La violencia de las pandillas desaparece de las urnas en El Salvador
Los asesinatos de las MS-13, Barrio 18 Sure?os y Barrio 18 Revolucionarios se han reducido a cifras inimaginables solo hace unos a?os cuando el pa¨ªs centroamericano era el m¨¢s violento del mundo sin guerra declarada
Por primera vez en mucho tiempo los candidatos que este domingo estar¨¢n en la boleta electoral de El Salvador no proponen f¨®rmulas milagrosas para terminar con la violencia de las pandillas. Si bien es cierto que son elecciones legislativas y no presidenciales, esta vez los partidos no exigen la pena de muerte, el toque de queda, la mano dura o la ¡®supermano dura¡¯, como lleg¨® a proponer un candidato a?os atr¨¢s. Simplemente, el tema de la violencia ha desaparecido del debate.
Despu¨¦s de d¨¦cadas de sangrienta violencia de las pandillas, las tasas de homicidios se han desplomado en El Salvador durante el Gobierno de Nayib Bukele, quien lleg¨® al poder en junio de 2019. En estos 20 meses de gesti¨®n, El Salvador pas¨® de ser el pa¨ªs m¨¢s violento del mundo sin una guerra declarada a tener las tasas m¨¢s bajas de la regi¨®n.
Para Nayib Bukele, cuyo partido Nuevas Ideas lograr¨¢ este domingo, seg¨²n todos los sondeos, una aplastante victoria en las elecciones legislativas, la reducci¨®n se debe a su plan de seguridad, por el que ha desplegado a 5.000 soldados por el peque?o pa¨ªs centroamericano. Las revelaciones del peri¨®dico El Faro, se?alan, sin embargo, que el descenso se debe a un pacto con las pandillas MS-13, Barrio 18 Sure?os y Barrio 18 Revolucionarios, un ¡®ej¨¦rcito¡¯ de 60.000 pandilleros en un pa¨ªs de siete millones de habitantes. En cualquier caso, el hecho objetivo es que en 2015 el pa¨ªs contabilizaba 20 asesinatos diarios y hoy ronda los cuatro. Hace seis a?os, El Salvador ten¨ªa una tasa de 103 muertos por cada 100.000 habitantes y hoy est¨¢ en 19. M¨¢s all¨¢ de la tabla de Excel, una disminuci¨®n as¨ª supone un gran cambio para la poblaci¨®n: tomar el autob¨²s sin temor, mirar el celular en la calle o tomar un taxi en la noche.
Seg¨²n Francisco Mancilla, comisionado de seguridad en el municipio de Apopa, en la periferia de San Salvador, ¡°no tener que atender un alto n¨²mero homicidios permite destinar m¨¢s efectivos a la prevenci¨®n y a hablar con la comunidad. Una situaci¨®n de calma permite que se reactive el comercio y los negocios en colonias donde antes era imposible trabajar por la delincuencia¡±, se?ala a EL PA?S este oficial al mando de 850 agentes.
La Administraci¨®n de Bukele presume de que el pa¨ªs tiene la tasa diaria de mortalidad m¨¢s baja desde el final de la guerra civil (1980-1992) debido, entre otras medidas, a que la polic¨ªa y el ej¨¦rcito han doblado su presencia en los 22 municipios con mayores tasas de violencia, al tiempo que ha endurecido las medidas de confinamiento en las c¨¢rceles en un intento por cortar las comunicaciones entre los l¨ªderes recluidos y la calle. Para algunos expertos consultados, m¨¢s que un pacto entre el Gobierno con las pandillas a cambio de beneficios carcelarios o privilegios para algunos l¨ªderes, se trata de un fr¨¢gil acuerdo que a¨²n est¨¢ sentando sus bases.
Eso no le ha impedido al mandatario mostrarse como un presidente inflexible ante la violencia. Durante el m¨¢s de a?o y medio que lleva de gesti¨®n, Bukele ha exhibido su tono m¨¢s duro para hablar de un tema sensible en un pa¨ªs roto por la violencia. En abril de 2020, cuando varios actos violentos dejaron m¨¢s de 80 muertos en un lapso de cinco d¨ªas, Bukele autoriz¨® a la polic¨ªa a disparar a matar para someter a las pandillas. Desde su cuenta de Twitter distribuy¨® im¨¢genes del interior de la c¨¢rceles de alta seguridad de El Salvador que mostraban a reclusos de distintas pandillas forzados a compartir celdas sin ver el sol. Tres meses despu¨¦s, el 22 de julio de 2020, el joven mandatario escribi¨® ¡°El Salvador vive un d¨ªa m¨¢s sin homicidios¡±, junto a una imagen de soldados completamente armados. El mensaje hubiera hecho a cualquier frotarse los ojos hace solo cinco a?os.
El descenso de la violencia ¡°es innegable¡±, dice Jos¨¦ Mar¨ªa Tojeira, rector de la Universidad Centroamericana (UCA). ¡°Es algo que se puede ver en la calle y esto da un respiro a la poblaci¨®n que vive sometida a la violencia diaria y de no poder ir a la tienda de la esquina, a la escuela o simplemente desplazarse en la ciudad¡±, a?ade en entrevista en el campus de la universidad en San Salvador.
Sobre la estrategia de militarizaci¨®n que hay detr¨¢s, un an¨¢lisis de Insight Crime revel¨® que 31 municipios que no formaban parte del plan de Control Territorial tuvieron una disminuci¨®n en los homicidios similar a la de los 22 que s¨ª estuvieron incluidos en ¨¦l. En su publicaci¨®n, El Faro detall¨® que el Gobierno llevaba un a?o negociando con la MS-13 a cambio de una reducci¨®n de homicidios y apoyo a estas elecciones. No obstante, los homicidios ya estaban bajando antes de que Bukele asumiera el cargo y en 2018, durante el Gobierno de Salvador S¨¢nchez Cer¨¦n, hab¨ªan ca¨ªdo a la mitad respecto a tres a?os antes.
Sin embargo, la violencia de las pandillas est¨¢ lejos de estar resuelta. El nuevo riesgo es que las pandillas ingresan ahora bastante menos por extorsi¨®n debido a la pacificaci¨®n de las calles y el confinamiento, por lo que en caso de incumplimiento, la respuesta podr¨ªa ser peor.
Negociar con las pandillas es un asunto tab¨² en El Salvador por lo impopular que resultar¨ªa hablar con quien ha desangrado el pa¨ªs durante d¨¦cadas, pero ha sido un recurso habitual tambi¨¦n en otros gobiernos. Mauricio Funes (2009-2014), hoy fugado en Nicaragua, neg¨® haber dialogado con los pandilleros hasta que la prensa revel¨® el pacto. La ruptura de la tregua vigente entre 2012 y 2013 provoc¨® un repunte sin procedentes que evidenci¨® los riesgos de la negociaci¨®n.
Los datos oficiales de la Polic¨ªa siguen contando a m¨¢s de 60.000 pandilleros activos de las tres pandillas, una cifra que no ha variado desde 2010. La estructura sigue intacta y las extorsiones ocurren en todo el pa¨ªs.
El Salvador vota
M¨¢s de 5,3 millones de salvadore?os est¨¢n convocados este domingo a acercarse a las 8.451 mesas electorales para participar en las elecciones legislativas. Tambi¨¦n podr¨¢n elegir el alcalde de su respectivo municipio y los 20 diputados salvadore?os del Parlamento Centroamericano (Parlacen). Desde 1994, la mayor participaci¨®n registrada se dio en 2009 cuando particip¨® el 54% en unas elecciones conjuntas entre legislativas y presidenciales en las que fue elegido Mauricio Funes, del FMLN, hoy fugado a Nicaragua acusado de corrupci¨®n. Con un perfil que mueve a los m¨¢s j¨®venes y usa las redes sociales para comunicarse, todas las encuestas apuntan a que Bukele llegar¨¢ a los 53 diputados de la Asamblea, la cifra m¨¢gica para saber si lograr¨¢ el dominio total de la C¨¢mara y por extensi¨®n la posibilidad de controlar la justicia y la Fiscal¨ªa. Las acusaciones de fraude del entorno de Bukele se han multiplicado en las ¨²ltimas horas ante la sospecha de que el Tribunal Electoral, controlado por la oposici¨®n, pueda manipular los resultados. M¨¢s de 3.200 observadores nacionales e internacionales participar¨¢n en los comicios. Ante el tono beligerante de las ¨²ltimas horas, la jefa de la misi¨®n de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), Mar¨ªa Eugenia Vidal, pidi¨® a los partidos que ¡°se conduzcan con responsabilidad en un clima de paz y civilidad¡±.
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