Los guardabosques ind¨ªgenas que se enfrentan a la deforestaci¨®n de la Amazon¨ªa
El documental ¡®Somos Guardianes¡¯ muestra el coraje y la vulnerabilidad de los ind¨ªgenas que luchan contra la deforestaci¨®n en Brasil

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¡°Mi bota ya no sirve¡±, dice un talador ilegal llamado Valdir en la escena inicial de Somos Guardianes, un documental sobre las acciones de los pueblos ind¨ªgenas para salvar la selva amaz¨®nica. A sus 57 a?os, Valdir lleva m¨¢s de la mitad de su vida talando ¨¢rboles en tierras protegidas, un oficio que aprendi¨® de sus padres. ¡°Sabemos que trabajamos ilegalmente¡±, dice. ¡°Si dejo de trabajar, morir¨¦ de hambre. Mi familia y yo, no solo yo¡±.
Somos Guardianes, disponible en Netflix Latinoam¨¦rica, no pretende despertar simpat¨ªa hacia los delincuentes involucrados en la deforestaci¨®n. Al contrario, los directores ¡ªel periodista ind¨ªgena brasile?o Edivan Guajajara y los documentalistas estadounidenses Rob Grobman y Chelsea Greene¡ª son ambientalistas impert¨¦rritos, familiarizados con el lenguaje del activismo. ¡°Queremos que los legisladores vean esta pel¨ªcula¡±, asegura Grobman a Am¨¦rica Futura. El personal legislativo de varios miembros del Congreso de EE UU, incluido el de Bernie Sanders, senador por Vermont, ya han visto el documental. Tambi¨¦n lo vieron cientos de asistentes a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico del a?o pasado en Dub¨¢i.
Los tres directores reconocen que su compromiso con la justicia social y ambiental en la Amazonia roza lo propagand¨ªstico. En postproducci¨®n, los cineastas eliminaron una escena entera porque el p¨²blico de prueba encontr¨® a uno de los ¡°invasores¡± demasiado simp¨¢tico. Al lado de Valdir, un fumador empedernido de lenguaje soez, ¡°este tipo parec¨ªa Jes¨²s¡±, dice Greene. ¡°Todos los que vieron el clip se sintieron mal cuando los guardianes del bosque lo expulsaron¡±. El hombre en cuesti¨®n hab¨ªa ocupado tierras ind¨ªgenas durante una d¨¦cada, talando ¨¢rboles para le?a, cultivando un huerto y sirvi¨¦ndose los recursos de la Amazonia ilegalmente.
Durante cuatro a?os de rodaje, Greene, Grobman y Guajajara acompa?aron a los autodenominados guardianes del bosque en ocho de sus rondas en Ararib¨®ia, un territorio ind¨ªgena en el seno del Amazonas. A lo largo del largometraje, los guardianes intentan detener a los invasores de tierras: narcotraficantes, taladores, agricultores, recolectores, mineros y ganaderos ilegales. Pero generalmente detienen a ladrones menores, algunos de los cuales han vivido en la zona durante d¨¦cadas y a quienes los guardianes conocen por su nombre de pila.
En una de sus rondas, el grupo avista a dos hombres desali?ados en una canoa con una peque?a cantidad de a?a¨ª recolectado ilegalmente. ¡°Creo que son Betinho y su hermano¡±, susurra uno de los guardianes. ¡°Son pistoleros¡±.
¡ª?Qui¨¦n los autoriz¨® a recolectar a?a¨ª?, pregunta otro guardi¨¢n.
El hermano de Betinho, Henrique, empieza a responder t¨ªmidamente: ¡°Trabajamos aqu¨ª porque necesitamos comprar caf¨¦, az¨²car...¡±
¡ª ?Sabe que no est¨¢ permitido, verdad?
¡ª S¨ª, se?or, pero nuestras necesidades son grandes.
Otro guardi¨¢n interviene: ¡°No tienes derecho a cazar, pescar o sembrar aqu¨ª, ?entiendes?¡±
¡°Esta es su tierra, el territorio ind¨ªgena¡±, concede Betinho, con la cabeza inclinada en se?al de respeto. Deja pasar un momento. ¡°Queremos el a?a¨ª. Se lo ruego¡±.
Despu¨¦s de consultar entre ellos, los guardianes permiten que los hombres se queden con el a?a¨ª recolectado por primera y ¨²ltima vez. Mientras comienza a remar r¨ªo abajo, Henrique grita: ¡°?Deben perseguir a los granjeros, no a los pobres pobladores!¡±
Algunos de los guardianes r¨ªen con ligereza, conscientes de que los humildes invasores como Henrique y Betinho no son el verdadero enemigo. Pero no todos los encuentros se resuelven tan diplom¨¢ticamente. Desde 2019, al menos siete guardianes han sido asesinados en servicio.

La realidad es que, mientras los guardianes persiguen a oportunistas como Valdir y Henrique, las fuerzas que impulsan la deforestaci¨®n siguen actuando. ¡°Los mayores compradores est¨¢n en Estados Unidos y China¡±, dice Valdir, de pie junto a un ¨¢rbol derribado. ¡°Todo se empaca de manera ordenada y hermosa, con etiquetas ¡®legal¡¯, y sale del pa¨ªs legalmente¡± lamenta.
Valdir apenas gana lo suficiente para sobrevivir, pero otros se lucrar¨¢n considerablemente con su trabajo. ¡°Hay aserraderos que talan madera clandestinamente¡±, seg¨²n le dice un conservacionista a los directores. ¡°Hay exportadores que comercian la madera robada¡±. Valdir lo expresa m¨¢s v¨ªvidamente: ¡°Es un sistema, una cadena, y la cadena es fuerte¡±. Guajajara, quien creci¨® en Ararib¨®ia, tambi¨¦n tiene sentimientos encontrados hacia los delincuentes menores como Valdir. ¡°S¨®lo est¨¢n tratando de sobrevivir¡±, dice. ¡°Los m¨¢s destructivos son las grandes compa?¨ªas mineras y los exportadores de madera talada ilegalmente¡±.
Los directores intentaron durante meses entrevistar a las empresas que abastecen la demanda que conduce a la deforestaci¨®n, como JBS, un importante comprador brasile?o de ganado, y el gigante estadounidense de agronegocios Cargill. ¡°Contactamos a sus representantes de sostenibilidad¡±, dijo Greene. ¡°Contactamos a pol¨ªticos en Brasil que sabemos que est¨¢n trabajando con ellos¡±. Algunos publicistas hablaron con los cineastas de manera confidencial, otros los bloquearon dejando un vac¨ªo en un documental que, sin embargo, ha sido exhaustivamente investigado.
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro aparece como un villano en la historia. Durante su ¨²nico periodo de Gobierno, de 2019 a 2022, promovi¨® los intereses comerciales en la selva amaz¨®nica, recort¨® los presupuestos de las agencias ambientales y redujo las protecciones para los grupos ind¨ªgenas. ¡°Fomentadas por el presidente, la ganader¨ªa y granjas de soja han talado cada vez m¨¢s adentro de la Amazonia¡±, se le escucha decir a un presentador de noticias en el documental. ¡°Las invasiones ilegales de tierras ind¨ªgenas se han triplicado desde que Bolsonaro lleg¨® a la presidencia¡±.
Y adem¨¢s de las corporaciones inescrupulosas o los pol¨ªticos reaccionarios, se encuentra la mayor amenaza de todas: el calentamiento global. En 2023, la selva amaz¨®nica registr¨® su peor sequ¨ªa hasta la fecha. ¡°Sol¨ªa llover mucho¡±, dice Mar?al, uno de los guardianes, en la pel¨ªcula. ¡°Pero ahora el clima no est¨¢ bien¡±.

Somos Guardianes no incluye muchas entrevistas de acad¨¦micos. La ¨²nica experta que aparece es Luciana Gatti, una cient¨ªfica clim¨¢tica brasile?a que ha recolectado muestras de aire en la regi¨®n durante casi una d¨¦cada. Sus hallazgos no son alentadores. Considerada durante mucho tiempo el mayor sumidero de carbono del planeta, el Amazonas ahora tiene ¨¢reas que emiten m¨¢s CO2 del que absorben. ¡°La selva est¨¢ muriendo m¨¢s r¨¢pido de lo que est¨¢ creciendo¡±, dice Gatti. ¡°Si no restauramos las selvas en las zonas m¨¢s devastadas, la Amazonia exceder¨¢ el punto sin retorno¡±.
Un estudio publicado en la revista cient¨ªfica Nature a principios de este a?o, con dos docenas de coautores de diversas disciplinas, lleg¨® a la misma conclusi¨®n. ¡°Hay un consenso de que el Amazonas est¨¢ siendo extenuado y empujado hacia un posible punto de inflexi¨®n¡±, le dice a Am¨¦rica Futura Bernardo Flores, el autor principal del art¨ªculo. A lo largo de los ¨²ltimos cincuenta a?os, el Amazonas ha perdido casi una quinta parte de su cubierta forestal debido a la deforestaci¨®n, la cual es la segunda mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero, despu¨¦s de la quema de combustibles f¨®siles.
Los modelos del cambio clim¨¢tico sugieren que si el Amazonas pierde otro 10% de cobertura forestal, probablemente alcanzar¨ªa un punto de inflexi¨®n, lo cual desencadenar¨ªa una serie de efectos clim¨¢ticos irreversibles. En pocas d¨¦cadas, grandes extensiones de selva podr¨ªan convertirse en sabanas y matorrales empobrecidos, lo cual liberar¨ªa miles de millones de toneladas de carbono a la atm¨®sfera. ¡°Si el mundo no hace lo necesario para controlar el calentamiento global¡±, dijo Flores, ¡°tal vez es in¨²til hacer algo a nivel local¡±. En otras palabras, sin cambios radicales en las pol¨ªticas p¨²blicas, una espiral ecol¨®gica es inminente, y ninguna cantidad de guardianes ser¨¢ suficiente para contrarrestar los efectos del cambio clim¨¢tico.
Los grupos ind¨ªgenas tienen t¨ªtulos colectivos sobre aproximadamente un tercio de la cuenca del Amazonas, y las tasas de deforestaci¨®n son significativamente m¨¢s bajas en las ¨¢reas bajo su control. Sin embargo, considerando los crecientes factores de estr¨¦s en el Amazonas, cabe cuestionar la eficacia y equidad del modelo de la guardia ind¨ªgena. Quienes hacen este trabajo no remunerado son pocos, est¨¢n mal equipados y cargan con la tarea imposible de monitorear m¨¢s de 1.500 millas cuadradas de territorio. ¡°Moriremos, si es necesario por lo que queda de esta selva¡±, dice en el documental Puyr Temb¨¦, que es guardiana desde los 12 a?os. Seg¨²n asegura, algunos miembros de su familia han sido asesinados por invasores.
Greene califica a los guardianes como una ¡°soluci¨®n temporal¡±. Para detener el comercio de los productos de la deforestaci¨®n, dice, ¡°tenemos que reconocer el valor de mantener el Amazonas en pie en vez de talado¡±. Su esperanza es que la gente vea la pel¨ªcula y se una a su lucha. ¡°Queremos que el p¨²blico se desvincule [de estos productos] y denuncie a las empresas involucradas en la deforestaci¨®n¡±. Desde el estreno, los cineastas han recaudado m¨¢s de 400.000 d¨®lares para iniciativas de patrullaje y reforestaci¨®n en los territorios ind¨ªgenas de Brasil. Mar?al, uno de los guardianes, utiliz¨® su cuota para comprar una motocicleta, ¡°para facilitar un transporte m¨¢s r¨¢pido a las ¨¢reas de invasi¨®n¡±, seg¨²n un informe de impacto del equipo de producci¨®n.
Pero frenar la deforestaci¨®n il¨ªcita en el Amazonas requerir¨¢ m¨¢s que la valent¨ªa de grupos como los guardianes o la buena voluntad de diversos benefactores. ¡°La guardian¨ªa ind¨ªgena ha dado esperanza a nuestro pueblo¡±, afirma Guajajara, ¡°pero no s¨¦ si es un modelo adecuado¡±. En ¨²ltima instancia, dijo, ¡°debe haber un sistema robusto que permita rastrear la cadena de producci¨®n, y sanciones severas para las grandes empresas que ejecutan esta destrucci¨®n¡±.
El presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva aparece brevemente en la pel¨ªcula en una conferencia de prensa junto a la guardiana Puyr Temb¨¦, a quien nombra primera secretaria de los Pueblos Ind¨ªgenas del Estado de Par¨¢. Entre las primeras iniciativas de su Gobierno, estuvo la creaci¨®n de una unidad de fuerzas especiales, bajo el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Clim¨¢tico para ayudar a patrullar el Amazonas brasile?o. Los agentes federales est¨¢n mejor armados que los guardianes ind¨ªgenas, pero a¨²n tienen poco personal y recursos insuficientes.
Una de las escenas m¨¢s conmovedoras del documental muestra a Mar?al en casa con su familia. ¡°Estamos cuidando la selva, pero me preocupo por ti¡±, le dice su esposa. ¡°Si algo te sucediera, ?qu¨¦ pasar¨ªa con nosotros?¡±. ¡°Nadie m¨¢s asume el liderazgo¡±, le responde Mar?al sin titubear. ¡°Por eso debo hacer este trabajo¡±.
Aunque la ha visto decenas de veces, a Grobman todav¨ªa lo conmueve. La valent¨ªa de Mar?al le parece desgarradora y hermosa a la vez. ¡°El modelo de guardian¨ªa no necesariamente salvar¨¢ la selva, pero es lo que estas personas saben que pueden hacer... Lo hacen porque es todo lo que tienen¡±.
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