La oposici¨®n en El Salvador, al borde de la extinci¨®n frente a la avasalladora popularidad de Bukele
Las previsiones de las elecciones del 4 de febrero apuntan a una reelecci¨®n inconstitucional del presidente y a la debacle de una oposici¨®n que se enfrenta a su desaparici¨®n
En El Salvador, a menos de una semana de la celebraci¨®n de sus elecciones generales, pocos ponen en duda la reelecci¨®n de Nayib Bukele, ni mucho menos se le presta importancia a que su alargamiento como presidente viola la constituci¨®n de ese pa¨ªs centroamericano. La ¨²nica variante que causa curiosidad en las elecciones fechadas para este cuatro de febrero es el futuro de la oposici¨®n: ?quedar¨¢ extinguida ante la consolidaci¨®n de un modelo de partido hegem¨®nico? Todo apunta a que s¨ª.
Las encuestas en El Salvador pronostican que el actual mandatario y su partido, Nuevas Ideas, arrasar¨¢n con las elecciones presidenciales y legislativas. La alta popularidad de Bukele, sumado a una serie de cambios en las reglas del proceso electoral previo a los comicios, y una oposici¨®n dividida que no logr¨® capitalizar el descontento de distintos sectores sociales por las violaciones a derechos humanos cometidas durante el R¨¦gimen de Excepci¨®n, explican este escenario. Los opositores tambi¨¦n han sido incapaces de sacar r¨¦ditos a la inconformidad ciudadana por la crisis econ¨®mica.
Los estudios de humor social y pol¨ªtico realizados desde hace cuatro a?os por el Centro de Estudios Ciudadanos de la Universidad Francisco Gavidia (CEC-UFG) muestran que la oposici¨®n pol¨ªtica salvadore?a pasa por su peor momento.
Los dos partidos tradicionales, que durante tres d¨¦cadas controlaron el escenario pol¨ªtico del pa¨ªs m¨¢s peque?o de Centroam¨¦rica, el Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN) y el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), han perdido gran parte de sus bases de apoyo. A pesar de sus insistentes discursos de renovaci¨®n, no logran recuperarlas ni hacer frente a la avasalladora popularidad de Bukele quien, con la implementaci¨®n del R¨¦gimen de Excepci¨®n, ha logrado neutralizar el azote de las pandillas y ha generado un estado de satisfacci¨®n en materia de seguridad ciudadana, a pesar de cientos de denuncias por detenciones arbitrarias y violaciones a derechos humanos en las c¨¢rceles.
¡°Los l¨ªderes de la oposici¨®n tradicional tienen altos niveles de rechazo y hay un sentimiento negativo por todo su pasado pol¨ªtico y los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n en sus gobiernos¡±, explica ?scar Picardo, director del Centro de Estudios, una entidad que analiza la coyuntura pol¨ªtica salvadore?a.
Mientras que los partidos pol¨ªticos emergentes, como Vamos y Nuestro Tiempo, tampoco logran conectar con la gente debido a que son muy peque?os y no tienen recursos ni capacidad para darse a conocer ni comunicar, explica Picardo.
El arrastre de Bukele es tal, que incluso los partidos que han sido sus aliados, como Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) ¨Cla agrupaci¨®n que le funcion¨® como su veh¨ªculo para llegar al poder¨C y el Partido de Concertaci¨®n Nacional (PCN) se han visto eclipsados por el oficialismo. Seg¨²n los c¨¢lculos de las encuestas, estos partidos no tendr¨ªan oportunidades de regresar al parlamento despu¨¦s de la elecci¨®n de este cuatro de febrero.
La encuesta m¨¢s reciente realizada por el consorcio electoral Observa El Salvador, integrado por tres universidades, entre ellas la Universidad Francisco Gavidia, y cinco organizaciones de la sociedad civil, se?ala que Bukele goza de un 70.9% de preferencia electoral entre la poblaci¨®n. Le sigue en un lejano segundo lugar Manuel Flores, candidato presidencial de la exguerrilla del FMLN, con un 2.9% de aprobaci¨®n. En tercer lugar, se sit¨²a Joel S¨¢nchez de ARENA con un 2.7 %. Luis Parada de Nuestro Tiempo tiene el 1.1 %, y en ¨²ltimo lugar, Marina Murillo del partido Fraternidad Patriota Salvadore?a y Jos¨¦ Javier Renderos de Fuerza Solidaria comparten el 0.6 %.
El otro dilema de los opositores: desaparecer
Los pron¨®sticos se?alan que Nuevas Ideas, el partido del presidente, se har¨¢ con 57 de los 60 diputados del parlamento, mientras que Arena lograr¨ªa dos curules y el Partido Dem¨®crata Cristiano (PDC), uno. Es decir que Bukele reforzar¨ªa el control total en la Asamblea Legislativa, eliminando todo contrapeso en ese poder del Estado.
Otro dilema que plantea esta crisis a los opositores es su existencia como partidos pol¨ªticos. De acuerdo con la ley electoral salvadore?a, para evitar la cancelaci¨®n de su personalidad jur¨ªdica, las agrupaciones pol¨ªticas deben obtener un m¨ªnimo de 50.000 votos en la elecci¨®n a diputados de la Asamblea Legislativa o lograr, al menos, un esca?o en el parlamento.
¡°Los resultados de las encuestas dicen que los partidos como FMLN y Arena podr¨ªan sobrevivir, ya que solo necesitan 50 mil votos, que quiz¨¢ podr¨ªan conseguir con su base. Pero el resto de los partidos peque?os, incluyendo GANA y PCN, parecer¨ªa que est¨¢n al filo de desaparecer. De tal manera que estar¨ªamos frente a un modelo de partido hegem¨®nico oficial como pa¨ªs¡±, explica Picardo.
Picardo hace ¨¦nfasis en que los partidos de oposici¨®n no estaban preparados para enfrentar las nuevas reglas electorales impuestas por el oficialismo un a?o antes. En junio de 2023, la Asamblea Legislativa, dominada por Nuevas Ideas, aprob¨® cambios al C¨®digo Electoral para reducir el n¨²mero de diputados del parlamento de 84 a 60 e impuso una nueva f¨®rmula mediante la cual se asignan los esca?os.
La medida fue ampliamente criticada, porque beneficia a los partidos mayoritarios y dificulta la representaci¨®n de minor¨ªas en el parlamento. El ejercicio de proyecci¨®n de Observa El Salvador se?ala que, de no haberse aplicado los cambios, todos los partidos de oposici¨®n habr¨ªan obtenido al menos una representaci¨®n.
¡°Es una responsabilidad compartida. Todas las reformas y los cambios electorales fueron hechos para afectarlos, pero ellos tampoco se prepararon para esto. No lograron planificar y ni siquiera lograron el intento de unidad que se plantearon antes de las elecciones. Privaron los ego¨ªsmos partidarios e ideol¨®gicos y eso demuestra la falta de entendimiento del contexto pol¨ªtico electoral¡±, se?ala Picardo.
Previo a los comicios generales, una plataforma ciudadana denominada ¡°Sumar¡± convoc¨® a los partidos pol¨ªticos de oposici¨®n y organizaciones de la sociedad civil a conformar una plataforma electoral que respaldara una candidatura ¨²nica. Sin embargo, partidos como la derechista Arena y la exguerrilla del FMLN rechazaron integrarse debido a sus hist¨®ricas diferencias ideol¨®gicas. Mientras que otros partidos emergentes como Vamos no sintieron sus visiones representadas en la plataforma, por lo que tambi¨¦n desistieron de ella. Finalmente, el ¨²nico partido que respald¨® a Sumar fue Nuestro Tiempo, que asumi¨® la f¨®rmula presidencial del exmilitar y abogado, Luis Parada, y la defensora de derechos humanos, Celia Medrano.
¡°Desconfianza¡± en las encuestas
Pese al panorama cr¨ªtico de cara al pr¨®ximo cuatro de febrero, los partidos de oposici¨®n a Bukele ponen sus esperanzas en lograr convencer a un 21% del electorado que, seg¨²n la encuesta de Observa El Salvador, piensa abstenerse de votar (15%) o anular su voto (6.1%). Adem¨¢s, la mayor¨ªa de los candidatos dice desconfiar de los resultados debido a que ¡°la poblaci¨®n no tiene libertad para expresar su verdadera opini¨®n¡±.
¡°En la situaci¨®n de El Salvador, en la que cualquier persona puede ser detenida y acusada falsamente por agrupaciones il¨ªcitas u otra cosa, ?qui¨¦n va a decirle a un completo extra?o (encuestador) que est¨¢ en contra del presidente Bukele?¡±, dice a EL PA?S Luis Parada, candidato a la presidencia del partido Nuestro Tiempo.
Joel S¨¢nchez, el candidato de ARENA, se?ala que su partido no est¨¢ pensando en una derrota, a pesar de los pron¨®sticos negativos para todos los partidos de oposici¨®n. ¡°Tenemos datos diferentes que no concuerdan con la realidad que se est¨¢ expresando en estas encuestas. Entonces, la verdad es que no confiamos en estas encuestas, de manera contundente, porque no reflejan la realidad que vemos en el territorio¡±, se?ala.
Los candidatos de oposici¨®n, adem¨¢s, han denunciado la falta de imparcialidad del Tribunal Supremo Electoral al admitir la candidatura de Bukele, a pesar de que est¨¢ prohibida constitucionalmente. En noviembre pasado, previo al inicio de la campa?a electoral, los cuatro partidos de oposici¨®n, Arena, FMLN, Vamos y Nuestro Tiempo, se negaron a firmar un pacto de entendimiento y buenas pr¨¢cticas convocado por el TSE, argumentando que el tribunal no hab¨ªa garantizado un proceso en igualdad de condiciones.
El FMLN se?al¨®, en un comunicado, que la autoridad electoral ¡°ha permitido de manera sistem¨¢tica los abusos y violaciones a este proceso por parte del oficialismo y todo su aparato¡±. El partido de izquierda destac¨® el uso de recursos p¨²blicos para campa?a electoral en funci¨®n del partido en el gobierno, la utilizaci¨®n del aparato del Estado para fines propagand¨ªsticos y la campa?a de odio liderada por funcionarios y miembros del partido oficial, entre otros.
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