L¨ªnea 5: la disputa por un r¨ªo de 12 tribus nativas americanas y una petrolera canadiense
Al reconocer la vulneraci¨®n de derechos de las comunidades, el Departamento de Justicia pidi¨® una remuneraci¨®n econ¨®mica. Estas, sin embargo, piden el cierre del oleoducto por considerar que pone en peligro a los Grandes Lagos
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Todo empez¨® con el accidente de un helic¨®ptero que el 29 de octubre de 2018 se cay¨® en una zona remota de la reserva Mashkiiziibii, al norte de Wisconsin. El impacto revel¨® la existencia de un oleoducto que la mayor¨ªa desconoc¨ªa. Fue as¨ª como muchas de las tribus nativas americanas que habitan ese territorio se dieron cuenta de que ese peque?o pedazo correspond¨ªa a una enorme tuber¨ªa que recorre Wisconsin y Michigan y atraviesa las tierras de la comunidad ind¨ªgena Bay Mills en Michigan y de la comunidad Bad River Band del lago Superior Chippewa.
Era un pedazo de la L¨ªnea 5, un oleoducto de m¨¢s de mil kil¨®metros operado por el gigante petrolero canadiense Enbridge. Esta compa?¨ªa, que factura unos mil millones de d¨®lares, transporta hasta 23 millones de galones de petr¨®leo crudo y gas natural l¨ªquidos diariamente. Seg¨²n el tratado de naciones tribales y los propios juzgados, estas tierras est¨¢n reservadas para las comunidades ind¨ªgenas, pero lo construyeron bas¨¢ndose en unos cuestionados acuerdos de hace dos siglos. La soluci¨®n que parecen ofrecer tanto el Departamento de Justicia como la firma es la misma: dinero. Pero las 12 comunidades ind¨ªgenas de Michigan solo piden el cierre de la compa?¨ªa en sus territorios, ya que aseguran que la L¨ªnea 5 pone en peligro a los Grandes Lagos, que contienen el 84% del agua dulce superficial de Am¨¦rica del Norte, y proporcionan agua potable para hasta 40 millones de personas.
El Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ, por sus siglas en ingl¨¦s) se pronunci¨® por primera vez a mediados de abril sobre este caso judicial federal entre las comunidades y el gigante canadiense Enbridge, quienes llevan m¨¢s de una d¨¦cada disput¨¢ndose el r¨ªo. La empresa sigue explotando su oleoducto, 11 a?os despu¨¦s de que expirara un antiguo tratado ¡°oscuro y obsoleto¡± por el que se pod¨ªan explotar las zonas habitadas por las tribus nativas. Y tras la decisi¨®n de la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, en 2020 de terminar con ese ¡°acuerdo¡± y ordenar su clausura.
El estrecho de Mackinac, en el norte de Michigan, es un ¨¢rea ¨²nica de los Grandes Lagos, un canal de cuatro millas de ancho por el que transcurren cantidades colosales de agua entre los lagos Michigan y Hur¨®n. Por eso le llaman el coraz¨®n de agua dulce m¨¢s grande del mundo. Un estudio de la Universidad de Michigan concluy¨® que esta es la peor ubicaci¨®n posible para un oleoducto en los Grandes Lagos. Las corrientes ¡ªque pueden ser diez veces m¨¢s fuertes que las Cataratas del Ni¨¢gara y cambian de direcci¨®n cada pocos d¨ªas¡ª hacen que la recuperaci¨®n de un vertido de petr¨®leo sea casi imposible.
Aunque Beth Wallace, directora de campa?as de Aguas Dulces de la Federaci¨®n Nacional de Vida Silvestre (NWF, por sus siglas en ingl¨¦s), asegura no hablar ¡°por las comunidades tribales¡±, da cuenta de las vulneraciones a sus derechos: ¡°Al invocar un tratado obsoleto y oscuro de 1977, Canad¨¢ est¨¢ poniendo en peligro los derechos de los grupos ind¨ªgenas soberanos, adem¨¢s de inmiscuirse en los derechos de los Estados a determinar si los oleoductos pueden operar en sus tierras¡±.
El escrito del DOJ, presentado ante el Tribunal de Apelaci¨®n del 7? Circuito y hecho p¨²blico el 10 de abril, afirmaba que Enbridge est¨¢ ¡°invadiendo conscientemente tierras tribales¡±, como ya hab¨ªa reconocido otro Tribunal de Distrito de EE UU en junio de 2023. Sin embargo, critic¨® la sentencia inicial, por conceder a la tribu ¨²nicamente una ¡°cantidad m¨ªsera que permite a Enbridge beneficiarse generosamente de su intrusi¨®n¡±. El juez William Conley concedi¨® a la tribu 5,1 millones de d¨®lares en concepto de restituci¨®n por 10 a?os de infracciones pasadas y presentes por parte de Enbridge. El juez Conley le dio tres a?os para desviar el oleoducto o prepararse de otro modo para su cierre. Pero Enbridge est¨¢ buscando permisos estatales y federales para desviar la tuber¨ªa a trav¨¦s de los humedales que bordean los l¨ªmites de la reserva, un proceso que podr¨ªa llevar m¨¢s de tres a?os y que tampoco tiene garant¨ªas de ¨¦xito.
Si bien el amicus curiae [presentaci¨®n de terceros a un litigio, que ofrecen voluntariamente su opini¨®n jur¨ªdica] del DOJ afirma que permitir que contin¨²e la acci¨®n de Enbridge ¡°env¨ªa un mensaje problem¨¢tico a otros que quieran invadir tierras ind¨ªgenas, en el sentido de que pueden retener una cantidad sustancial de sus beneficios que sean apropiadamente atribuibles a la invasi¨®n¡±, no es tajante con su desmantelamiento. As¨ª, la justicia estadounidense propone un pago mayor para que siga operando, cuyo monto no especific¨®. La empresa s¨ª hizo su oferta: 80 millones. En una carta p¨²blica, la firma sugiere esta cantidad ¡°para resolver disputas pasadas¡± y ¡°discutir un acuerdo mutuamente beneficioso¡±. Y a?ade: ¡°Es contraproducente continuar con esta disputa, cuando deber¨ªamos trabajar juntos para proteger el medio ambiente y mantener la L¨ªnea 5 operando de manera segura hasta que el oleoducto sea retirado de la Reserva Bad River¡±.
¡°Estamos decepcionados ante esta decisi¨®n que promueve el bienestar corporativo de una compa?¨ªa de combustibles f¨®siles, por encima de las personas y la vida silvestre de los Grandes Lagos¡±, dijo Mustafa Santiago Ali, vicepresidente ejecutivo de la Federaci¨®n Nacional de Vida Silvestre, en un comunicado. ¡°Seguimos apoyando a Bad River Band en su lucha por eliminar una bomba de tiempo, impuesta por Enbridge de sus tierras¡±.
¡°El riesgo es injustificable¡±
Un vertido de petr¨®leo, se?alan las organizaciones ambientales, ser¨ªa totalmente devastador para todo el ecosistema de los Grandes Lagos, la econom¨ªa y el modo de vida de las personas y la fauna del territorio. En el documental Bad River, dirigido por Mary Mazzio, varios miembros de la comunidad no hablan de ¡°si se da un vertido¡±, sino ¡°cuando se d¨¦ un vertido¡±. ¡°Va a ser horrible¡±, auguran. En los ¨²ltimos 50 a?os, el oleoducto ha tenido al menos 33 derrames, liberando un total de 1,3 millones de galones de producto al medio ambiente. En 2010, de hecho, la l¨ªnea 6b derram¨® m¨¢s de un mill¨®n de galones de petr¨®leo de arenas bituminosas en el sistema del r¨ªo Kalamazoo, tambi¨¦n en los Grandes Lagos. ¡°Sabemos sin lugar a dudas que la L¨ªnea 5 ya no puede operar en este lugar; el riesgo es injustificable¡±, dice un comunicado de NWF.
¡°Tememos que ser¨¢ necesaria una nueva falla de la L¨ªnea 5 y el desastre de un derrame de petr¨®leo para que nuestra posici¨®n sea tomada en serio¡±, dijo la presidenta de la Comunidad India de Bay Mills (BMIC), Whitney Gravelle, a medios locales. ¡°No se trata s¨®lo de tribus, se trata de agua potable, se trata de vida. Se trata de cada ciudadano estadounidense y de preservar nuestros recursos naturales para las generaciones venideras¡±.
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