El nuevo r¨¦gimen de inversiones argentino mantiene en vilo a los ambientalistas
Especialistas temen que las iniciativas h¨ªperextractivistas provoquen el desplazamiento de comunidades y anticipan una fuerte resistencia social
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El R¨¦gimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) aprobado recientemente por el Congreso argentino desat¨® la alerta de organizaciones ambientales del pa¨ªs, que se plantan ante la amenaza de que los beneficios fiscales, aduaneros y monetarios que el ultraderechista Javier Milei otorgar¨¢ a las multinacionales barra con la protecci¨®n de recursos naturales y ecosistemas fundamentales para el desarrollo humano. Especialistas temen que las iniciativas h¨ªperextractivistas provoquen el desplazamiento de comunidades por la p¨¦rdida de soberan¨ªa y anticipan una fuerte resistencia social, mientras que el Gobierno se entusiasma con el ingreso de d¨®lares a una econom¨ªa diezmada.
Basado en un modelo fuertemente extractivista y netamente exportador, el RIGI ocup¨® un rol protag¨®nico en la discusi¨®n de la Ley Bases aprobada en Argentina en junio. La medida pretende atraer inversiones de al menos 200 millones de d¨®lares para compa?¨ªas que inviertan en proyectos forestales, mineros, hidrocarbur¨ªferos, tur¨ªsticos y energ¨¦ticos, a cambio de beneficios que no han sido otorgados nunca en la historia argentina, como la reducci¨®n del impuesto a las ganancias, la devoluci¨®n acelerada del IVA, exenciones para importar bienes de capital y, especialmente, la libre disponibilidad de divisas para exportaciones y financiamiento local, un aspecto fundamental en un pa¨ªs atravesado hist¨®ricamente por la escasez de d¨®lares.
El Gobierno se aferra al RIGI como esperanza para la reactivaci¨®n de una econom¨ªa en picada y con casi todos los indicadores en rojo: en medio de la crisis, apela a que habr¨¢ un efecto derrame que derivar¨¢ en una explosi¨®n de puestos de trabajo, como ha declarado en conferencia de prensa el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien afirm¨® que permitir¨¢ ¡°triplicar el nivel de las exportaciones¡± y atraer capitales que no llegan por falta de estabilidad tributaria. ¡°Dar¨¢ impulso a la econom¨ªa, a las inversiones y al empleo¡±, sostuvo.
Adem¨¢s de las ventajas fiscales, el RIGI otorga un beneficio trascendental, que desde el minuto cero ha desatado cr¨ªticas de ambientalistas: no tiene en cuenta ninguna variable de cuidado y preservaci¨®n de los recursos naturales, seg¨²n explicaron tres expertos consultados por Am¨¦rica Futura, que ponen el acento adem¨¢s en que no se incluya la participaci¨®n de las comunidades en las iniciativas y en que se detalla c¨®mo deben dise?arse las inversiones, pero nada sobre la preservaci¨®n del ambiente. Discutido en apuros por el Parlamento argentino, el r¨¦gimen al que ahora se deber¨¢n adherir las provincias ni siquiera prev¨¦ estudios de impacto ambiental, tampoco sanciones por violar normativas ni menci¨®n a los pasivos ambientales. Incluso los proyectos podr¨ªan seguir en marcha si se comprobara que una empresa contamin¨® un r¨ªo, destruy¨® bosques o glaciares o arras¨® los suelos.
¡°Pareciera que, por debajo de los incentivos econ¨®micos, se consagra el derecho a destruir los recursos naturales de modo discrecional y an¨¢rquico, cuando tenemos la necesidad de preservarlos¡±, resumi¨® la Fundaci¨®n Ambiente y Recursos Naturales (FARN) en su web. Uno de los art¨ªculos establece que los proyectos adheridos al RIGI tendr¨¢n prioridad y no podr¨¢n ser afectados por ¡°restricciones regulatorias sobre el suministro, transporte y procesamiento de los insumos destinados a tales exportaciones¡±. Si el agua es considerada clave para un proyecto, como podr¨ªa ser la extracci¨®n de litio en el norte, la prioridad la tendr¨¢ una empresa y no la comunidad que all¨ª resida.
Andr¨¦s N¨¢poli, abogado y presidente de FARN, asegura que el RIGI es un modelo de inversiones para un proyecto de pa¨ªs extractivista ¡°que no dejar¨¢ valor agregado a la Argentina¡±. Los ambientalistas ponen el acento en que, adem¨¢s de los devastadores efectos que podr¨ªan generar estas inversiones, no habr¨¢ tal explosi¨®n de la econom¨ªa ni generaci¨®n de puestos de trabajo. ¡°La extracci¨®n de recursos para exportar sin valor agregado te deja vac¨ªo. Las condiciones de estos proyectos no est¨¢n pensadas para desarrollar al pa¨ªs¡±, se?ala. Adem¨¢s, alerta que incluso las ¨®rdenes judiciales o leyes que puedan impedir este tipo de iniciativas deber¨¢n ser declaradas nulas. Si bien reconoce que otros pa¨ªses tienen reg¨ªmenes de inversiones, aclara que en ning¨²n caso son as¨ª de agresivos ni permanentes.
Argentina, de remate en la mesa de saldos
La avanzada sobre los bienes naturales ha sido una constante del Gobierno de Milei desde su desembarco en diciembre. Siempre busc¨® derogar leyes que garantizaban la protecci¨®n a glaciares y bosques, y desde entonces ataca sistem¨¢ticamente a los defensores del ambiente, a quienes recientemente ha tachado de ¡°minor¨ªa ruidosa¡±, a la que acus¨® de estar financiada por millonarios extranjeros. ¡°Vamos a necesitar el compromiso de las provincias para explotar los recursos naturales que Dios nos ha dado. La naturaleza debe servir al ser humano y a su bienestar, no a la inversa¡±, dijo el ultraderechista el pasado 9 de julio, al firmar el Pacto de Mayo.
El RIGI est¨¢ direccionado a proyectos petroleros y gas¨ªferos, como Vaca Muerta y otros yacimientos patag¨®nicos, pero tambi¨¦n a la miner¨ªa de litio, cobre y oro en las provincias cordilleranas y del norte, as¨ª como empresas forestales que tienen inversiones y especial inter¨¦s en el monte chaque?o. ¡°Hay un claro inter¨¦s en profundizar la explotaci¨®n de los recursos naturales con grandes inversiones en manos de multinacionales que van en detrimento de las posibilidades de poner l¨ªmites al extractivismo¡±, enfatiza Mar¨ªa Laura Isla Raffaele, docente de la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas y T¨¦cnicas (Conicet), quien afirma que est¨¢ en riesgo la soberan¨ªa. ¡°Se quiere utilizar a los recursos de forma productiva y econ¨®mica, sin pensar en qu¨¦ sociedades se proyectan y sin tener en cuenta la opini¨®n de quienes habitan los territorios¡±, plantea.
Diego Morales, director de litigio del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), pone el acento en que ning¨²n pa¨ªs ha otorgado ventajas de estas caracter¨ªsticas para asegurar las ganancias de los capitales extranjeros, y reflexiona sobre el riesgo que representar¨¢ la avanzada de grandes inversiones para comunidades ind¨ªgenas y campesinas, que podr¨ªan ser desplazadas, algo que no ha ocurrido con frecuencia en la Argentina. ¡°Enfrentan un riesgo muy alto, ser¨¢n muy presionadas para aceptar proyectos. Muchas veces son estigmatizadas, se?aladas como actores que ponen freno al desarrollo y la llegada de recursos que sostienen pol¨ªticas sociales¡±, se?ala. Y aclara: ¡°Puede ser que el RIGI traiga algunas ventajas. Lo importante es definir cu¨¢les y analizar c¨®mo se incorporan a las formas de vida de cada comunidad que pueda verse afectada¡±.
Una vez que las provincias se adhieran al r¨¦gimen, las empresas tendr¨¢n dos a?os para incorporarse a los beneficios. Luego de presentados los proyectos, deber¨¢n autorizarlos o rechazarlos en apenas 45 d¨ªas, por lo cual surgen grandes dudas: ?Es un plazo suficiente para analizar el impacto socioambiental y los eventuales riesgos irreparables de cara al futuro? ¡°Al haber solo dos a?os, las compa?¨ªas se van a apresurar, no habr¨¢ tiempo para dise?ar proyectos que involucren el di¨¢logo con las comunidades o estudios serios. ?Qu¨¦ pasar¨¢ si una comunidad se opone? ?Ser¨¢ cuesti¨®n de fuerza mayor?¡±, se pregunta Morales.
En guerra con el ambiente
N¨¢poli lamenta que el Gobierno de Milei le haya declarado ¡°la guerra al ambiente¡± y asegura que es preocupante la regresi¨®n a la que podr¨ªa quedar sometida la Argentina, aunque se entusiasma en la organizaci¨®n y la resistencia de las propias poblaciones afectadas. ¡°Hay mayor conciencia. Argentina es un pa¨ªs que no se queda en su casa. Se organiza y resiste, habr¨¢ que ver caso a caso¡±, asegura el presidente de FARN. Isla Raffaele coincide y apela a que las movilizaciones y las presentaciones judiciales ser¨¢n fundamentales. ¡°Habr¨¢ que crear lazos para compartir las luchas y no atomizarse¡±, propone.
Para Morales, es preocupante que el Estado nacional se corra de su rol protector del ambiente, tal como establece la Constituci¨®n. Si eso ocurriera, Argentina podr¨ªa ir a contramano de compromisos regionales, como el Acuerdo de Escaz¨², que prev¨¦ obligaciones para los Gobiernos en materia ambiental; o globales, como la propia Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, a la que suscribi¨® el pa¨ªs casi una d¨¦cada atr¨¢s, y que el presidente y sus principales colaboradores denuestan casi a diario. Adem¨¢s de las luchas sociales, Morales apela al rol de la Justicia: ¡°Habr¨¢ que dise?ar estrategias. Parece que el inter¨¦s p¨²blico para el Estado argentino ahora es el RIGI. Deberemos articular m¨¢s para generar una oposici¨®n. El RIGI habilita un escenario de gran incertidumbre¡±.
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