De la cabeza al rescate del mar: c¨®mo el cabello est¨¢ limpiando aguas contaminadas en Chile

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Cada a?o, Mattia Carenini recibe toneladas de cabellos de humanos y de animales de centenares de peluquer¨ªas a lo largo de Chile. En manos del italiano, gerente general de la rama nacional de la fundaci¨®n Matter of Trust, estos residuos capilares son materia prima para limpiar r¨ªos, lagos y playas contaminadas por hidrocarburos.

Con el corte de una melena se puede sanear casi 20.000 litros de agua, seg¨²n Carenini. Escuch¨® de la t¨¦cnica por primera vez en medio de un derrame petrolero en Amazonas, y desde ese momento no pudo sacar la idea de su cabeza. ¡°?C¨®mo el pelo pod¨ªa ser una fibra tan potente, pero al mismo tiempo tan desperdiciada!¡±, pens¨®.

Un informe de la Nasa de 1998 confirm¨® que, dependiendo de la densidad del cabello utilizado, estas fibras de pueden absorber con eficiencia el aceite en el agua. Esto sucede porque el pelo est¨¢ principalmente compuesto por queratina, una prote¨ªna que hace que esa sustancia se adhieran con facilidad.

Familiarizado con este informe y otros estudios cient¨ªficos, Carenini contact¨® a la estadounidense Lisa Craig Gautier, quien ya ten¨ªa un largo camino experimentado con el cabello como un mecanismo para descontaminar aguas desde Matter of Trust en San Francisco. As¨ª empez¨® la expansi¨®n de esta iniciativa por Latinoam¨¦rica.

Bautizado como Petropelo, el proyecto de saneamiento h¨ªdrico mediante placas fabricadas con cabellos comenz¨® a echar ra¨ªces oficialmente en 2020. Los primeros nueve meses fueron agridulces: aunque hab¨ªa entusiasmo por parte de las peluquer¨ªas en colaborar con donaciones, ninguna empresa o instituci¨®n decidi¨® aventurarse a usar el dispositivo para limpiar aguas. Pero una compa?¨ªa de servicios sanitarios en Antofagasta, al norte de Chile, lo prob¨®, y otras la siguieron.

Ahora, Petropelo es utilizado desde por grandes empresas hasta por peque?os talleres en Chile para absorber aceites y sustancias oleaginosas de origen mineral, vegetal o animal, entre otros. En distintas zonas del pa¨ªs, entre ellas el lago Villarrica de la regi¨®n sure?a de La Araucan¨ªa, est¨¢n instalados dispositivos de Petropelo. ¡°Chile fue el tercer pa¨ªs en ser implementado a nivel global, pero estamos tambi¨¦n aplic¨¢ndolo en otras naciones latinoamericanas como Argentina, Colombia, Venezuela y reci¨¦n comenzando en Ecuador¡±, coment¨® Carenini.

Pero lo que destaca este emprendedor, de 30 a?os y que anteriormente se dedic¨® a la fotograf¨ªa, es el poder de organizaci¨®n en torno a Petropelo: ¡°Todos podemos ser parte, porque a todos nos crece el pelo y podemos contribuir de forma f¨¢cil. Donando un kilogramo de pelo estamos limpiando 750.000 litros de agua. Es un impacto muy potente. No es tan costoso ni dif¨ªcil hacerse cargo de varios desastres medioambientales¡±.

El club del pelo

En Chile, la red que contribuye con la donaci¨®n de cabellos humanos y pelos de mascotas est¨¢ compuesta por cerca de 345 peluquer¨ªas, localizadas de un extremo al otro del pa¨ªs. Es un club donde los afiliados pagan cerca de 5.000 pesos chilenos (5 euros) mensuales y obtienen a cambio capacitaci¨®n y ayuda para hacerse cargo de sus residuos.

Uno de estos salones pertenece al chileno Daniel Aldea Bucarey. Tanto su dise?o como los productos comercializados son ecol¨®gicos. ¡°Desde un principio mi idea fue construir un sal¨®n de belleza sostenible. Para eso, contrat¨¦ a un ingeniero ambiental y desarrollamos un estudio de impacto, tambi¨¦n un sistema de gesti¨®n ambiental (SGA) para la peluquer¨ªa, y as¨ª cuantificamos el impacto, las ¨¢reas donde la peluquer¨ªa contamina¡±, relata Aldea.

En su peluquer¨ªa, instalada hace ocho a?os en la comuna de Vitacura, nada se desperdicia: cada cabello ca¨ªdo es almacenado en contenedores para despu¨¦s ser destinado al laboratorio de Matter of Trust Chile, donde ser¨¢ tratado y compactado en placas. ¡°Cuando hicimos nuestro estudio de impacto observamos que hab¨ªa varios desechos generados en la peluquer¨ªa que no ten¨ªan que terminar en la basura, como el cabello¡±, dice.

Pero el compromiso ambiental de Aldea, quien cuenta con 25 a?os de trayectoria profesional, no concluye all¨ª. El chileno tambi¨¦n participa en ferias donde ofrece sus servicios, incluso de manera gratuita, para recaudar m¨¢s cabello.

En su sal¨®n, cada pieza est¨¢ adaptada para ser amigable con el medioambiente. Los focos de luces tradicionales fueron reemplazados por unos LED y las agendas de papel por digitales; los materiales empleados para los peinados son reutilizables y, en muchos casos, biodegradables. La peluquer¨ªa tambi¨¦n posee un huerto org¨¢nico.

Aldea se dio adem¨¢s a la misi¨®n de desarrollar una l¨ªnea de productos cosm¨¦ticos profesionales en Chile, con el apoyo de cient¨ªficos. Esto, explica, tiene un impacto positivo porque evita la contaminaci¨®n generada por el transporte mar¨ªtimo. Adem¨¢s, sus productos son vendidos en envases que se pueden rellenar.

Su colaboraci¨®n con Matter of Trust est¨¢ alineada con la misi¨®n de su peluquer¨ªa. Y quiere seguir fortaleciendo la comunidad en torno a un proyecto que, adem¨¢s, da otross usos al cabello como ahorro h¨ªdrico en la agricultura, a trav¨¦s de una innovaci¨®n denominada Agropelo, y como fertilizante, con el proyecto llamado Fertipelo.

¡°Nosotros, finalmente, articulamos y replicamos esas buenas pr¨¢cticas de reciclaje de fibras en diferentes lados del mundo. Cada una de las organizaciones que est¨¢ dentro de Matter of Trust es completamente independiente, pero tiene un especie de acuerdo de colaboraci¨®n, donde compartimos toda la informaci¨®n y el desarrollo, y con el fin de retroalimentar a la comunidad, para ir creciendo en conjunto¡±, acota Carenini.