El Gobierno de Lula sufre una derrota dolorosa en el Congreso
La oposici¨®n bolsonarista, con ayuda de supuestos aliados del Ejecutivo, logra impedir que difundir noticias falsas sea delito y mantiene el veto a los permisos carcelarios
El Gobierno de Brasil sufri¨®, este martes por la noche, una serie de dolorosas derrotas en el Congreso frente a la oposici¨®n bolsonarista que en esta ocasi¨®n cont¨® con la inestimable colaboraci¨®n de parlamentarios de partidos de la coalici¨®n gobernante. La bater¨ªa de votaciones, que abarc¨® un amplio abanico de temas, concluy¨® con varias decisiones contrarias a los planes de Luiz In¨¢cio Lula da Silva y su equipo: la diseminaci¨®n de noticias falsas no ser¨¢ delito, se abre la puerta a que el presidente pueda ser procesado judicialmente si se usa dinero p¨²blico para educar sobre la orientaci¨®n sexual y no se van a restablecer los permisos carcelarios en ocasiones como la Navidad.
La derrota se produce en un momento en el que la popularidad del Gobierno se resiente aunque la econom¨ªa marcha mejor de lo pronosticado al inicio del mandato de Lula, hace casi a?o y medio. ¡°Hace tiempo que un Gobierno (cualquier gobierno) no sufre tantas goleadas en el Congreso¡±, tuite¨® despu¨¦s de la sesi¨®n el analista Thomas Traumann, que apuntaba a una de las claves de lo ocurrido. ¡°La posici¨®n del Gobierno cont¨® con el apoyo de menos de 140 diputados frente a los m¨¢s de 300 de la oposici¨®n¡±. Y eso significa que diputados de partidos que ostentan ministerios en el Ejecutivo de coalici¨®n votaron junto a la oposici¨®n bolsonarista. No es la primera vez. Es una estrategia que han usado en otras ocasiones para subir el precio del apoyo parlamentario a las iniciativas gubernamentales.
El l¨ªder de la bancada del Partido de los Trabajadores (PT), Jos¨¦ Guimar?es, admiti¨® que quiz¨¢ el presidente deba emprender algunos cambios en su Gabinete y alert¨® sobre el riesgo de acomodarse. ¡°Si estuviera todo bien, el presidente tendr¨ªa una aceptaci¨®n del 80%¡±, dijo, seg¨²n Folha de S.Paulo ya antes de la sesi¨®n. Y explic¨® que muchos de los programas sociales que Lula ha retomado, despu¨¦s de que su antecesor, Jair Bolsonaro, los debilitara o anulara, ya son percibidos ¡°como pol¨ªticas de Estado y no como nuevas conquistas¡±.
Aunque Lula ha intentado suavizar las reticencias con mayores inyecciones de dinero a proyectos que cada parlamentario puede designar (algo previsto en la ley) y m¨¢s inversiones p¨²blicas, sobre todo en programas sociales. El presidente aparc¨® hace unos meses su promesa de cerrar el a?o con un d¨¦ficit cero para poder ampliar los programas destinados a los m¨¢s necesitados y los incentivos econ¨®micos.
El Gobierno est¨¢ ahora mismo completamente volcado en paliar los efectos de la cat¨¢strofe clim¨¢tica causada por el temporal de lluvias y las inundaciones ocurridas hace un mes en R¨ªo Grande do Sul. El Gobierno anunci¨® d¨ªas atr¨¢s un paquete de m¨¢s de 60.000 millones de reales (casi 12.000 millones de euros) entre ayudas y pr¨¦stamos. Y este mi¨¦rcoles ha anunciado casi 3.000 millones de d¨®lares m¨¢s en cr¨¦ditos para empresas afectadas. Todav¨ªa 44 personas siguen desaparecidas, los fallecidos suman ya 169 y casi 50.000 personas permanecen a¨²n en albergues temporales. Casi todos los municipios e industrias resultaron afectados. Y un tercio del alumnado no ha podido retomar las clases. Lula visit¨® la regi¨®n afectada tres veces en tres semanas y Bolsonaro, que est¨¢ inhabilitado para concurrir a las elecciones hasta 2030, ha emprendido una gira para recoger donaciones para los afectados por la tragedia.
Las ¨²ltimas elecciones fueron las m¨¢s re?idas de la historia de Brasil. Lula venci¨® a la ultraderecha de Bolsonaro por menos de dos puntos y gracias a una amplia coalici¨®n que logr¨® forjar con la misi¨®n de rescatar la democracia. Este tercer mandato presidencial se presentaba y est¨¢ siendo bastante m¨¢s cuesta arriba que los dos anteriores, a principios de siglo. Y ahora los partidos vuelven a estar en modo campa?a ante las elecciones municipales previstas para el pr¨®ximo octubre.
¡°Los resultados [de las ¨²ltimas votaciones parlamentarias] no significan que Lula se haya convertido en minor¨ªa en el Congreso de la noche a la ma?ana. Sin embargo, revelan que la coalici¨®n bolsonarismo-centr?o tiene una capacidad de movilizaci¨®n capaz de avergonzar al gobierno en temas que considera sensibles¡±, escribe este mi¨¦rcoles en Folha el analista Bruno Boghossian. El centr?o (el gran centro, en portugu¨¦s) es una constelaci¨®n de formaciones que tradicionalmente ofrecen su apoyo parlamentario al mejor postor.
Anoche el Gobierno de Lula no logr¨® aliados suficientes en el Congreso para levantar el veto impuesto por el entonces presidente Bolsonaro para que la difusi¨®n de noticias falsas en campa?a electoral sea castigada con entre uno y cinco a?os de c¨¢rcel.
Sus se?or¨ªas tambi¨¦n decidieron mantener, contra los deseos del actual mandatario y de su Gobierno, el veto a los tradicionales permisos de los que gozan los reclusos en r¨¦gimen semiabierto para salir de prisi¨®n en fechas se?aladas como las Navidades y el D¨ªa de la Madre. Esto supone, adem¨¢s de un varapalo para el Ejecutivo, un riesgo para la seguridad p¨²blica, seg¨²n han alertado algunos especialistas, que temen que genere descontento en las prisiones e incluso motines. El Gobierno recalc¨®, al defender su postura, que las salidas temporales para reunirse con la familia son parte esencial del proceso de reinserci¨®n social. Pero a las puertas de unos comicios locales y con la seguridad p¨²blica como la primera preocupaci¨®n de los brasile?os, los parlamentarios bisagra apostaron por la mano dura.
Siga toda la informaci¨®n de El PA?S Am¨¦rica en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.