El Salvador el d¨ªa despu¨¦s de la fiesta de Bukele
El presidente anunci¨® que hab¨ªa ganado las elecciones sin esperar a los resultados oficiales. Sin la preocupaci¨®n de las maras, los ciudadanos reclaman trabajo e inversi¨®n en escuelas y hospitales
A Yoseline Pineda se le han agotado en unas horas todos los peri¨®dicos. La vendedora, que tiene 18 a?os y lleva tres repartiendo la prensa por el centro hist¨®rico de San Salvador, cree que este lunes ha sido su venta m¨¢s r¨¢pida; nadie se quiere quedar sin su ejemplar. ¡°?Bukele reelecto!¡±, ¡°?Bukele presidente!¡±, gritan las portadas con la foto del mandatario y su esposa, Gabriela Rodr¨ªguez, en el palacio presidencial de la capital. Nayib Bukele sali¨® el domingo pasadas las diez de la noche a anunciarse como ganador de las elecciones, sin esperar a los resultados oficiales. El presidente dijo que hab¨ªa conseguido el 85% de los votos y 58 de los 60 diputados de la Asamblea, seg¨²n sus propios n¨²meros.
En la plaza Gerardo Barrios quedan los rastros de la fiesta. Un suelo pintado por confeti blanco y azul del color del partido de Bukele, Nuevas Ideas. El balc¨®n donde el mandatario sali¨® a anunciar que ¡°va a ser la primera vez que haya partido ¨²nico en un sistema plenamente democr¨¢tico¡± porque ¡°la oposici¨®n ha sido pulverizada¡± est¨¢ ahora tapiado. El presidente no vive all¨ª, sino en un residencial privado y custodiado por el Ej¨¦rcito, llamado Los Sue?os.
Aun con los operarios desmontando el escenario, Ren¨¦ Chavarr¨ªa se toma una foto con la fachada del palacio nacional. No le dio tiempo a venir el domingo en la noche a celebrar, pero ¡°ten¨ªa el coraz¨®n aqu¨ª¡±, por lo que ha acudido a primera hora de la ma?ana. ¡°El presidente est¨¢ dando un ejemplo al mundo¡±, dice. Despu¨¦s de 44 a?os viviendo en Estados Unidos, est¨¢ pensando por primera vez en regresar para quedarse: ¡°Estoy redescubriendo mi pa¨ªs, haciendo turismo, gracias a la forma tan sabia del presidente para manejar la situaci¨®n¡±.
Bukele instaur¨® en marzo de 2022 un r¨¦gimen de excepci¨®n bajo el que ha desmantelado a las pandillas y ha detenido a 76.000 personas. Las organizaciones de derechos humanos han presentado 6.000 recursos a la Corte Constitucional para liberar a inocentes. Mientras, el pa¨ªs ha cambiado de cara: las ciudades han sido blindadas de seguridad y los homicidios se han desplomado. Ese ha sido el mensaje de Bukele para presentarse a una reelecci¨®n que est¨¢ prohibida en la Constituci¨®n de El Salvador: ¡°Hemos pasado de ser la capital de los homicidios a ser el pa¨ªs m¨¢s seguro del hemisferio occidental¡±.
Sonia se qued¨® casi sin dormir para poder ver el discurso del presidente. La mujer se despierta a las tres de la ma?ana para llegar a su trabajo como limpiadora en un hotel de la capital, que est¨¢ a unos 20 kil¨®metros de su casa. ¡°Pero mereci¨® la pena la desvelada¡±, dice ilusionada mientras ense?a sonriente su dedo manchado del voto. En las calles enmara?adas de su barrio eran habituales las balaceras, los cad¨¢veres que dejaban las maras. Ella no dorm¨ªa cada vez que sus hijos sal¨ªan de casa para ir a la escuela. Ahora ¡°todo tranquilo¡±, sentencia.
La plaza Libertad, del centro de San Salvador, est¨¢ llena. Decenas de personas pasan la ma?ana en los bancos de piedra. Muchos son desempleados, aguardan en el parque porque a veces ah¨ª surge el trabajo: aparece quien necesita que le limpien la casa, le arreglen un jard¨ªn o reparen el lavabo. Algunos cargan con sus herramientas de trabajo y sus mochilas para cuando surja la oportunidad. Al contrario que en otras zonas, no hay fiesta en el parque. ¡°Ayer estuve en las urnas y no hallaba a qui¨¦n votar¡±, dice Pablo Castro, de 63 a?os, que hace una recapitulaci¨®n de la corrupci¨®n que instauraron los antiguos partidos mayoritarios, ARENA, de derecha, y el FMLN, de izquierda, y llev¨® al pa¨ªs a la desesperanza. ¡°Surgi¨® un palad¨ªn, que dijo hasta aqu¨ª a los pandilleros y est¨¢ bien, lo necesit¨¢bamos, pero el poder en una sola mano embriaga, enaltece. Aqu¨ª se est¨¢ instaurando una dictadura de una nueva ¨¦lite. Mientras, la realidad salvadore?a est¨¢ en los parques¡±, apunta este soci¨®logo, de 63 a?os y mirada triste, que lleva una d¨¦cada sin un trabajo formal, y espera a ver si hoy s¨ª aparece algo, aunque sea temporal.
En el Gobierno de Bukele, la pobreza extrema casi se ha duplicado, del 4,5% al 8,5%, seg¨²n la Encuesta de Hogares de Prop¨®sitos M¨²ltiples de El Salvador. La inflaci¨®n de los alimentos ha llegado hasta el 16%, lo que ha llevado a que la econom¨ªa sea la primera preocupaci¨®n de los salvadore?os en todas las encuestas que se hicieron durante la campa?a pol¨ªtica. Le segu¨ªan el desempleo, el alto costo de la vida y la pobreza. Ra¨²l Dom¨ªnguez, de 32 a?os, ha votado por Bukele porque ha hecho una buena gesti¨®n, pero cree que su reelecci¨®n es inconstitucional. Tambi¨¦n cree que ahora, ya sin maras, el presidente debe preocuparse por dar mantenimiento a la red de escuelas y hospitales, ¡°abandonados y sin inversi¨®n¡±. Bukele ha ganado y celebrado, pero despu¨¦s de la fiesta, vuelve el trabajo.
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