El poder de generar riqueza a trav¨¦s de la protecci¨®n de nuestros recursos
Este es el momento de reconocer y revalorizar la importancia de los v¨ªnculos entre la conservaci¨®n de la biodiversidad y las dimensiones econ¨®micas, sociales y culturales, promover la sociobioeconom¨ªa para alcanzar un desarrollo sostenible
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Estamos en un punto de quiebre en la historia de la humanidad y del planeta. Un punto en el que necesitamos trabajar, con urgencia, en un nuevo enfoque de la econom¨ªa, diferente al que asume la naturaleza como un dep¨®sito inanimado e infinito de recursos que se extraen sin cuidado, y con el ¨²nico fin de aumentar riquezas monetarias a corto plazo. Este enfoque nos ha llevado a una situaci¨®n extrema que atestiguamos en vivo y en directo, cada vez m¨¢s a menudo, en las noticias sobre incrementos extremos de las temperaturas, cat¨¢strofes naturales y p¨¦rdida desmedida de la biodiversidad. Y es en este contexto que, en lugar de la econom¨ªa tal cual la conocemos, proponemos traer a la mesa un nuevo enfoque: el de la sociobioeconom¨ªa.
Pensar el futuro del planeta desde la sociobioeconom¨ªa nos permitir¨¢ concebir e implementar un modelo econ¨®mico que nos ayude a generar riquezas gracias a la protecci¨®n y uso sostenible de los recursos naturales y no a costa de su destrucci¨®n. Un modelo que pueda albergar a una amplia gama de actores de la sociedad: desde los pueblos ind¨ªgenas y las comunidades locales hasta los grandes empresarios de diversos sectores econ¨®micos. Un modelo que puede generar un alto retorno de la inversi¨®n a la vez que resguarda el capital natural y, por lo tanto, ser competitivo, atractivo y resiliente.
El enfoque de la sociobioeconom¨ªa encuentra su base en un concepto que va ganando fuerza, el de la bioeconom¨ªa. Tanto es as¨ª que fue incluido en las pol¨ªticas de desarrollo de la Uni¨®n Europea, que est¨¢ llevando a cabo la transici¨®n gradual de una econom¨ªa dependiente de combustibles f¨®siles a un modelo basado en insumos biol¨®gicos. No solo eso, la bioeconom¨ªa es la principal innovaci¨®n que Brasil ha puesto sobre la mesa en el marco de su presidencia en el G20. Este es un modelo que promete un crecimiento econ¨®mico significativo, el mismo que actualmente est¨¢ avaluado en 4 billones de d¨®lares y hacia 2050 apunta a generar 30 billones, seg¨²n un estudio que acaba de ser publicado por The Nature Conservancy (TNC), Nature Finance y la Fundaci¨®n Get¨²lio Vargas.
Ahora, el gran reto que tenemos es que esa proyecci¨®n econ¨®mica pueda perdurar en el tiempo y multiplicarse. El uso del prefijo socio antes de bioeconom¨ªa busca garantizar la resiliencia de este modelo econ¨®mico, haciendo hincapi¨¦ en la conservaci¨®n de la biodiversidad y de los ecosistemas, a la vez que generamos los medios de vida sostenibles para los pueblos ind¨ªgenas y comunidades locales. Su aporte es vital: seg¨²n cifras de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura ¡ªla FAO, por sus siglas en ingl¨¦s¡ª los pueblos ind¨ªgenas y las comunidades tradicionales protegen el 80% de la biodiversidad mundial. Seg¨²n el Instituto de Recursos Mundiales (WRI por sus siglas en ingl¨¦s), solo en la Amazonia, los bosques administrados por pueblos ind¨ªgenas son importantes sumideros netos de carbono, al eliminar colectivamente cada a?o m¨¢s de 340 millones de toneladas netas de di¨®xido de carbono (CO2) de la atm¨®sfera, el equivalente a las emisiones anuales de combustibles f¨®siles de Reino Unido.
Sin embargo, una implementaci¨®n exitosa de este modelo econ¨®mico tambi¨¦n requiere del esfuerzo concertado de otros actores de la sociedad. De la academia, que puede ampliar la base de nuestros conocimientos. De los gobiernos, encargados de crear los marcos legales que sustenten e incentiven las nuevas actividades econ¨®micas. De los empresarios de diferentes sectores econ¨®micos, cuyas inversiones dinamizan y ampl¨ªan los procesos. Y de la sociedad en general, pues en la medida que cambiemos nuestros h¨¢bitos de consumo, podremos crear un marco en el cual los productos ofrecidos bajo el esquema de la sociobioeconom¨ªa tendr¨¢n mayor demanda. Adem¨¢s de toda una gama de actores que involucra a los organismos multilaterales y a los medios de comunicaci¨®n.
En este escenario, los pa¨ªses ricos en naturaleza tienen un papel fundamental y unas oportunidades gigantescas para liderar este cambio de paradigma. En ese sentido, Am¨¦rica Latina puede emerger como una regi¨®n l¨ªder, ya que seis de los pa¨ªses m¨¢s biodiversos del mundo se encuentran en nuestra regi¨®n.
En Am¨¦rica Latina, Costa Rica fue el primer pa¨ªs en publicar una estrategia nacional dedicada a la bioeconom¨ªa, en agosto de 2020. Desde entonces, la transici¨®n hacia una econom¨ªa basada en la biodiversidad ha ayudado a consolidar, a¨²n m¨¢s, el turismo ecol¨®gico y la agricultura org¨¢nica del pa¨ªs, reduciendo la presi¨®n sobre los ecosistemas m¨¢s fr¨¢giles. De manera similar, Per¨² ha explorado la bioeconom¨ªa para promover la conservaci¨®n de la selva amaz¨®nica, al tiempo que crea oportunidades econ¨®micas para las comunidades ind¨ªgenas, incluyendo el fortalecimiento de la agricultura sostenible. Y Colombia ya cuenta con el ¡°Foro Nacional de Bioeconom¨ªa¡± y confirm¨® su adhesi¨®n a la propuesta de un fondo para proteger los bosques tropicales hecha por Brasil en 2023, durante la COP28, en Dub¨¢i.
Mientras tanto, en la Amazon¨ªa brasile?a, el Estado de Par¨¢ fue pionero en la creaci¨®n de un Plan de Bioeconom¨ªa con resultados significativos en iniciativas de sociobiodiversidad, tal como se explica en el informe The Global Bioeconomy realizado por Nature Finance y la Fundaci¨®n Get¨²lio Vargas. Centr¨¢ndose en la prosperidad de la naturaleza y las personas, el plan tiene tres pilares: investigaci¨®n, desarrollo, e innovaci¨®n; patrimonio cultural y patrimonio gen¨¦tico; y cadenas productivas y negocios sostenibles. Este modelo productivo reconoce la importancia de la gesti¨®n ambiental por parte de las comunidades locales, los pueblos ind¨ªgenas y los agricultores. Y debemos insistir en la importancia de proteger la Amazonia, el bosque tropical m¨¢s extenso del planeta, con las mayores reservas de bosques, agua dulce y de varias especies; sin olvidarnos de su vasta riqueza cultural.
A partir del liderazgo de Am¨¦rica Latina, las dem¨¢s regiones del mundo podr¨¢n asumir la sociobioeconom¨ªa, de acuerdo a sus contextos particulares. La articulaci¨®n de los pa¨ªses y el trabajo colaborativo son la base para robustecer un modelo econ¨®mico en contraposici¨®n del actual, que est¨¢ generando riquezas a corto plazo a costa de la destrucci¨®n de nuestros ecosistemas.
Si nos detenemos y pensamos a largo plazo, tenemos la oportunidad de impulsar, en conjunto, un enfoque como el de la sociobioeconom¨ªa; que perdure en el tiempo, conserve la biodiversidad del planeta, cuide de los saberes de los pueblos ind¨ªgenas y comunidades locales, genere valor, empleo y dinamice las inversiones provenientes desde los diferentes sectores de la econom¨ªa. Y que, sobre todo, propicie un retorno de inversi¨®n invaluable: un futuro sostenible.
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