Una jugueter¨ªa sin pl¨¢sticos ni pilas en Argentina para estimular la creatividad de los ni?os
Tes¨ªn Tes¨¢n ofrece m¨¢s de dos mil productos de madera, tela, metal y otros materiales nobles sin distinci¨®n de g¨¦nero y edades
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Huele a madera. Ese aroma c¨¢lido -esa presencia- es lo primero que se nota al atravesar el umbral de ingreso al local. Despu¨¦s sobreviene una imaginer¨ªa infantil: triciclos, casas, rompecabezas, caleidoscopios, caballos, perros y una fauna a¨²n m¨¢s diversa y multicolor.
Es una ma?ana de viernes en Tes¨ªn Tes¨¢n, una jugueter¨ªa ubicada en la ciudad de Mar del Plata (Argentina), que se hizo famosa en todo el pa¨ªs por vender productos sin pilas ni pl¨¢sticos. En cambio, ofrecen art¨ªculos de metal, papel, cart¨®n, tela y, por supuesto, madera. Los juguetes est¨¢n al acceso y a la vista de sus principales usuarios: los chicos.
¡°Juego mejor¡± es el eslogan de la empresa, que tiene dos locales en la ciudad y realiza env¨ªos a todo el pa¨ªs. Lo que comenz¨® como la preocupaci¨®n de una madre y una abuela termin¨® siendo un negocio, que adem¨¢s brinda un canal de comercializaci¨®n a los artesanos del juguete del pa¨ªs.
¡°La jugueter¨ªa me lleg¨® como abuela. Cuando mi hija mayor, que ahora es mi socia, estaba embarazada de mi primer nieto nos pusimos a estudiar puericultura. A partir de esa mirada hacia las infancias, comenzamos a pensar c¨®mo educar y c¨®mo criar. Se habla de infancias respetadas y tambi¨¦n hacemos foco en el juego respetado. Me refiero al juego interpelativo y no dirigido ni intervenido para un ni?o. Cuando abrimos, hace seis a?os, no hab¨ªa una propuesta de este tipo¡±, dice Sandra Sajnin, puericultora, una de las due?as de Tes¨ªn Tes¨¢n y con un pasado como ejecutiva del ¨¢rea comercial en medios de comunicaci¨®n.
Sajnin habla de las ideas de movimiento libre, del juego respetuoso, del desarrollo motor y cognitivo de los chicos. En fin: del juego como cosa seria. ¡°Empezamos a pensar como puericultoras antes que como jugueteras. Adem¨¢s de la idea de generar menos pl¨¢stico, quisimos ofrecer materiales m¨¢s c¨¢lidos, nobles y agradables al tacto. Tambi¨¦n pensamos que sean perecederos para el planeta. Cuando tir¨¢s un pedazo de pl¨¢stico ten¨¦s que pedirle perd¨®n al futuro por lo que est¨¢s haciendo. Los juguetes de madera tambi¨¦n se rompen, al igual que cualquier otro juguete. Pero, si sucede, le das un besito y lo tir¨¢s a la tierra, que sabr¨¢ qu¨¦ hacer con ¨¦l. Si a un chico le das un bloque de pl¨¢stico y uno de madera, lo m¨¢s probable es que elija la madera por la consistencia, el volumen y la calidez del producto¡±, apunta.
En sus sucursales y a trav¨¦s de su web, Tes¨ªn Tes¨¢n ofrece m¨¢s de dos mil productos, que son cuidadosamente elegidos por sus due?as, m¨¢s all¨¢ del recorte de objetos sin pl¨¢stico ni pilas como una identidad de la marca. Incluso ellas dise?aron algunos juguetes, como un carro caminador de empuje con 23 bloques de colores surtidos, que es un ¨¦xito de ventas.
¡°Buscamos propuestas originales, desde el dise?o y la innovaci¨®n para acercar a las infancias y personas de todas las edades. Tambi¨¦n hay una b¨²squeda desde lo est¨¦tico, el gusto y las paletas de colores. No resulta sencillo llenar una jugueter¨ªa evitando los pl¨¢sticos. O, al menos, buscando reducir al m¨¢ximo su uso. ?Para qu¨¦ necesito que un juguete venga envuelto en un nailon?¡±, se pregunta In¨¦s Varela, puericultora, madre de Galo e hija y socia de Sajnin en la jugueter¨ªa que tom¨® su nombre del fragmento de una canci¨®n infantil.
Ella marca una diferencia entre juguetes hechos con materiales que vienen directo de la naturaleza y ofrecen una experiencia sensorial, como la madera, y aquellos en los que es necesario ¡°apretar un bot¨®n para que pasen cosas¡±. ¡°Son materiales -la madera no es el ¨²nico- que no resultan agresivos con los sentidos; permiten un acercamiento que est¨¢ en manos del ni?o y la ni?a y que va a su tiempo. Son juguetes dise?ados para esas manos y corporalidades. Hay un aprendizaje de causa-efecto. Son una puerta al mundo real que luego van a encontrar. No son los juguetes en los que presiono un bot¨®n y pasan muchas cosas. Nuestra propuesta viene a convivir y ampliar las otras¡±, dice Varela, que antes de tener la jugueter¨ªa se dedicaba a la producci¨®n audiovisual y de conciertos. Sajnin agrega: ¡°Tampoco calificamos a los juguetes por g¨¦nero ni edades porque los chicos maduran de distintas maneras. Lo hacemos quiz¨¢ por inter¨¦s y tendencia. ?Qu¨¦ est¨¢ explorando el chico? ?Qu¨¦ siente la familia que debe fomentarle?¡±.
La propuesta va mucho m¨¢s all¨¢ de la venta de juguetes y de un canal de venta para los fabricantes artesanales. Carolina Mora, psic¨®loga con formaci¨®n en psicolog¨ªa perinatal y primera infancia, habla de la importancia de estimular la capacidad de beb¨¦s, ni?os y ni?as para interactuar con su entorno de forma creativa.
¡°Todos nacemos con la capacidad de interactuar con el ambiente y con los objetos de forma l¨²dica. A veces, pensamos -y la industria colabora con ese pensamiento- que m¨¢s es mejor. Me refiero a m¨¢s objetos, m¨¢s caros y con m¨¢s funcionalidades, como sonidos, ruidos y botones. Nos venden la idea de que ese tipo de objetos son lo mejor para la primera infancia. Los estudios de desarrollo y educaci¨®n muestran que mientras m¨¢s ¡®hace¡¯ y m¨¢s especificidades tiene el objeto, menos estimular¨¢ las conexiones nuevas y las formas l¨²dicas del beb¨¦ y el ni?o¡±, apunta la especialista.
Una tela, un pedazo de madera, una simple cuchara¡ Esos peque?os objetos, que encontramos en nuestras casas, pueden ser mucho m¨¢s estimulantes que el juguete m¨¢s moderno, lleno de luces y ruido, seg¨²n Mora. ¡°Las cosas muy simples puede ser sumamente estimulantes para la imaginaci¨®n, la creatividad y la experiencia de descubrimiento sensorial. Ese beb¨¦, ni?o o ni?a puede darse el tiempo de descubrir el objeto e inventarle distintos usos y funciones. Estar a su lado durante esa exploraci¨®n es la forma que tenemos de acompa?ar el aprendizaje¡±.
Cuando cae la tarde en Mar del Plata y los veraneantes salen de la playa, Sandra Sajnin prepara todo para cerrar las puertas de la jugueter¨ªa hasta el pr¨®ximo d¨ªa. Recuerda que estudi¨® puericultura porque quer¨ªa ser una ¡°abuela con t¨ªtulo¡±. Cuando le preguntan c¨®mo hacer para combatir las pantallas, no habla de los juguetes de madera ni de pl¨¢stico. Parece preocupada por las nuevas generaciones criadas a base de pantallas desde su m¨¢s tierna infancia.
¡°Soy amiga de que los chicos se coman un buen aburrimiento de vez en cuando porque es creativo. Luego, tienen que inventar algo para ¡®desaburrirse¡¯. Lamento much¨ªsimo cuando veo a un ni?o de dos a?os en el cochecito mirando una pantalla. Eso es sumamente da?ino para su desarrollo cognitivo. Afuera hay un cielo, ¨¢rboles, el ruido del auto que pas¨® y un se?or arriba de una bicicleta. ?C¨®mo puede ser que los pongamos a mirar una pantalla mientras va ah¨ª sentaditos? ?Un ni?o debe asombrarse con el mundo cuando sale a la calle!¡±.
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