La argentina que desaf¨ªa al agronegocio con obras de arte hechas de malezas
Guadalupe Carrizo es artista visual y trabaja con pigmentos vegetales de plantas resistentes a los herbicidas. Sus obras son una met¨¢fora de la resistencia de la lucha medioambiental
EL PA?S ofrece en abierto la secci¨®n Am¨¦rica Futura por su aporte informativo diario y global sobre desarrollo sostenible. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscr¨ªbete aqu¨ª.
Cuando era una ni?a de siete a?os, Guadalupe Carrizo present¨® un trabajo en la feria de ciencias de su escuela. El t¨ªtulo que eligi¨® para esa simple tarea escolar termin¨® siendo un lema y un compromiso que la marcaron sin saberlo: ¡°Ayudemos a construir un mundo mejor no contaminando el planeta¡±. Aunque naci¨® en una ciudad, San Miguel de Tucum¨¢n (Argentina), compart¨ªa tiempo con su abuelo que viv¨ªa en el campo. Con ¨¦l miraba las aves, charlaba de los ¨¢rboles¡ Un ¨¢mbito dom¨¦stico -una sinfon¨ªa de entrecasa como dijo alguna vez el poeta Hamlet Lima Quintana- en el que la preservaci¨®n de la naturaleza se ense?aba sin dar lecciones.
Con el tiempo, Carrizo estudi¨® en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucum¨¢n y se convirti¨® en artista visual, con formaci¨®n en escultura, pintura, cer¨¢mica y textiles. Aquella ni?a de la feria de ciencias es ahora una mujer de 37 a?os que intenta generar conciencia sobre los temas medioambientales a trav¨¦s de su obra. Una de sus series destacadas se llama Hortalizas, con ilustraciones sobre papel con pigmentos vegetales a base de plantas resistentes a herbicidas.
La producci¨®n, que form¨® parte del 111¡ã Sal¨®n Nacional de Artes Visuales, rescata diez malezas -mala hierba, yuyo o plantas ¡°indeseables¡± para la industria agr¨ªcola- como una forma de met¨¢fora de la lucha medioambiental. Y como una manera de cuestionar los valores vigentes dentro del sistema alimentario y del entramado social.
¡°Pasaron a?os en los que no logr¨¦ entrecruzar mi militancia ambiental con la pr¨¢ctica art¨ªstica. En 2019, particip¨¦ de un sal¨®n de artes organizado por un centro de reciclado en Tucum¨¢n. Present¨¦ el proyecto de un tapiz tejido con pl¨¢stico de sachets de leche y alimentos para mascotas. Recib¨ª el primer premio y ah¨ª me di cuenta de que el compromiso ven¨ªa de ni?a¡±, cuenta Carrizo, que vive en Tucum¨¢n y Catamarca y forma parte del grupo ecologista Pro Eco.
La contaminaci¨®n por glifosato en Santa Fe y otras provincias del pa¨ªs llev¨® a Guadalupe a hacerse preguntas profundas sobre la alimentaci¨®n y a estudiar las malezas con la idea de estampar tejidos con sus tintas. ¡°Me propuse hacer un tejido con una planta ex¨®tica del monte. As¨ª apareci¨® el sorgo de alepo, conocido ac¨¢ como pasto ruso, al que se toma como enemigo del monte. Pero a su vez tiene un gran poder de adaptabilidad. De alguna forma resignifiqu¨¦ mi apego con una planta que representa una resistencia al agronegocio. Siento una analog¨ªa entre el sorgo y la lucha socioambiental¡±, argumenta.
Carrizo comenz¨® a trabajar con esas hierbas resistentes a los herbicidas y a convertirlas en material de trabajo en forma de tintas, crayones y acuarelas. Tambi¨¦n estudi¨® su utilidad como plantas alimenticias no convencionales. Malezas para los agronegocios, plantas buenas para nuestro organismo. ¡°Tambi¨¦n sirven para la arquitectura, la alimentaci¨®n de los animales, la medicina, la construcci¨®n de cester¨ªa¡ Tienen una gran cantidad de usos desconocidos, pero quiz¨¢ no responden a lo que se espera de la belleza de una planta¡±, agrega.
Sorgo de alepo, rama negra, yuyo colorado, nabo, avena negra y pasto amargo. Esas son algunas de las malezas con las que trabaja. Para obtener los pigmentos de esas plantas, realiza un complejo proceso que incluye identificaci¨®n y recolecci¨®n de los materiales, macerado, decocci¨®n, filtrado, estabilizaci¨®n del color, espesado de las tintas y modificaci¨®n del color. Tambi¨¦n se aglutina con diferentes componentes para hacer acuarelas o crayones.
¡°Tom¨¦ cursos de tintes naturales, que suelen hacerse con pigmentos m¨¢s estables y tradicionales que los que utilizo. Traslado esos conocimientos a la pr¨¢ctica con plantas, que son m¨¢s inestables y tienen menos pigmentaci¨®n. Me sorprenden mucho los colores; el sorgo, por ejemplo, da un verde fl¨²or. El proceso requiere ser muy meticuloso; exige paciencia y espera, como cocinar¡±, cuenta.
Con esas t¨¦cnicas, Carrizo hace pinturas, dibujos, retratos¡ Toda una imaginer¨ªa vinculada a las plantas, a referentes de la lucha ambientalista y al territorio del noroeste argentino.
¡°El concepto de resistencia aparece todo el tiempo en su obra. A partir de la maleza, ella habla de las resistencias sociales, de las minor¨ªas, de las feminidades y de la diversidades sexuales. Guadalupe logr¨® integrar de manera efectiva sus intereses ambientalistas con su obra y con algunos elementos propios de la cultura y de las sociedades originarias del noroeste argentino¡±, dijo Romina Rosciano Fantino, artista visual, investigadora y curadora de una muestra que Carrizo realiz¨® en Buenos Aires.
En su serie Hortalizas, Carrizo quiso hacer un gui?o al sistema de alimentaci¨®n que rige en su provincia y en el resto del pa¨ªs. ¡°Se criminalizan algunas plantas porque reducen la productividad del agronegocio, pero son alimenticias; podr¨ªan estar en nuestras huertas porque tienen nutrientes. No est¨¢n porque los intereses son otros¡±, dice la artista.
Cuando habla de esos ¡°otros intereses¡± se refiere a la industria del az¨²car -en Tucum¨¢n hay 13 ingenios y la mayor¨ªa cuenta con destiler¨ªas de alcohol-, la citr¨ªcola y los cultivos de soja, que producen grandes pasivos ambientales y una alta carga de contaminaci¨®n por agrot¨®xicos. ¡°El trabajo de Carrizo visibiliza la problem¨¢tica socioambiental de los pobladores del norte argentino y buena parte del pa¨ªs¡±, cree Alfredo Carbonel, uno de los fundadores de la asociaci¨®n civil ecologista Pro Eco Tucum¨¢n.
Freddy, como lo llaman en su provincia, marca como uno de los problemas acuciantes al estado de la cuenca del R¨ªo Sal¨ª Dulce, que nace en Salta y se extiende tambi¨¦n sobre los territorios de Catamarca, C¨®rdoba, Salta, Santiago del Estero y Tucum¨¢n. ¡°Los ingenios, principalmente la actividad sucroalcoholera, producen una gran cantidad de efluentes industriales. Esa carga org¨¢nica, que podr¨ªa ser beneficiosa para algunos suelos, es volcada a la cuenca y termina en C¨®rdoba. Se destinan grandes territorios para producir ca?a de az¨²car y combustibles cuando podr¨ªan ser usados para trigo agroecol¨®gico o alimentos sanos¡±, analiza Carbonel, que tambi¨¦n se?al¨® otros problemas en la regi¨®n, como los agrot¨®xicos utilizados y la explotaci¨®n minera sin controles estrictos sobre el impacto ambiental.
Guadalupe habla sobre algunos de sus proyectos: banderas con tramas de tejidos, retratos de defensoras y v¨ªctimas del agronegocio, otras piezas de artes gr¨¢ficas. Crayones, acuarelas, pinturas naturales que vienen de la matriz de la tierra. Y deja como conclusi¨®n: ¡°?A qui¨¦n delegamos la alimentaci¨®n? Yo encontr¨¦ un lugar fundante y de estudio en esa pregunta y en estas obras como met¨¢fora de la resistencia¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.