Se apaga lentamente el incendio inflacionario en Venezuela
El aumento de los precios pierde aliento tras un duro ajuste que ha empobrecido a¨²n m¨¢s a los asalariados. El pa¨ªs espera una moderada expansi¨®n econ¨®mica gracias a la flexibilizaci¨®n de las sanciones internacionales
Luego de una tormenta hiperinflacionaria de car¨¢cter hist¨®rico en Am¨¦rica Latina, que desat¨® un in¨¦dito trastorno de precios que destroz¨® la econom¨ªa a partir del a?o 2016, los ¨ªndices de precios en Venezuela empiezan finalmente a perder terreno. Las tablas del Banco Central promedian una tasa del 3,2% en el mes de noviembre, la m¨¢s baja en muchos meses en el pa¨ªs, dando continuidad a un descenso evidente en octubre y septiembre.
Con estos pasos, Venezuela va camino de ceder el primer lugar de la clasificaci¨®n. El promedio anual actual se ubica en un 185%, a¨²n tremendamente alto, pero muy lejos de los disparatados a?os de 4.000% y 6.000% de 2016 o 2017.
Los expertos consultados, como Henkel Garc¨ªa, director de la consultora AlbusData, aseguran que, si la conflictividad pol¨ªtica no sale de su cauce- lo que a¨²n est¨¢ por verse-, el pa¨ªs podr¨ªa finalmente terminar 2024 con una tasa inflacionaria de dos d¨ªgitos.
Luego de un 2023 con una modesta tasa de crecimiento, se espera tambi¨¦n una expansi¨®n de la econom¨ªa en 2024 gracias a una recuperaci¨®n del ingreso fiscal por la supresi¨®n o flexibilizaci¨®n de las sanciones energ¨¦ticas por parte de Estados Unidos. Francisco Rodr¨ªguez, acad¨¦mico de la Universidad de Denver, calcula que el rango de la expansi¨®n del PIB puede estar entre 2 y 6 por ciento. Algunos hacen c¨¢lculos incluso m¨¢s optimistas.
Una hostil pol¨ªtica de estatizaciones junto el endurecimiento de controles cambiarios, fiscales y comerciales, impulsados por Nicol¨¢s Maduro al asumir funciones en el Gobierno en 2013 para dar continuidad al legado de Hugo Ch¨¢vez, adem¨¢s de la corrupci¨®n generalizada en casi todas sus instancias, produjo en 2014 una debacle cambiaria que agrav¨® el desabastecimiento y una grave sangr¨ªa de divisas en Venezuela.
Durante casi todo el siglo XX, el pa¨ªs tuvo una envidiable estabilidad cambiaria, de varias d¨¦cadas de duraci¨®n y, hasta 1980, algunas de las tasas inflacionarias m¨¢s bajas del mundo. Las sanciones internacionales aplicadas por Estados Unidos, la Uni¨®n Europea, y otros actores al Gobierno de Maduro acab¨® agravando la tormenta creada por el chavismo y ataron de manos al Ejecutivo, precipitando adem¨¢s el desplome de Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA), la petrolera estatal ya carcomida por la corrupci¨®n.
¡°Luego de un duro ajuste de casi dos a?os, finalmente la inflaci¨®n cede. La sociedad ha pagado un costo alt¨ªsimo para mitigar este fen¨®meno porque el ajuste ejecutado por Maduro ha sido muy contractivo y ha lastimado much¨ªsimo la calidad de vida de los asalariados¡±, afirma el economista Leonardo Vera de la Universidad Central de Venezuela.
Vera apunta que la inflaci¨®n cede porque -a diferencia de lo hecho en los a?os 2014-2015-2016, en los cuales se decretaban alegres aumentos de salariales sin fundamento fiscal- el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro ha tenido cuidado de no cometer el mismo error y no ha movido la escala de sueldos, en este momento la m¨¢s baja de Am¨¦rica Latina.
¡°El encaje bancario, que sigue en 73%, y que debe ser el m¨¢s grande del mundo, termin¨® matando el cr¨¦dito en Venezuela, pero produjo consecuencias. Por otro lado, el anclaje cambiario ha tenido efecto, pero ha limitado la producci¨®n local, y tiene marco inestable¡±, afirma Vera.
Luego de a?os escondiendo las cifras de la econom¨ªa y neg¨¢ndose a presentar cuentas al Parlamento que domin¨® la oposici¨®n hasta 2020, Delcy Rodr¨ªguez, vicepresidenta de la Rep¨²blica, a cargo del ¨¢rea econ¨®mica, ha presentado al legislativo el Presupuesto de 2024, donde se prev¨¦ un aumento en los ingresos nacionales.
¡°La inflaci¨®n se ha desacelerado, lo hizo en noviembre respecto a octubre, lo har¨¢ en diciembre, y tambi¨¦n en enero¡±, afirma el analista financiero Henkel Garcia. Garc¨ªa coincide con Vera en torno a no decretar aumentos salariales como una de las causas de la p¨¦rdida de vigor en el aumento de precios. ¡°Los ingresos fiscales del pa¨ªs han aumentado un poco y eso ha permitido cierta estabilidad cambiaria. Claro, eso lo est¨¢ pagando el trabajador¡±.
La econom¨ªa venezolana actual, una expresi¨®n muy reducida de su versi¨®n tradicional, sobrevive hoy con sus ingresos petroleros, en apenas 800.000 barriles diarios de producci¨®n, la producci¨®n aur¨ªfera, los ingresos por remesas, y una tibia recuperaci¨®n en su producci¨®n de hierro e insumos sider¨²rgicos, luego de gestiones desastrosas en las cuales se perdieron millones de d¨®lares. Las industrias funcionan hoy al 30% de su capacidad y sirven un mercado mucho m¨¢s peque?o, luego de la masiva di¨¢spora de estos a?os. La industria de la construcci¨®n sigue deca¨ªda. El cr¨¦dito bancario hab¨ªa quedado pulverizado con la inflaci¨®n y apenas ahora se asoma de nuevo al mercado.
La concreci¨®n de estas expectativas econ¨®micas depender¨¢ del desempe?o entre las tensiones entre el Gobierno de Maduro, la oposici¨®n venezolana y los Estados Unidos. La detenci¨®n de Roberto Abdul, director de la ONG S¨²mate, podr¨ªa terminar de agrietar lo acordado en Barbados, y la restauraci¨®n de sanciones totales a Venezuela es una posibilidad cierta.
Los analistas consultados dudan sobre el regreso inminente de sanciones, aun a pesar de esta nueva crisis del di¨¢logo. ¡°Mi impresi¨®n es que las sanciones ser¨¢n flexibilizadas aun a pesar de que fracasen los acuerdos de Barbados¡±, afirma el economista Francisco Rodr¨ªguez. ¡°Creo que parte importante del actual Gobierno de Estados Unidos quiere normalizar sus relaciones con Venezuela y tiene muy presente el fracaso de la pol¨ªtica de sanciones. Hay problemas con la crisis migratoria y un inter¨¦s por el petr¨®leo venezolano. Puede haber grises en la interpretaci¨®n de las sanciones, entre lo acordado en Barbados y algunos acuerdos parciales¡±.
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