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M¨¢s de 12.000 delegados de cerca de 190 pa¨ªses, entre ellos siete jefes de Estado y un centenar de ministros de Ambiente, se dar¨¢n cita en la ciudad colombiana de Cali a partir de este lunes para participar en la COP16, la cumbre mundial de la biodiversidad, que le servir¨¢ a Am¨¦rica Latina y el Caribe para sacar m¨²sculo. En medio de la crisis ambiental que vive el planeta, la regi¨®n ¡ªque cuenta con seis de los 10 pa¨ªses m¨¢s megadiversos del mundo: Brasil, Colombia, Per¨², M¨¦xico, Ecuador y Venezuela¡ª, alrededor del 60% de la diversidad biol¨®gica y un tercio del agua dulce del planeta, quiere mostrar su potencial para ofrecer soluciones. La COP16 de Cali ser¨¢ una primera oportunidad para establecer el liderazgo latinoamericano en las negociaciones clim¨¢ticas antes de la Conferencia de Cambio Clim¨¢tico (COP30), que se realizar¨¢ en Brasil el pr¨®ximo a?o.

Am¨¦rica Latina y el Caribe tiene algunos de los ecosistemas clave para la seguridad alimentaria, la salud p¨²blica y la econom¨ªa global. Estos son, adem¨¢s, una fuente importante de soluciones frente al cambio clim¨¢tico. La Amazonia, los bosques secos tropicales, los p¨¢ramos andinos, los manglares o los arrecifes de coral del Caribe, entre otros, tienen una gran capacidad de absorber emisiones de di¨®xido de carbono y, por lo tanto de regular el aumento de la temperatura y moderar eventos clim¨¢ticos extremos. Pueden ver la lista de ecosistemas cr¨ªticos y por qu¨¦ son importantes para el planeta en esta galer¨ªa de fotos:

Pero pese a la enorme biodiversidad, muchos de los ecosistemas de la regi¨®n est¨¢n en estado cr¨ªtico. El ¨²ltimo informe Planeta Vivo que public¨® WWF revel¨® que es la regi¨®n que ha vivido el peor descenso en el tama?o promedio de las poblaciones de vida silvestre en los ¨²ltimos 50 a?os. Mientras la cifra a nivel mundial es de 73%, la de Am¨¦rica Latina llega a 95%. Es decir, una gran perdida de biodiversidad, por la que pasaron otros territorios como Europa y Norteam¨¦rica hace m¨¢s de 50 a?os, est¨¢ sucediendo ahora en esta regi¨®n ante nuestros ojos. La Amazonia, esa gran selva que cubre varios pa¨ªses de Sudam¨¦rica, es mencionada con alerta por el documento: si se destruye entre el 20% y 25% de este ecosistema podr¨ªa llegarse a un punto de inflexi¨®n que cambie su sistema clim¨¢tico y altere el de otras partes del mundo. Se estima que ya se ha deforestado entre un 14% y 17%.

Cuando se habla de p¨¦rdida de biodiversidad, se habla de muchas dimensiones: ecosistemas enteros, plantas, animales y hongos, microorganismos que ni imaginamos que existen y el material gen¨¦tico que carga cada uno de ellos. Pero lo que sucede con los mam¨ªferos y las aves, por su tama?o y por el rol que cumplen en su h¨¢bitat, suelen ser un buen indicador de lo que est¨¢ viviendo la regi¨®n. Seg¨²n la Lista roja de especies amenazadas de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN), solo en Sudam¨¦rica hay 4.445 especies en peligro de extinci¨®n y, entre estas, 665 especies est¨¢n bajo la categor¨ªa de peligro cr¨ªtico, solo una categor¨ªa antes de que pasen a ¡°extintas en la naturaleza¡± y ¡°extintas¡± del todo.

El Gobierno de Colombia, anfitri¨®n de la COP16, quiere que esta sea la ¡°COP de la gente¡±. Es una estrategia que, en parte, no solo busca resaltar a diversidad de pueblos ind¨ªgenas, afro y comunidades locales que hay en la regi¨®n, sino su importancia en la conservaci¨®n de la biodiversidad. El dato lo han repetido varias agencias de las Naciones Unidas: a pesar de representar un m¨ªnimo porcentaje de la poblaci¨®n mundial, estas comunidades protegen el 80% de la biodiversidad.

No solo la naturaleza de Am¨¦rica Latina y el Caribe es diversa. Tambi¨¦n lo es su gente y sus lenguas. La Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), en la que cient¨ªficos del todo el mundo re¨²nen las conclusiones que han arrojado las investigaciones sobre el estado del planeta, se?ala que en el continente americano est¨¢n el 15% de las lenguas del mundo. El riesgo es que el 61% de ellas puedan extinguirse y, con ellas, sus culturas asociadas. No es un dato menor cuando se habla de preservar la naturaleza si se tiene en cuenta que los pueblos ind¨ªgenas, con sus pr¨¢cticas ancestrales, contribuyen a la conservaci¨®n del 80% de la biodiversidad del planeta.

La biodiversidad atraviesa la vida de formas que, a veces, ni siquiera percibimos. Conservar las especies que habitan en Am¨¦rica Latina y el Caribe permite que podamos comer, tener agua, energ¨ªa y desarrollar medicamentos, entre otros muchos factores. La biodiversidad es tambi¨¦n el eje de nuestra econom¨ªa. Un estudio publicado en Current Research in Environmental Sustainability en 2020 calcul¨® que el valor total de los servicios ecosist¨¦micos (VSE) de Am¨¦rica Latina y el Caribe en 2011 llegaron a ser de 15,3 billones de d¨®lares al a?o. Es decir, si se suma lo que cuesta cada uno de los producto o beneficios que aporta la naturaleza, ese es el n¨²mero al que se llega.

Por eso, la amenaza del cambio clim¨¢tico y la p¨¦rdida de biodiversidad es tambi¨¦n para la econom¨ªa. El estudio explor¨® qu¨¦ pasar¨ªa en tres posibles escenarios: uno en el que no se haga nada frente al cambio clim¨¢tico, otro en que la crisis se acelera, y uno en el que se tomen acciones tanto para mitigar el cambio clim¨¢tico como para garantizar la sostenibilidad. En el primer caso el potencial del VSE a nivel regional se perder¨ªa hasta en un 32%, en el segundo decrecer¨ªa hasta el 47% y en el tercero, m¨¢s ideal, el potencial aumentar¨ªa en 25%. Y es que lo que se negocia en esta COP16 va m¨¢s all¨¢ de salvar plantas o animales. Tiene que ver con la econom¨ªa, con garantizar un estilo de vida digno para cada humano que habita la Tierra