨®n p¨²blica.

Alihuen Antileo Navarrete, presidente de asociaci¨®n plataforma Pol¨ªtica Mapuche y coordinador del comit¨¦ por el Apruebo de su comunidad celebra que ¡°al fin¡± se incluya a los pueblos ind¨ªgenas (que representan el 13% de los chilenos; el 11% de ellos, mapuches) en la Carta Magna. ¡°Es como si empez¨¢ramos a existir constitucionalmente hablando¡±. ¡°Para nosotros representa una importante conquista el hecho que se consagre como principio el buen vivir. Eso le da un sentido y objetivo a la actividad del Estado y a los distintos agentes econ¨®micos¡±. En el nuevo escrito, 55 art¨ªculos contemplan los derechos de estos pueblos originarios, grandes defensores de la biodiversidad y los ecosistemas.

La creaci¨®n de organismos de defensor¨ªa ambiental

El texto contempla la creaci¨®n de la Agencia Nacional del Agua, encargada de velar por el cumplimiento de la Pol¨ªtica Nacional H¨ªdrica, o la Defensor¨ªa de la Naturaleza, que actuar¨¢ como elemento fiscalizador del Gobierno y las entidades privadas en materia medioambiental. Estos nuevos organismos materializar¨ªan toda la estrategia de mitigaci¨®n de los efectos del cambio clim¨¢tico y la protecci¨®n de la biodiversidad. Tambi¨¦n se multiplicar¨ªan los tribunales ambientales (hoy en d¨ªa solo hay tres en todo el pa¨ªs) y se constituir¨ªan los consejos de cuencas, con m¨¢s espacio para la conversaci¨®n y la decisi¨®n de las comunidades vinculadas a cada una de estas fuentes h¨ªdricas.

¡°Al separar la gesti¨®n del agua del ciclo pol¨ªtico y hablar de ¨®rganos aut¨®nomos constitucionales, la conservaci¨®n se enfoca desde un punto de vista m¨¢s t¨¦cnico, con m¨¢s ciencia y datos detr¨¢s. Es un giro enorme¡±, explica Juan Jos¨¦ Martin. ¡°Si esto sale adelante¡±, revela la representante de Greenpeace, ¡°va a quedar una gran tarea en la implementaci¨®n. Sabemos que har¨¢n falta muchas reformas legales. No va a ser un cambio de la noche a la ma?ana, pero este es un marco que nos permite avanzar. Estar m¨¢s cerca del pa¨ªs que queremos¡±.